"Al sistema le interesa que los chavales estén flojitos"
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"Al sistema le interesa que los chavales estén flojitos"

Don Disturbios — 24-04-2024
Fotografía — Archivo

Desde los márgenes del sistema, y con el espíritu del que está de vuelta de todo, surgen las duras barras de Jarfaiter. Todo un filibustero de la rima que demuestra una vez más en “No soy nadie” (Autoeditado/DDB Music, 24) su enorme valía.

Jarfaiter estará actuando este viernes 26 de abril en la sala Razzmatazz 2 de Barcelona con todas las entradas agotadas.

Si estás leyendo esta entrevista con Jarfaiter en Mondo Sonoro, me da en la nariz que caben dos posibilidades: O eres un joven de barrio desencantado con el sistema, o eres un treintañero curioso, fascinado con el fenómeno causado por este rapero que se mueve en los márgenes de lo establecido. Aunque, bien pensado, existe una tercera posibilidad y es la que me afecta a mi en primera persona: Eres un padre con hijos que empiezan a afeitarse y llevan un tiempo machacándote las neuronas en casa con las barras sin cortar y a todo volumen del rimador más malote al sur de los Pirineos. Pero ¿es tan fiero el león como lo pintan? Lo es, pero no tanto como a priori pueda parecer. Y es que no todo es violencia en el mensaje de Jarfaiter, Existen también una serie de valores que nacen de lo más profundo del barrio. Un mensaje de corte anti-fascista que aboga por cuidarse, lejos de los excesos del alcohol y las drogas, y que no desea ser instrumentalizado. Pero dejemos que sea el propio protagonista es que se explique en esta entrevista que mantenemos vía zoom.

¿Piensas que tu mensaje de incorrección total y absoluta, conecta con los jóvenes porque es una forma que tienen ellos para canalizar toda esa rabia que acumulan precisamente por el hecho de ser jóvenes?
Bueno, yo creo que no es un mensaje tan incorrecto. Puede que tenga sus partes que es más fácil que sean mal vistas porque es un mensaje muy directo, muy explícito. Entiendo que es un contenido violento y que la violencia no está bien, eso está claro. Pero al final mi mensaje es también social, es también de superación, es también de responsabilidad, de cuidar a tu familia. De crítica social y de cambiar el mundo. Entonces, aunque mi música sea violenta, al final, la historia ha demostrado que los cambios importantes en el mundo muchas veces han sido a través de la violencia. Tal y como está ahora el mundo, yo creo que al sistema le interesa que los chavales estén flojitos, tengan una mentalidad débil, no entrenen, estén drogándose, bebiendo, distraídos con cosas absurdas, no aprendan. Entonces, creo que mi mensaje no es tan incorrecto. Lo que pasa es que puede ser malinterpretado, eso sí.

"He dejado de tratar temáticas que hablen de beber, de salir de fiesta, de todo eso"

Cuando decía incorrecto me refería más a incorrección política. Creo que los chavales se identifican con esa incorrección política y con ese lado outsider y antisistema ¿no? Ese no querer participar del juego en el que los mayores hemos tenido que acabar entrando por cojones porque no ha habido más manera.
Sí, políticamente incorrecto, eso sí que lo considero. Creo que es normal que llame la atención porque la gente ya está un poco harta de ver a dónde ha llevado el bipartidismo, a dónde nos han llevado algunas luchas que al final se han demostrado que lo único que hacen es dividir un poco más lo que es una lucha general. Entonces, creo que la gente me comprende ¿sabes? Cómo yo me siento en cuanto a estas cosas y cómo pienso las cosas. Muchos están de acuerdo e igual no tenemos una solución clara sobre lo que se debería hacer, pero lo que sí tenemos claro es lo que no se debería hacer, que es lo que se está haciendo.

Empiezas el disco con un más Jarfaiter que nunca. Pero, si no me equivoco, tú ahora has cumplido 30 años. Me imagino que el Jarfaiter de ahora es muy distinto al Jarfaiter de los 18-20 años, ¿no?
Sí, lógicamente. En muchas cosas soy igual, como por ejemplo en cuanto a gustos, a forma de vestir o a cosas más así. Pero sí que hay otras perspectivas a la hora de ver la vida, otros objetivos, otra rutina, otros hábitos. Sí, está claro. Maduras... Dentro de lo que es la locura que es mi vida, sí que he madurado y he cambiado, sí.

