La nueva etapa de la banda mallorquina no solo ha venido marcada por su paso del inglés a castellano como lengua de expresión sino por una remodelación de su lenguaje creativo, ahora mucho más cercano al indie rock con devaneos electrónicos, algo que se evidencia desde el primer segundo al escuchar este nuevo principio que es “Perfecta pieza”. Ahora, además son noticia por dos cosas más. Por un lado, este próximo viernes estrenan remix de “Viaje astral”, una de las canciones del disco, firmado por David Kano, remezclador y líder de la banda madrileña Cycle. Por el otro, forman parte de las giras del ciclo Girando Por Salas para el próximo año. Podrás verles en: Castellón (2 febrero, Four Seasons), Valencia (3 febrero, Matisse), Madrid (2 marzo, Costello Club), Burgos (3 marzo, La Rua), Reus (16 marzo, Sala Japan) y Barcelona (17 marzo, Sidecar).
¿Por qué este cambio de Charly Taylor a Isla Iglú?
No hay motivo ni hay fecha concreta. Después de varios años cantando en inglés decidimos hacer el cambio. Entre nuestros seguidores había gente que nos decía: ‘’¡Ojalá entendiéramos las letras!”. Un día al terminar un bolo en el que compartíamos cartel con el grupo Cycle, conocimos a Kano, la China y demás. Estuvimos charlando un rato con ellos. Cuando les comentamos que estábamos pensando en cambiar el idioma, nos dijeron que creían que era una idea magnífica. Fue el empujón que necesitábamos.
Más allá del asunto idiomático, una de las principales diferencias está en el sonido, con una mayor presencia de sintetizadores y préstamos de la electrónica.
Bueno... El concepto es más o menos el mismo que antes, aunque sí hay temas en los que que, en la mezcla, no hemos tenido miedo a usar con más descaro sintetizadores y baterías totalmente electrónicas. Sin embargo, hay otros que se mantienen bastante fieles a nuestra primera época.
De hecho, varios temas de “Perfecta pieza” se han repescado de vuestra época como Charly Taylor.
Es verdad, un cincuenta por ciento del disco formaba parte de un epé que teníamos preparado para lanzar en inglés. Fue justo antes de publicarlo que nos volvimos locos y decidimos hacer el cambio.
En esta nueva etapa, en algunos momentos recordáis a bandas como Grises, si hablamos de la escena española, o, si nos fijamos en grupos de fuera, a Two Door Cinema Club.
Nos molan Grises y Two Door Cinema Club, ¡por supuesto! Pero no somos muy de escuchar a otra gente. En el estudio hemos intentado no parecernos a nadie sino hacer lo que realmente ha surgido y lo que nos ha parecido que era el camino correcto a seguir para cada tema. Somos un grupo musicalmente muy abierto, escuchamos mucha variedad de canciones de cualquier género… Podría citar mil referentes, desde Arcade Fire a The Kooks pasando por Metronomy hasta llegar a Digitalism.
Os definís como perfeccionistas obsesivos, ¿es a eso a lo que hace referencia el título del disco?
En parte sí. Aunque con este disco hemos descubierto que las canciones se abandonan, no se terminan. Una vez nos dijeron: “chicos, entre el perfeccionismo y la imbecilidad hay solo un paso”. Ahí fue cuando aprendimos a tomar decisiones, sino quizás seguiríamos en el estudio probando arreglos (ríe).
¿Aun así, ahora que ya lo habéis podido escuchar y reescuchar tanto como habéis querido, cambiaríais algo de “Perfecta pieza” para que sonara más perfecto aún?
La verdad es que estamos más que satisfechos con el resultado. Podríamos decir que para nosotros no es necesario cambiar nada. Los cambios los hacemos en el directo, que es nuestro punto fuerte y donde se puede dar rienda suelta a cada uno de los instrumentos. En cambio, en un estudio tienes que ser más meticuloso, más pulcro.
Explicáis que trabajáis cada tema como si fuera un single. Más interesante aún es que realizáis dos o tres versiones diferentes de cada canción y os quedando con la que más os convence.
Así es. Trabajamos poniendo cada canción en el Olimpo como si fuera una diosa, la vamos creando y moldeando hasta que creemos que es la versión definitiva.
De hecho, recientemente descubríais una versión acústica de “Mirada helada” que suena completamente diferente a la que aparece en el disco.
Exacto, a eso es a lo que nos referimos cuando decidimos que trabajamos diferentes versiones de cada uno de nuestros temas. Y más allá de “Mirada helada” tenemos preparado material para ir goteando cuando lo creamos oportuno. Estamos muy inmersos en la creación de una versión alternativa muy minimalista del disco y algún que otro remix. Después, y como comentaba antes, está los conciertos, que son pura energía. Nuestro directo es mucho más potente que el disco, con variaciones, momentos instrumentales y muy dinámico.
El disco lo ha producido todo un clásico de la escena mallorquina como Toni Noguera, quien ha trabajado con lo bueno y mejor de la isla: Oso Leone, Los Valendas, L.A., Still Morris...
La experiencia de trabajar con Toni ha sido inmejorable. Noguera se ha convertido en nuestro gurú: nos ha enseñado, nos ha hecho ver los errores y nos ha ayudado a definir nuestro sonido. Hemos ido aprendiendo de él y él de nosotros, mezclando su sabiduría y experiencia con nuestra frescura y juventud.
El disco está teniendo una magnífica acogida. Las reproducciones de vuestros temas en Spotify se cuentan por miles.
Estamos muy sorprendidos. Teníamos claro que el cambio de idioma era un acierto pero la verdad es que la respuesta está siendo más grande de lo que esperábamos. A la gente parece que le está gustando mucho el disco, sobre todo algunos de los temas, como “Eterno’’ que se está desmarcando como nuestro particular hit. El futuro no pinta nada mal. Lo primero era poner nuestro nombre en el mapa y parece que lo estamos consiguiendo: vamos sumando reproducciones y seguidores día tras día. Hay algún que otro bolo a la vista y estamos preparando sorpresas para los próximos meses. Probablemente comencemos una gira nacional pasado el verano y allí tenemos puesta toda nuestra energía para reventar los escenarios.
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