"Sentí que en España no había esa cosa como elitista de la música electrónica"
EntrevistasJaviera Mena

"Sentí que en España no había esa cosa como elitista de la música electrónica"

Luis M Maínez — 07-08-2021

Javiera Mena estuvo en FLASHES de Mondo Sonoro presentando "I. Entusiasmo", su nuevo EP y el principio de un camino que acabará derivando en su nuevo álbum y que tendrá varios episodios más. Este es el primero, y en la entrevista charlamos sobre cómo ha evolucionado su estilo desde algo más cercano al indie pop convencional que al electropop que se ha convertido ahora en la base de su sonido.

“Yo vengo de un término del inglés que me gusta mucho que es bedroom pop, este pop más íntimo. Mis primeros discos vienen de ahí, de hacer la música desde tu tecladito, tu ordenador… Entonces, poquito a poco me fue viniendo más con la electrónica. Todo tiene que ver con la herencia de venir a Europa, de encontrarme en los clubs, de ir escuchando otra música. Este EP es también un reflejo de esto. Por un lado la parte más electro de la música de dance, y también del lado baladista porque tiene unas baladas super paradotas con piano, incluso con cuerda y también tiene unas piezas electrónicas de beats. Tiene un poco de expresar también mi dualidad, que es esa cosa de la balada y el dance a la vez”. Una dualidad que se expresa también en el visual de "Corazón Astral", una de las canciones de su último trabajo. En el clip representa el imaginario zodiacal y, en concreto, el imaginario Géminis. El signo del zodiaco al que Javiera pertenece (y yo). En un momento en el que el horóscopo y el zodiaco están cada vez más de moda y se han convertido en un nuevo misticismo contemporáneo y posmoderno, Javiera Mena cree que “en Europa menos, porque tiene un estigma con lo espiritual de la Iglesia Católica, pero en Latinoamérica somos más paganos en ese sentido, allá es muy normal que tú conozcas a alguien y le preguntes ¿qué signo eres? A pesar de que no entiendo mucho, pero hay esta cosa como de empatizar y creo que se hace más común eso y la gente está encontrando esta nueva religión que son los signos zodiacales. Al final son como excusas para conectar con el otro igual”.

Javiera Mena tiene una carrera absolutamente genial. Nominada a un Grammy Latino, fue la última artista latinoamericana en actuar en el famoso festival Coachella antes de la pandemia. Por eso me ha resultado muy positivo que siendo una referencia del pop electrónico a ambos lados del Atlántico haya colaborado (y conectado artísticamente) con una de las promesas más interesantes del género en nuestro país, Chico Blanco. “Fue mi idea, la verdad. Yo siempre estoy muy pendiente de lo que está pasando. Un artista mientras más crece, mientras más envejece, más tienes que conectarte con lo que está pasando, al contrario que siento que otros artistas… La actitud de 'no, no lo de hoy no, porque no es como lo de antes' me parece que sólo te puede llevar a la decadencia. Sobre Chico Blanco sentí que tenía mucho que ver con lo que yo hago, en el sentido de que él hace electrónica, house, techno, hace electro pop y me parece el deseo de las nuevas generaciones que está conectado con lo que yo hago. Y de hecho cuando lo conocí, él me conocía. La gente que trabaja con él también. Entonces empatizamos a nivel musical, a nivel como música espiritual muy bien, y el momento de pensar en colaborar con alguien de España dije: '¿quién puede ser? Pues Chico Blanco'. Además la canción pensé que le pegaba mucho a él. La canción habla de la noche, de los vicios. Él también habla mucho de eso, y resultó un super match. Así que estoy muy contenta y es mi canción favorita del disco”.

Además de la música, una de las disciplinas que más están creciendo en los últimos años y que ya podemos considerar hegemónica son los videojuegos y todo lo que los rodea. Un arte 360 (que les gusta decir a algunos) y que toca tantas disciplinas artísticas como el cine y más, incluyendo la famosa jugabilidad. Javiera Mena, en su periplo hacia sí misma también ha participado en este sentido en un proyecto, "Avakin": “El único lugar que ha crecido en la pandemia son los videojuegos. Las series se paran porque uno tiene covid. En cambio los videojuegos están todos en sus casas, ahí, dándole. Yo tengo un hermano de trece que está todo el día jugando al Fortnite. Y al principio era como 'vaya, ¡qué pesao! ¿no puede hacer otra cosa?' Pero un día me senté con él y le dije: 'a ver, ¿qué estás haciendo aquí?' Y me di cuenta que se generan lazos afectivos, que está escuchando música, que lo está pasando bien… Hay que ponerle ojo a esto y no puede ser todo tan malo. Algo tiene que haber aquí”.

Javiera Mena, en definitiva, es una artista entre dualidades y que se siente cómoda entre diferentes generaciones. Versiona a grandes de la canción de los 70 y reconoce a C. Tangana y a Maria Valverde (Cariño) como mejores letristas de España. Un país con el que también vive dualmente, entre su Chile natal y su Madrid de acogida. Así reconoce también las diferentes formas de entender la electrónica en ambos continentes: “Aquí tienen más cercanía a la música electrónica, pero en Latinoamérica es diferente: allá está ligado como a una clase social media-alta. Aquí, no sé, pues a mí me llama la atención como esa cosa de la 'ruta del bacalao', de los noventa, que era algo como lo que allí es la cumbia: como que gente en los coches escuchando música electrónica. Y por eso a mí me fascinó mucho venir a España también, porque sentí que no había esa cosa como elitista de la música electrónica. Lo que importa es lo que vas a transmitir y qué tan auténtico sea”. Y lo que transmite Javiera es libertad, dualidad y electricidad. Y es real.

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