La historia de Dinero debería alegrar a quien confíe en que se puede hacer un grupo de música en tiempos tan jodidos y aun así que esa trayectoria no pase aparentemente por ningún momento descendente. Habiendo sido bendecidos por la mística del Sonorama, entraron en diciembre de 2008 a grabar el que sería un debut, “Dinero”, aparecido a finales del siguiente año y que les iba a llevar a una gira creciente y casi interminable hasta que el pasado año ésta dejó paso al proceso de composición de la reválida. Pero comencemos por el principio. Y ese es Madrid como punto de encuentro entre Sean y Rubi, desde Alicante, y Ekain desde Bilbao. (Sean) “Hemos sido un poco kamikazes, quizá por el hecho de haber sacrificado lo que dejamos atrás cuando vinimos a Madrid. Llega el punto de ver hasta dónde llega, y currar mucho y que te pille la suerte currando. Lo que hemos conseguido ha sido un ochenta por ciento de curro y un veinte de suerte”. (Ekain) “Siempre hemos sido un grupo en ascenso y eso te va rellenando un poco el depósito. La gira del primer disco iban a ser veinte conciertos y acabaron siendo ciento cincuenta. Y hechos como telonear a Foo Fighters te dan energía, son sueños cumplidos”. (Sean) “Es como los documentales ‘Behind The Music’ de VH1, ¡pues hemos pasado por todo eso ya! Cuando sacamos el primer disco vimos la luz al final del túnel, aunque lejos. Si hubiéramos dejado de verla todo hubiera sido más complicado”.
Entrados en harina es en las coordenadas estilísticas en las que se mueve el trío donde está quizá la madre del cordero de lo que ha rodeado y rodea a una banda que en ocasiones parece evocar la tradición anglosajona del power-trio desde una perspectiva netamente local, urbana, con el castellano como vehículo y con la atención puesta en las caderas de las primeras filas. (Ekain) “No encajamos claramente ni en un rock a lo Barricada, Marea, Extremoduro ni en un rock a lo Lori Meyers”. (Sean) “A partir de los noventa se ha ido separando mucho el tema musical en este país con la independencia o no independencia y creemos que hay un vacío entre esos dos mundos que en otros países no existe como tal. Es en ese punto donde hay bandas en otros países que nos gustan y que sin embargo aquí es más difícil encontrar. Para nosotros, intentar llenar ese hueco nos podía salir muy bien o muy mal pero es el camino que tomamos. Ese hueco existe en nuestro país, aunque quizá no haya habido bandas que lo vieran o que por circunstancias se esté llenando ahora por parte de bandas que proceden del mundo independiente, pero que tienen una visión más amplia de la música. El público está respondiendo de manera que entiende que necesita que se llene ese hueco. Nosotros estamos encantados a ese respecto”. El éxito de la fórmula, en su caso, es indudable, y eso ya sabemos lo que trae. (Sean) “En este país, como este tipo de música no ha tenido la popularidad que ha tenido en otros lugares, la gente se ha vuelto muy proteccionista y hemos pasado a tener dos extremos, por un lado la gente que consume música de todo tipo como parte de su vida y por otro la gente que protege la música independiente hasta el punto de que si una banda se sale del guión o consigue cierta popularidad, le van al cuello en lugar de apoyarla”. (Rubi) “Mola crecer, pero antes que eso, mola mantener una integridad personal, aunque los demás la perciban de otra manera, que eso es otra movida”. (Sean) “A nosotros nos salió algo que dijimos ‘esto puede gustarle a mucha gente y puede llegar a convertirse en nuestra principal forma de vivir’, que es el sueño de cualquier músico”. (Ekain) “No hay fórmula ni secretos, la gente es la que decide si le mola o no. Cuando haces cierto tipo de música eres consciente del techo que tienes, e intentas acercarte lo máximo posible a él. Sabes que si haces cierta música vas a llegar hasta aquí, o que si haces esas otra, hasta allí”. Un asunto en el que la exposición de la banda les ha hecho, como decimos, objeto de comentarios que ellos se esfuerzan en mantener ajenos a la propia dinámica interna. (Sean) “Hay veces que tenemos una canción que creemos que es cojonuda aunque no nos llene tanto y nos encontramos en la tesitura, sin que nadie la haya escuchado ni nada, de decir ‘bueno, es que a lo mejor va a petar más que esta que nos gusta diez veces más’, pero la hemos hecho, es nuestra, y tiras para adelante”. (Ekain) “Los hijos feos son hijos tuyos también. Haciendo lo que nosotros queremos y teniendo las plazas llenas y la prensa poniéndonos a parir, yo estoy tranquilo”. (Sean) “Como dice la frase, lo importante no es que hablen mal o que hablen bien, es que hablen de ti. Aun así a nivel de prensa siempre nos han tratado muy bien, las críticas siempre han sido muy cautelosas”.
Volvernos a centrar en el motivo que hace que estemos en torno a una céntrica terraza de un país que parece haberse declarado a sí mismo una tregua mientras dure la Eurocopa: hablar de “Año Perro”, un segundo disco muy pensado desde su composición hasta su llegada a los hogares de cada fan (el disco se vende por correo directo, sin distribución en grandes superficies). La primera escucha es suficiente para hacer de adivino sin mérito. Las nuevas canciones de Dinero van a funcionar en directo para esa legión de seguidores que parece no dejar de crecer desde aquel 2008. El cóctel de melodía, arreglos sencillos y sonido limpio parece confirmarse como el camino a seguir. (Sean) “En cuanto a sonido se ha intentado que se pareciera más al directo, aunque haya habido errores de los que vamos a aprender para el futuro. Nos acercamos poco a poco al directo y, si por nosotros fuera, habría tanto ruido y ‘guarrismo’ que sangrarían los oídos, pero vamos poco a poco”. (Ekain) “Depende también de la canción. Cada una te lleva a un sitio, hay canciones que se han quedado fuera muy guarras, muy grunges, tanto que el día que las grabemos queremos que suenen así”. Sin embargo, en el presente, el sonido permanece mucho más limpio, en comparación, que las letras de Sean. (Sean) “En este disco hemos intentado explorar otros terrenos, hacer algo más abstracto quizá que en el primero, enfocar algunos temas con más rabia, como ‘Nuevo Desorden Mundial’ o ‘16 horas de nieve’, que es un poco más difuso. Como lector, yo soy muy de ciencia ficción, de temas filosóficos dentro de ella con una perspectiva muy esotérica, intentando coger ideas que me llamen la atención”. Más espinosa es la óptica presuntamente hedonista de la que pueden ser tildadas ciertas líricas como la de “Mi generación”. Un debate en el que tiene mucho que ver la delantera que parece haber (vuelto a) tomar lo colectivo frente a lo individual también en la música. (Sean) “Intentas reflejar que está pasando algo que es malo, pero sin posicionarte tampoco de una manera política o agresiva o directa. Dentro de nuestro estilo, que no se corresponde tanto con ese posicionamiento, hemos encontrado el punto de poder manifestar lo que pensamos en algunas canciones sin que nos puedan atacar por ello”. (Ekain) “Tenemos la suerte de poder elegir entre decirlo o no”.
Boom shaaalkka boom boom, problem solved.