¿Y esa madurez cómo crees que se refleja en este nuevo disco, en “No Soy Nadie”?
En el disco, pues... sobre todo que he dejado de tratar temáticas que hablen de beber, de salir de fiesta, de todo eso. Igual hace ya un tiempo que lo he dejado de tratar, pero no estaba tampoco hablando en contra y, ahora, en este disco, sí estoy un poco dando caña a los chavales. Pues eso, tirando, por así decirlo, pullitas o barras, como riéndome un poco de la gente que anda así tan en fiesta y tan en esas cosas, un poco para picarles, tampoco para que les siente mal, pero un poco como para picarles. Para que digan, joder, es verdad que esto que estoy haciendo es de ser un pringado, no es de ser un máquina, ¿sabes? Y que les den ganas de hacer otras cosas, de estudiar, de entrenar, de ponerse a currar, de hacer cosas útiles y productivas.

Has hablado del tema de entrenar, sé que eres muy fan del boxeo. Además, también aparecen en el disco Bruce Lee, las artes marciales, Mohamed Ali, iconos de lo que son la lucha y el boxeo. ¿Es una forma de canalizar también toda esa rabia que puede llevar uno por el hecho de nacer en una barriada y  no tener las mismas oportunidades que el resto de la gente?
Sí, es una buena forma de desahogarte y de calmar tu cabeza, por así decirlo. El boxeo, las artes marciales en general. Los deportes de contacto son una muy buena salida la verdad. Igual que la música, igual que todo tipo de deportes, eso es una buena salida la verdad.

Pero ¿entiendes que tengan mala prensa?
Sí, es verdad que el boxeo tiene mala prensa. Aquí en España creo que ni se televisa el boxeo. Sí está como muy mal visto y no se da el reconocimiento a los deportistas de estos deportes que debería darse, comparado con futbolistas y similares... Pero sí que tiene como mala fama, porque si un niño le dice a su padre que se va a apuntar a boxeo, el padre nunca va a pensar “ay, qué bien”. A ver, hay padres que les gusta y lo entienden. Pero un padre que no lo haya practicado y que no conozca nada de ese mundo lo que va a pensar es que su hijo va a pegarse, lo van a pegar, o se va a volver un matón o cualquier cosa así. Nunca va a pensar que igual su hijo está frustrado y le viene de puta madre eso para la concentración, para todo. Al final es un deporte. No es un deporte para nada de hacer el bruto, es un deporte súper técnico. Hay que estar muy concentrado, tú no puedes estar boxeando enfadado. Si boxeas enfadado vas a boxear mal. Es un deporte que luce como algo muy distinto de lo que es en realidad. Entonces, creo que toda esta gente que juzga este tipo de deportes, lo que deberían hacer es practicarlos. El otro día en una entrevista me estaban preguntando por Llia Topuria pintándolo como si no fuera nada. Y es como, escúchame, que es un campeón del mundo, ¿sabes? Que no puedes hablar así de un tío que es campeón del mundo del deporte que sea. No puedes hablar como si no tuviera mérito alguno lo que hace. Al contrario. Es algo digno de admirar.

Otro de los mensajes que también se trasmite en tu música y en tus barras, tiene mucho que ver con el sentido del honor y la lealtad. Te gusta jugar con la figura del bandolero, que en el fondo es el kinky, pero el kinky con principios. Ese peso de la lealtad, de la honestidad, de la amistad, eso son valores de barrio, ¿no? Se consiguen en la calle.
Sí, son valores de la calle, pero que tampoco todo el mundo en la calle los tiene, ¿sabes? Son valores que se le deberían inculcar a los chavales; la lealtad, el honor, esas cosas. Yo siempre lo intento reflejar. Sobre todo la lealtad. El honor, aunque también es de admirar, tampoco es algo que yo pueda lucirlo tanto, igual. Pero sí, creo que a los chavales hay que darles un poco de eso, de principios, de valores, para construir sobre ellos su vida y su forma de pensar... Cuando algunos están enseñando que tienen que mirar por sí mismos, que da igual cómo hagan las cosas, que lo importante es llegar arriba, ganar mucho dinero, que da igual a quién pises... Pues, no sé, al final eso es capitalismo puro, que es en lo que estamos y es algo que está visto que no funciona. Entonces, vamos a pensar más en lo colectivo, aunque sea a pequeña escala. Y no te voy a decir que seas comunista, pero aunque sea con tu familia, con tu grupo de amigos, con tu gente más cercana, hay que tener ese sentido de la colectividad, de ayudar en tu barrio y no tanto ese individualismo de querer estar por encima a toda costa y ya está. ¿De qué te sirve tener un cochazo y una casa que flipas y un montón de dinero si la gente de tu alrededor está jodida?

