Unidos por la amistad, la pasión musical compartida y la devoción por Bessie Smith, la cantante Itziar Yagüe y el pianista Paul San Martín, firman un trabajo conjunto con el que homenajean la mítica figura de la intérprete de blues. Ocho temas que encapsulan el legado de la imponente artista, personaje pionero en su ámbito sonoro pero también por una arrolladora personalidad que logró triunfar en un mundo de hombres. Charlamos con los dos autores para conocer más en profundidad el contenido y origen de este exquisito y brillante disco.
El proyecto de interpretar canciones de Bessie Smith fue mostrado inicialmente en los escenarios, ¿siempre hubo la pretensión de convertirlo en disco o en qué momento tomasteis esa decisión?
Itziar Yagüe: En julio de 2022 estrenamos el proyecto en la programación de calle del Festival de Jazz de Vitoria. Cuando vimos la aceptación que había tenido por parte del público, que vino a escucharnos y a bailar, pensamos que grabando este disco podríamos dar a conocer esta música que, si bien no suena en las radiofórmulas convencionales, si se interpreta con honestidad, tiene la facultad de emocionar mucho a la gente. El magnetismo de Bessie Smith pervive en sus canciones.
Aunque sea típica la pregunta, ¿por qué la elección de Bessie Smith, es solo una cuestión musical o también tiene que ver lo que representa su figura?
Itziar Yagüe: … Y también la respuesta es típica: la vida de Bessie Smith está en su música. Su personalidad se refleja en su manera de cantar. Sus letras hablan de quien ella fue, del contexto social e histórico en el que vivió. Es imposible disociar obra de vida en el caso de Bessie y efectivamente esa característica hace mucho más atractivo el hecho de grabar sus temas, que además son magníficos.
El disco recoge temas interpretados en directo y otros grabados en estudio pero sin aditivos, respetando la primera toma. ¿Por qué habéis considerado tan importante mantener esa espontaneidad?
Itziar Yagüe: Quisimos recrear cómo se grababan hace cien años los discos. Esta música exige autenticidad, exige desnudarse completamente y saltar al vacío. Puedes hacerlo de otra forma, claro; de hecho, casi todo el mundo lo hace de otra forma. Nosotros quisimos ser fieles al estilo, asumimos ese riesgo en aras de un resultado que nos satisficiera, como así ha sido. Hay algo muy romántico en esta forma de abordar la música.
Aunque ambas intérpretes contáis con un tono de voz imponente, el de Bessie Smith y el tuyo son dos registros diferentes. Tomas la decisión, en mi opinión muy acertada, de no intentar imitar sino trasladarlo a tu ámbito...
Itziar Yagüe: Es que imitar a Bessie Smith me parece una tarea imposible, además de absurda y probablemente fallida. Creo que todas las cantantes tenemos nuestras preferencias porque además aprendemos a cantar imitando otras voces. En el conocimiento de una misma como artista está la clave para superar esa etapa. Por cierto, aunque nuestras voces difieren mucho en timbre, nuestros registros son similares: suelo hacer los temas en la misma tonalidad que ella. En otras circunstancias, Bessie habría sido una excelente mezzo – contralto lírica.
“Esta música exige autenticidad, exige desnudarse completamente y saltar al vacío”
El disco, pese a ser una representación escueta del amplio catálogo de canciones cantadas por Bessie Smith, recoge muy bien una diversidad de tonalidades, ¿fue uno de los factores esenciales a la hora de seleccionar el repertorio buscar esa diversidad?
Itziar Yagüe: En estos estilos musicales la voz manda, por eso la selección del repertorio corre a mi cargo, y elijo en función de mi gusto personal, sobre todo, y de cómo creo que soy capaz de defender el tema. En este caso, además, quise que el disco funcionara como una muestra de la capacidad de Bessie Smith de interpretarlo todo: blues viejísimos y dolientes (“Careless Love”, “Oh Daddy”), el estándar de jazz mil veces tocado pero que ella hizo especial (“After You’ve Gone”) o los legendarios temas del blues que tan bien cuentan su vida (“Nobody knows you when you’re down & out” o “T’ain’t nobody’s business”), sin olvidar la elegancia en la representación del deseo sexual femenino que hay en “Reckless Blues” o en “Sugar in my Bowl”.
Quizás sea difícil la elección, pero del todo repertorio de Bessie Smith, ¿cuál sería vuestra canción favorita o al menos aquella con la que os enamorasteis de su figura?
Itziar Yagüe: Sin duda “Sugar in my bowl” es la canción que yo quisiera haber escrito, con la que más me identifico y que más disfruto cantando. Jamás me canso de ella aunque hace unos diez años que la llevo en mi repertorio y creo que la canto en el noventa por ciento de mis conciertos. Me gusta lo que esa canción saca de mí.
Paul San Martín: En mi caso me gusta particularmente su interpretación del “Saint Louis Blues”, de William Handy. Grabado en 1925, con ese puente tan particular en modo menor y su letra desgarradora, acercó a la lista de éxitos de la época las preocupaciones de la población afroamericana.
