"Improvisamos mucho en el estudio"

Los británicos recuperan su cara más delicada y cinética en “Tales Of Us” (Mute/Pias, 13), un álbum sobrado de belleza atemporal y dramatismo orquestal que gustará a los antiguos seguidores de “Felt Mountain” y “Seventh Tree”.

Nueva vuelta de tuerca para una de esas bandas que nunca se ha querido ceñir a un patrón único. En “Tales Of Us” Alison Goldfrapp y Will Gregory vuelven a construir otra bella obra bañada de parajes cinéticos que tanto bebe de las orquestaciones de su puesta de largo, “Felt Mountain”, como de los ambientes folk pastorales de “Seventh Tree”. Ambos álbumes sobrevuelan en la cabeza de cualquier conocedor de su discografía previa, pero curiosamente cuando se le pregunta a Alison por el asunto ella prefiere esquivar las comparaciones. “Yo no diría que realmente sea así”, comenta vacilante tras una incómoda pausa al otro lado del teléfono. “Los periodistas siempre tendéis a comparar, como si hubiéramos hecho unos discos mejores que otros”, dice tajante. Rompiendo la tensión inicial abordamos con Alison otros aspectos de su última criatura, como por ejemplo el hecho de que todas las canciones del álbum (a excepción de “Stranger”) cuenten con un nombre propio como título “porque todos los temas están inspirados en personajes de películas y novelas. La idea de titularlos así nos pareció algo muy simple y eficaz, además de una forma de personalizar todo aquello que se cuenta”.

Dos años y medio es lo que les ha costado tirar adelante esta colección de melodías preciosistas que juegan a ganarse la atemporalidad. “Si ‘Tales Of Us’ fuera una película sería algo así como un thriller romántico psicológico”, afirma la diva, quien se siente igual de cómoda apelando al dramatismo peliculero sobre el escenario como aflorando su yo más hedonista. Lo cual nos lleva a una pregunta: ¿qué les ha animado a juguetear con tantos estilos a lo largo de su carrera? “El planteamiento sonoro de cada disco depende de cómo nos encontremos en cada momento. No somos una banda que tenga una estrategia preestablecida y decida seguir ninguna moda. En esta ocasión nos apetecía muchísimo componer unas canciones que fueran simples, acústicas y aderezadas con unas buenas cuerdas. Aunque lo cierto es que desde el principio hemos seguido el mismo proceso de composición; improvisamos mucho en el estudio hasta que encontramos esa magia necesaria para articular sonoramente un disco. Somos los mismos de siempre a pesar de que cambiemos los instrumentos electrónicos por otros más orgánicos”, revela Alison sobre su incontinencia creativa