Este fin de semana actúa dentro del Sesión Vermú en Buitrago del Lozoya (12 abril, junto a Casero) y Manzanares El Real (13 abril, con Casero).
“Cuando salió el disco fue una sensación de pena y nostalgia”, explica la vizcaína afincada desde hace tres años en Madrid. “Las huidas” habla de la necesidad de romper con la agonía de la rutina, aunque para ella el disco ha sido “una toma de conciencia con el momento vital mío y con las expectativas que me generaban las cosas que quería hacer. Ha sido un ajuste de cuentas, un ejercicio de sinceridad, de autoconocimiento y de intentar buscar focos de luz”. Para ella el concepto de “las huidas” funciona como concepto positivo y ver qué focos de luz puede aportar a este momento. “Creo que he tenido o tuve por adelantada la crisis de los treinta. He tenido un periodo muy existencialista. A medida que iba escribiendo me iba dando cuenta de que tenía un montón de preguntas y que en todas estaba intentando buscar algo. Las últimas canciones que escribí fueron teniendo claro hacia dónde estaba derivando todo, pero el punto de partida no fue pensado”. La grabación fue lenta al tener que compaginarlo con otros trabajos, pero al hacerla con su banda –Carla Silván, Pablo Fergus y Alex Moreno–, fue muy orgánico. Algunas canciones tenían más de tres años, por lo que estaba prácticamente hecho, solo le faltaban detalles. Pero la evolución es clara, puesto que su primer EP fue algo más acústico. Ahora Janire cuenta con más elementos y sus referencias musicales han cambiado desde entonces, dejando entrar influencias de artistas como Lorde o St. Vincent. “He aprendido a hacer música con distintos instrumentos, he conocido gente que me ha aportado otras ideas y me ha ayudado a hacer, musicalmente, ideas que tenía la cabeza que yo no era capaz de tocar”, explica.
“Está feo que lo diga yo, pero de verdad que el directo es chulísimo"
Y es que, para llegar a dónde está actualmente ha pasado por diversos sitios. Cuando comenzó, solo tocaba la guitarra y grababa en casas okupas de Bilbao. “Hacíamos jams o improvisaciones, siempre de calado punk. Eran grupos muy efímeros, quedabas con gente a tocar y luego ese grupo se disolvía y hacías otro. La primera maqueta que grabé fue en una casa okupa enorme que tenía dos plantas: en la de abajo había gente tatuando y arriba había un estudio. Estaba al lado de las vías del tren, cada vez que pasaba el tren no se podía grabar”. A partir de ahí, Janire quiso jugar y crear música, con lo que se fue uniendo a diversos movimientos y proyectos. De hecho, también fue bajista de Repion durante más de un año. “Pixel Negro II”, se encuentra en este álbum y es un tema que ha recuperado de su repertorio y lo ha convertido en una colaboración junto a François. “Toda la gente que me rodeaba quería que entrara esa canción en el disco. Me apetecía darle un aporte musical diferente y un plus o algo significativo. La hice con François, una amiga que he hecho en la música y que creo que inspira cosas parecidas a las que estoy haciendo”.
En “Las huidas” encontramos dos temas muy personales e íntimos, “no me despedí” y “la extraña”. ¿Cómo es soltar sus emociones y sentimientos en las canciones? Janire no tiene mucha “conciencia de la exposición de cosas personales” que hace. Aunque en el cara a cara sí que le da vergüenza hablar sobre esto. “Creo que las cosas que escribo, aunque partan de un punto muy egoísta, es muy fácil universalizarlas o que alguien ajeno pueda empatizar. Al final derivan sentimientos muy comunes, pero el punto de partida es una herida o una ocasión concreta”, comenta. A pesar de lo raro que le parezca, le emociona que haya gente que le escriba para contarle cosas personales gracias a sus canciones. “Es muy satisfactorio abrir un puente comunicativo a raíz de una herida pequeñita mía. Flipo con el poder que tiene la música en esos aspectos”.
Otra de sus canciones en la que comenta algo con lo que muchas personas se pueden sentir identificadas es “1 A.M”. Un tema que tiene que ver con sentirte fuera de una fiesta y querer irte. “La escribí del tirón cuando llegué de la fiesta y fue mi revancha. Me sentí satisfecha. Inicialmente no se llamaba así y yo daba nombres para que se identificara la gente”. A pesar de todo eso, las personas implicadas no se han llegado a enterar. “Soy valiente en secreto”, dice entre risas.
Durante 2025 espera presentar el disco en muchos sitios. El pasado enero dio el pistoletazo de salida del Inverfest, abriendo para La Bien Querida. Ahora ha dado forma a un show que, dice, no es muy habitual de vers ahora mismo por aquí. “Está feo que lo diga yo, pero de verdad que el directo es chulísimo. En directo tiene más matices y aportes: la guitarra la llevo con un montón de efectos. Va a haber muchos detalles que se generen en el momento”, concluye emocionada.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.