“Un bolo de IDLES tiene que seguir siendo de IDLES, no yo con un puto sintetizador”
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“Un bolo de IDLES tiene que seguir siendo de IDLES, no yo con un puto sintetizador”

JC Peña — 29-02-2024
Fotografía — Daniel Topete

Los británicos IDLES no lo tenían fácil para dar continuación a su brutal disco de finales de 2021 “Crawler”. “TANGK” (Partisan/PIAS, 24) les muestra sin miedo a experimentar con el sonido y las atmósferas, con algunos momentos memorables que enriquecen su repertorio. Lo presentan el 1 de marzo en Madrid (WiZink Center) y el 2 en Barcelona (Sant Jordi Club).

La agenda de Mark Bowen, guitarrista y alma musical del quinteto de Bristol, es tan apretada que no queda más remedio que conectarnos un domingo a media tarde. Se encuentra con el resto del grupo en Nueva York, donde van a grabar en directo “Gift Horse” para el programa de Jimmy Fallon.

Debe ser pronto al otro lado del Atlántico, pero el músico está exultante con su nuevo álbum, y acude a la cita con impecable puntualidad. No les ha resultado fácil, insiste, salir de su zona de confort -un concepto al que se refiere una y otra vez-. Les ha ayudado en la empresa el prestigioso productor Nigel Godrich, responsable de la estética sonora de Radiohead, que se ha unido a su habitual técnico Kenny Beats. Todo ello da para una conversación intensa.

Viniendo de un disco tremendo como “Crawler”, ¿cuál fue el punto de partida para llegar hasta aquí?
Ha sido interesante. Teníamos muy claro a dónde queríamos ir. “Crawler” fue un gran salto adelante en cuanto al sonido y la experimentación. Pero hubo muchas cosas inacabadas. No creo que llegáramos a conseguir hacer el tipo de canciones con el nivel de excelencia que buscábamos. Y lo que queríamos era avanzar a un lugar que fuera un desafío. Ir más lejos con el nuevo sonido de IDLES. Esa era la teoría, pero ponerla en práctica fue difícil, porque, en primer lugar, estábamos girando constantemente; y en segundo lugar, nos queríamos poner un reto. La idea era llegar a un lugar que fuera nuevo, componiendo cosas nuevas y difíciles. Ha sido el proceso más arduo y difícil a la hora de hacer un álbum de IDLES.

¿Por qué?
Porque ha requerido mucha atención y trabajo. No ha sido simplemente nosotros componiendo instintivamente. Queríamos estar incómodos y llegar a sitios en que todavía no éramos excelentes. Pero llegamos.

Supongo que trabajar con Nigel Godrich ha sido una parte esencial.
Bueno, habíamos currado con él en la sesión de The Basement. Obviamente, se trata de Nigel Godrich: soy un fan total de su trabajo, pero me cautivó su interpretación de lo que habíamos tratado de hacer en “Crawler”. Así que nos pareció muy natural involucrarle. El otro motivo es que, como nos hemos autoproducido bastante, Joe y yo no nos lo queríamos poner fácil a nivel compositivo. Yo quería a alguien que se hubiera visto en ese tipo de situaciones antes. Él [Nigel] ha estado con artistas en esos momentos en los que dan un giro inesperado y se han sentido en buenas manos haciendo música difícil. Es lo que pensé. Pero lo más inspirador es que, según íbamos más y más lejos, también le hicimos sentir incómodo a él. No nos dejaba meternos en nuestra zona de confort y él tampoco lo hacía. Fue estupendo. Todos aprendimos muchísimo. Creo que Nigel aprendió también unas cuantas cosas.

Supongo que con cuatro discos a vuestras espaldas, hacer algo que sea diferente y fresco sin dejar de ser vosotros no es nada fácil. Habéis mezclado experimentación con estribillos y todo eso, pero entiendo que el equilibrio es complicado.
Sí. Queríamos sobre todo meter más información melódica y armónica. Puede dar un poco de grima cuando se canta encima de la música heavy y discordante que hemos venido haciendo. De modo que teníamos que abrirnos musicalmente para que Joe encontrara más espacio. No fue fácil, pero una vez encontramos los ritmos y los patrones, todo fluyó con relativa facilidad. No debes pensar mucho en ello cuando compones, pero tuvimos que hacer un trabajo previo. Tienes que prepararte, hacer los deberes. En este disco hemos hecho muchos deberes.