Me gusta mucho esto que dices. Y, a raíz de esto que comentas del comunismo, desde luego comunista no eres, pero sí que eres antifascista. Eso también lo dejas muy claro en tu música. ¿Por qué crees que la extrema derecha, el fascismo, está calando precisamente entre los jóvenes de las barriadas?
Pues porque ahora la izquierda es muy aburrida, muy censuradora, muy woke, muy políticamente correcta. Son muy llorones de muchas cosas que a ningún joven le va a llamar la atención, a no ser que... Bueno, sí, hay jóvenes que sí, pero a un joven combativo no le va a llamar la atención. Y ¿qué pasa cuando llama la atención a jóvenes, pero no a los jóvenes combativos? A los jóvenes que de verdad quieren hacer cosas, que quieren hacer acción... Pues es un poco lo que tenemos ahora. Una izquierda de Twitter, una izquierda muy floja, muy floja. Entonces es normal que crezca la extrema derecha, cuando la oposición está tan floja, es normal que crezca. Es normal que llame más la atención a los jóvenes cuando estás viendo a la gente de derechas, que antes eran los conservadores y ahora se portan como unos macarras, y los que son de izquierdas parecen los típicos profesores que te están diciendo que todo lo que haces está mal… Pues es lógico que a los chavales les llame más la atención la derecha, es normal, es muy lógico.

"Luchar es luchar, no hacer como que luchas"

Y el racismo, ¿qué papel juega en toda esta fórmula?
Creo que cuando yo era más jovencito, el racismo estaba peor visto. A nadie se le ocurría decir algunas cosas en público, y veo que ahora está todo más abierto y no está tan mal visto. Pero también creo que ha sido por eso y que es como todo, ha habido una época como de tanta censura con todo en cuanto al racismo, al machismo, a todo. Se ha llevado tan al extremo que al final la gente ha dejado de tomárselo en serio y ha dicho “son los pesados estos, sabes”. Entonces el racismo es obvio que es algo que está mal, pero tampoco puedes coger a alguien porque diga una tontería y crucificarlo, sabes. Tú tienes que educar a la gente para que no sea racista, para que no se crean más que nadie por ser de otra raza, o traten a la gente de otros países, de otras etnias o de lo que sea, de una forma u otra, lógicamente eso está mal. Pero yo qué sé. Tampoco se puede volver loca la gente porque si no, al final, es que te conviertes en un viejo cebolleta y te va a salir el tiro por la culata y la gente va a hacer lo contrario. Es que no puedes tratar así a la población, no sale bien, yo creo.

Comentabas precisamente ahora el tema este de la izquierda de Twitter y tu relación con las redes sociales digamos que va muy por ahí. A lo largo del disco también hay varias barras que van referidas a esa gente que lanza la piedra y se esconde detrás de un tuit. Lo fácil que es atacar sin dar la cara ¿no?
Sí, bueno, en internet en general pasa eso, no solo con la política, sino, por ejemplo, pues los comentarios de YouTube, de los haters, todo eso. Pues al final, el estar blindado detrás de una pantalla, nadie sabe quién eres, puedes estar al kilómetro de la persona a la que le estás diciendo algo, pues eso te da más valentía. Entonces, a la hora de hablar de política la gente también se siente segura expresando ahí todo lo que piensa. Pero al final, para cambiar el mundo, se tienen que hacer cosas reales. Tienen que ser cambios reales. Tuiteando, poniendo posts en las redes sociales y votando, saliendo a la calle de vez en cuando si se hacen manis de estas que tampoco llevan a nada, porque son pacíficas y al final no molestan a la gente, autorizadas, muchas veces convocadas por el mismo gobierno… es que un poco es como una lucha que no es luchar. ¿Sabes lo que te quiero decir? Luchar es luchar, no hacer como que luchas.