Y en cuanto a esa elección del repertorio, ¿se ha quedado fuera alguna canción con la que no hayáis quedado satisfechos con el resultado final o por la imposibilidad de ser adaptada?
Itziar Yagüe: No hemos descartado nada. El disco contiene exactamente lo que queríamos incluir en él, aplicado el criterio que ya hemos expuesto, el de hacer las canciones lo más naturales y sencillas posible.
Hay temas como "'Tain't Nobody's Bizness If I Do" que ya en su versión original están sostenidos solo por voz y piano, pero en muchos otros tiene mucho peso el uso de los metales o de la orquestación. Teniendo en cuenta que el formato del disco se basa en piano y voz, ¿fue más complicado adaptar esos temas que contaban con una mayor instrumentación?
Paul San Martín: Me encargué de hacer la reducción al piano de esos temas más orquestados. Eso ocurre mucho en el jazz en general y más particularmente en el blues clásico de aquella época, donde todas aquellas grandes damas estaban tantas veces acompañadas únicamente por un pianista y puedes encontrarte un mismo tema grabado con formaciones diferentes.
“Por desgracia, el mensaje de muchas de sus canciones está más vigente que nunca, aunque ojalá hubiera quedado obsoleto”
Me llama la atención la elección de “I Wish I Could Shimmy Like My Sister Kate” , que según sus biógrafos fue un tema que cantó Bessie Smith en sus primeras pruebas profesionales y con el que fue rechazada por suponer una interpretación demasiado brusca...
Itziar Yagüe: Ese tema es la curiosidad del disco y una pequeña gran joya escondida de Bessie. Ella la grabó con Clarence Wiliams en 1925, según la DAHR, lo que me hace pensar que es probable que la cantara en sus shows aunque no exista registro ni certeza de ello. Este pequeño misterio dota de encanto a la canción, que es un clásico del repertorio Nueva Orleans de los años 20. Suena muy ragtime en manos de Paul y yo disfruto muchísimo cantándola.
Cuando se graba un disco siempre uno de sus retos significa conseguir atraer la atención y el sentimiento del oyente, pero dada la naturaleza de este trabajo, ¿otra de sus aspiraciones sería dar a conocer la figura de Bessie Smith?
Itziar Yagüe: Sin duda alguna. Ver su nombre en los titulares de las entrevistas que nos hacen los medios me enorgullece y satisface mucho. Siempre hemos pensado que si a través de este disco alguien llega a escuchar la música de Bessie habremos cumplido nuestra misión, lo cual no quita que lo hayamos hecho por puro placer.
A pesar de estar acostumbrada a interpretar tus propias canciones, ¿sientes estar hablando de ti misma también al cantar el repertorio de Bessie Smith?
Itziar Yagüe: Muchas intérpretes de otras generaciones, voces y estilos (Nina Simone, Billie Holiday, Joplin o Madeleine Peyroux) han cantado sus temas, muy probablemente porque se sentían identificadas con ella, igual que yo. Salvando las evidentes distancias, ya que yo soy una mujer blanca a la que nunca le ha faltado techo ni comida, y con el debido respeto a las desgracias que sufrió Bessie, sí siento una fuerte conexión con ella. Ese es el gran milagro de su voz, de su personalidad: consigue que estas canciones alcancen directamente nuestras entrañas, algo que solo consiguen intérpretes verdaderamente extraordinarios y ella lo era, aunque no esté reconocida como tal en la historia de la música del siglo XX. Por otro lado, el hecho de cantar sus canciones me ha dotado de la suficiente confianza en mí misma como para escribir las mías. Me siento en deuda con ella.
“El hecho de cantar las canciones de Bessie Smith me ha dotado de la suficiente confianza en mí misma como para escribir las mías”
Algunas canciones tienen más de un siglo cuando fueron interpretadas originalmente, pero a día de hoy, ¿su mensaje sigue siendo válido, social y emocionalmente?
Itziar Yagüe: Por desgracia su mensaje está más vigente que nunca, aunque ojalá hubiera quedado obsoleto. Hay asuntos en los que, si no se avanza, se retrocede: el racismo o la violencia contra las mujeres están lejos de ser erradicados en 2025. Me resulta inconcebible que hayan pasado cien años y aún estemos así y supongo que a ella también le sorprendería. Por otro lado, el blues está fuera del mainstream, así que su supervivencia está asegurada más allá de las modas, afortunadamente.
El hecho de haber trabajado alrededor de estas canciones, ¿qué aprendizaje sentís que habéis adquirido de cara a vuestras propias carreras?
Itziar Yagüe: Tanto he aprendido de cantar las canciones de Bessie Smith que, como te decía antes, me siento en deuda con ella. Primero porque vocalmente son exigentes, aunque realmente eso es lo de menos. Segundo, porque me han dotado de autoestima y de fuerza tanto en el ámbito personal como en el profesional. Tercero, porque he aprendido sobre el papel que ella y todas sus coetáneas desempeñaron en la popularización del género. Y cuarto, porque me han enseñado historia del siglo XX.
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