"Queríamos estar incómodos y llegar a sitios en que todavía no éramos excelentes. Pero llegamos"

Te iba a preguntar precisamente por la voz de Joe. Es evidente que canta mejor que nunca. ¿Lo trabajasteis específicamente?
Ha sido muy importante, y ahí es donde intervino (el técnico) Kenny (Beats). Kenny y Joe lo trabajaron cuando grabamos las voces en el estudio de Francia (La Fabrique). Se lo curraron mucho. Kenny estuvo muy encima de Joe, poniéndole incluso incómodo. Cuando Joe volvía a lo de siempre, Kenny se lo recordaba: “Esto no era lo que querías hacer”. Se puso mucha concentración en su interpretación vocal. Hay muchos signos de vulnerabilidad en las voces, puedes oír la emoción de un modo mucho más dinámico, precisamente por la atención que le puso Kenny. Y teníamos acceso a un estudio alucinante que cuenta con micrófonos increíbles. Joe tuvo que aprender mucho para usarlos. No puedes ponerte delante de un micro antiguo de válvulas que suena increíble y cantar cualquier cosa. Ahí hubo mucho trabajo.

¿Cómo ha evolucionado el modo en que trabajáis como grupo en todo este tiempo?
Antes era una experiencia mucho más colaborativa. Los cinco aportábamos, aunque Joe y yo éramos un poco los que liderábamos. Pero ahora es sobre todo lo que hacemos los dos. Colaboramos mucho, pero también somos entidades separadas. A veces cuesta, pero funciona mejor cuando le dejas respirar al otro, permitiéndole que explore lo que tiene que explorar. Se dio mucho en este disco. Hubo momentos de ofuscación y otros en que todo fluía. No partíamos de la misma hoja, pero la cosa funcionó porque la otra persona cedía dejando al compositor principal que se expresara. Es una gran parte de nuestra dinámica en este álbum.

Habéis grabado en Francia, como dices. ¿De qué modo influye en lo que queréis hacer el entorno donde estáis? ¿Necesitáis estar en un lugar muy distinto, es para vosotros importante?
Creo que es muy importante. Real World, donde grabamos “Crawler”, es de los mejores del mundo, es increíble. Siempre vas a poder conseguir buenos resultados allí. Pero la cuestión es que si repites algo, vas a perseguir algo que ya tenías: es decir, vas a tender a recrear lo que ya estaba en el anterior. Y eso va a fomentar una falta de espíritu aventurero. Porque no vas a estar incómodo, y lo mejor sale cuando no estás cómodo. De modo que se trata de ir a sitios distintos. Con este álbum yo al principio quería que nos montáramos nuestro propio espacio, y que no fuera un estudio propiamente dicho. Para que la experimentación y la incomodidad fueran nuevas. Pero necesitábamos un estudio de clase mundial para tener…acceso a cosas. Y lo tuvimos en La Fabrique.

¿Qué me cuentas del título? Es una palabra onomatopéyica, como un ruido.
Es lo mismo que con la música, va de renovarse. Queríamos que fuese una palabra sin sentido, que no acarreara ninguna mochila. Si le poníamos al disco algo parecido a los anteriores, “Joy As An Act Of Resistance” o “Ultra Mono”, entiendes las palabras y te haces una idea de lo que significa el álbum. Para nosotros representa al disco. Cuando lo oyes, la palabra es la única cosa con lo que lo relacionas. Se trata de que la única referencia que tengas para la palabra sean estas once canciones.

Entiendo que entonces no teníais un tema específico en mente a explorar.
Siempre empezamos con un título, lo tenemos al principio de todo. Lo que se discute mucho es qué significa para cada miembro del grupo y cómo queremos representarlo. Luego va creciendo. Siempre es más fácil para Joe, que es quien escribe las letras. Pero los temas afloran por sí mismos. Si inspeccionas lo que ha escrito, puedes ver qué pretendía expresar. Pero en lo que a mí se refiere, es mucho más abstracto. Lo que quiero expresar lo explico con música. Como oyente, eres tú quien tiene que sacar cosas. No quiero decirle a la gente lo que tiene que oír. Si lo hiciera, le quitaría parte del misterio y los colores que va a experimentar…

Normal.
Y no quiero colorear la experiencia de cada persona. Quiero que lo haga de la forma más pura. Además, es que Joe y yo no somos fiables, porque estamos demasiado involucrados. Es mucho mejor que tú oigas el subtexto. Los artistas no siempre son conscientes de su puñetero subtexto, a no ser que estén muy al tanto de cada paso que dan. Por eso exploramos las cosas con el arte.