¿Tienes muchos haters? Personalmente ¿cuál es tu relación con las redes?
Antiguamente tenía más porque es verdad que cuando empecé la gente no entendía mi movida y al principio había muchos haters todo el rato comentando y por la calle también. Un montón de problemas. Siempre me han querido medir, nunca se ha estado tomando mi movida en serio. Pero es verdad que de unos años para acá, cuando la cosa ha empezado a funcionar, eso ha ido desapareciendo poco a poco y han ido subiendo los seguidores, que siempre los he tenido. Pero al principio era muchos menos los seguidores y muchos más los haters. Ahora ya casi todo son cosas buenas. Casi todos son seguidores que me apoyan, que me quieren. El otro día lo hablaba con mi mánager, que ahora igual saco un vídeo y de repente veo un comentario feo y pienso: “¿y este? ¿por qué no le gusta? ¿por qué ha puesto esto?” y lo pienso y digo... pero si antes eran todos comentarios así y me daba completamente igual, no me importa una mierda y ahora veo uno y me rallo.

En este disco afloras en muy pocos momentos tus sentimientos. Yo diría que solo hay un par de temas que serían “Batusai”, la última del disco, que para mí es la mejor, a mí es la que más me ha gustado; y también en “La Honra de los Delincuentes”. Esas son las dos únicas canciones en las que afloras un poco esa parte más emocional, en la que incluso hablas de algún desengaño amoroso. ¿Qué te autocensuras más a la hora de mostrar tus emociones o a la hora de decir según qué cosas?
No me autocensuro mucho en general, la verdad. Me siento bastante libre en todos los sentidos. Lógicamente a la hora de decir cosas, por evitar temas legales, hay gente a la que no se le puede mencionar, hay fechorías que es mejor no decirlas, y cosas así. Pero no porque me censure yo de que diga “uy, lo que van a pensar de mí” y nada de eso, ¿sabes? Es más por evitar problemas. En cuanto a sentimientos, pues un poco parecido. He escrito, igual, canciones para chicas con las que he estado. He dejado de estar con ellas antes de sacar las canciones y ya no las he sacado. Y son canciones que para mí son buenas, pero igual ya no me apetece sacarlas, porque pienso que no se las merecen y la van a escuchar y van a saber que es para ellas, así que me quedo sin sacarlas. Entonces no sé si es... Esto no creo que sea censura, como tal, ¿sabes? Es más, que a veces evito decir cosas o sacar cosas por temas personales, pero no es porque me dé cosa expresar mis sentimientos en público, ni nada de eso. Porque tengo temas muy románticos, tengo temas muy tristes, fuera del disco. El disco ha salido así porque igual estoy en una época que estoy más cañero.

"Ni tenemos quien nos haya enseñado, ni los mejores materiales, ni nada de eso"

Lo que se nota también en el disco es que has subido un peldaño a nivel de producción y de sonido y se nota enpor ejemplo en “Jota Castellana”, que es un tema así como muy bandera de lo que es el disco. Ha sido un proceso de evolución, ¿verdad?
Sí, el disco hemos tardado bastante en hacerlo. Lo grabé entero primero con material que ya teníamos en el estudio y, como faltaba tiempo para sacarlo, y estaba haciendo algún festival y teníamos unos ahorros, decidí comprar material nuevo, una tarjeta de sonido, un micro, unas cositas, y lo volví a grabar entero de nuevo. A la vez se nos juntó que tuvimos unos problemas con el alquiler del local, nos querían echar y se nos complicó todo un poco. Pensábamos que tendríamos que cambiar de local ahí en el último momento. Pero en cuanto a calidad ha subido, por eso. Porque hemos comprado material, hemos hecho otra cabina nueva. Vamos mejorando poco a poco las cosas y también vamos aprendiendo. Mi productor (Gecko de la Rue) (NdR) no es un productor, es una persona autodidacta, no es una persona que haya estudiado producción musical, ni que tenga en la familia músicos, ni estas cosas que se suelen dar. Somos gente que vamos mejorando día a día y que hacemos lo que podemos. Pero bueno, a la gente le está gustado bastante. Pero es lo que te digo, ni tenemos quien nos haya enseñado, ni los mejores materiales, ni nada de eso.

Hombre, hay cosas muy chulas, como por ejemplo el uso del scratch en temas como “No Soy Nadie” que además le da una dimensión muy old school a la música.
Sí, eso a mí me ha hecho especial ilusión. Tengo amigos que, como no son tan raperos, pues como que no les gustaba que lo metiera. Me decían: “pero por qué estás tan pesado con meter eso” y yo les decía: "es que no lo entendéis". Cualquiera que haya escuchado rap viejo oye eso y… es difícil explicarlo, ¿sabes? Lo que es cuando escuchas un scratch si has escuchado rap desde antes. Es como algo que todos hemos querido meter siempre cuando éramos más chavalines, pero como hacíamos puro underground y tampoco nadie tenía unos platos, ni conocíamos a nadie que tuviera unos platos para poner un scratch... Pero ahora que puedo, pues lo meto.

¿Cómo te llevas con los raperos más pioneros de lo que es la escena rap en España? Háblese de SFDK, de Violadores del Verso, El club de los Poetas Violentos, 7 Notas, 7 Colores... Todos estos raperos. ¿Cómo los valoras?
Hay que ser sincero, ahora no escucho a ningún grupo de esos, pero sí he crecido escuchándolos porque, cuando era pequeñito, era lo que había. Yo empecé a escuchar rap pequeñito con 6, 7 años. Me dejaban recopilatorios y en esa época es el rap que había. Para mí son como los que me han metido en esto. Entonces les tengo mucho respeto. Personalmente no conozco prácticamente a nadie. Conocí a Zatu de SFDK en un festival y cuando salía yo, justo me vino a saludar y a felicitarme y, eso, no creas que para mí no es la ostia, porque es alguien que estaba escuchando yo con 7 años cantando sus cancioncitas cuando igual no entendía lo que significaban las letras, y ahora estoy terminando un festival y me está viniendo a felicitar. Entonces, no son gente con la que tenga un trato, igual como otros raperos que les gusta juntarse mucho con ellos, tener relación con ellos. A mí me da un poco igual, pero sí que les tengo mucho respeto, porque al final son los jefes, los que nos han hecho empezar a un montón de gente. Eso sí, ahora que he sido más mayor he descubierto música de esa misma época que me gusta más. Cuando era adolescente ya estuve descubriendo pues el rap que había por Alicante, cosas de Madrid, cosas así menos conocidas que lógicamente cuando uno es pequeño, no las descubre. Luego las descubres cuando eres adolescente y piensas, joder, ¿estos ya estaban haciendo esto cuando yo era pequeño? No he descubierto nada”.

Con la escena actual no te llevas mucho, ¿verdad? Tú tienes esa aureola de outsider, de estar un poco al margen de todo y también de la escena rap. No tienes mucha relación, ¿no?
Sí, soy un poco cerrado para eso, la verdad. Siempre lo he visto como que se juntan todos, hacen temas todos con todos. Yo qué sé, yo siempre he estado un poco apartadillo porque... Ya yo de por sí soy así, soy una persona cerrada en cuanto a relacionarme con la gente, soy bastante cerrado. Muy de mis amigos, de círculo cerrado y poco más. Entonces... Relacionarme con esa gente, que encima hay de por medio todos esos egos, esos intereses, esas cosas, es como que no, nunca lo he llevado bien. No me relaciono con ellos, la verdad, he sido un poco como Vegeta de "Dragon Ball", que está ahí también, pero está a lo suyo.

Pero les tiras bastante.
Sí, porque es lo que te digo, soy un Vegeta. Estoy ahí con ellos, somos todos raperos, sí, pero tampoco son mis amigos ni nada de eso.

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