Desde luego. Planteas preguntas, no respuestas.
Exactamente. Ya sé que es una respuesta un poco de mierda, porque lo que quieres es que hable de ello. Y me preguntas porque a la gente le interesa, pero es que todavía no lo sé…

Es una respuesta muy sincera. Otra cosa: no cabe duda de que a día de hoy sois una de las bandas más intensas que uno puede ver sobre un escenario. En ese sentido, y por lo que me cuentas, los procesos de grabar y tocar en vivo deben ser para vosotros totalmente diferentes.
Obviamente son procesos increíblemente distintos. La razón por la que nuestro directo es tan cautivador e intenso es porque, al ser un momento clavado en la vida, podemos olvidarnos de pensar. Los mejores bolos son aquellos en los que simplemente estás ahí presente con el público, en la experiencia del show. En ese momento no pensamos demasiado en lo que hacemos. En el estudio es muy diferente, aunque está el mismo nivel de intensidad. Hay otra cosa a tener en cuenta: algunas de las canciones de este disco se grabaron en directo en una toma o algo así, pero el resto se sacaron de muchas cosas y se ensamblaron, pero con la misma actitud de presencia desinhibida que hay en nuestro directo. Una de las mejores cosas de trabajar con Nigel y Kenny es precisamente la falta de deferencia hacia el proceso de grabar. No es algo que reverenciemos.

Como si fuera algo sagrado.
Sólo sirve a lo que estamos creando en el momento. La clave es que es algo instintivo. Se convierte en lo que existe en ese momento único, en lugar de “esto es lo que hacemos”. En ese sentido, con nuestros discos anteriores nos habíamos hecho algo complacientes, porque componíamos unas canciones, las ensayábamos una y otra vez, las tocábamos en directo, hacíamos tres tomas en el estudio y ya está. Eso es lo que tienes. Lo que grabas es lo que grabas. En este disco hemos trabajado mucho más.

Hablando un poco de canciones específicas, “A Gospel” es probablemente la canción más tranquila que habéis hecho nunca…
Sí, bueno, yo diría que quizá sería “Monolith”, la última. Pero sí, en ese caso la idea partió de una pieza de piano. Gran parte del disco está influido por la música pop de los 50 y los 60, pop de cámara. Pero to quería escribir una canción de rock and roll old school desnudada hasta su forma más pura. Eso es todo. Tratábamos de llegar al mismo grado de intensidad y violencia que tenemos pero a través de la belleza. El piano lo grabamos con un iphone. Y luego lo sacamos por MIDI a un reproductor para tener una sensación como “sobrehumana”. Es algo que me ha gustado mucho explorar en este disco: está el elemento humano de grabar con el iphone, y luego añades lo maquinal. Es algo que he tomado prestado del trabajo de Aphex Twin, sin duda.

También está el single “Grace”, con ese estribillo lleno de tensión, todo un hallazgo.
Ésa fue sin duda una de las más difíciles desde la perspectiva de la composición, porque estábamos muy alejados de nuestra zona de confort. Aunque se hizo bastante instintivamente a partir de un bajo y un ritmo que trajo Joe. Diría, de hecho, que es la única canción de IDLES que tiene sólo una caja de ritmos. Luego tiene esa nube atmosférica de fondo y mucha belleza e información melódica. Al final, de forma muy IDLES, lo destruimos todo. Y Joe cantando con ese falsete…no sé, uno de los problemas con que nos encontramos con esa canción fue que cuanto más tratábamos de inspeccionarla o explicarla, más se nos escurría, porque la analizábamos demasiado. Me cuesta hablar de esa canción, porque no quiero hacerlo [risas]…Quiero dejarla tal cual es.

Ya. También me pregunto si erais fans de LCD Soundsystem, por la colaboración con James Murphy y Nancy Whang en “Dancer”. Supongo que sí.
Completamente. Ese grupo nos tiene enamorados. Puede que no sea obvio, porque como banda no dejamos ver mucho nuestras influencias, ni copiamos. Pero es uno de nuestros grupos favoritos, están en el Top 10. Y en esa canción eran un punto de referencia en cuanto a la dinámica de las voces de James y Nancy. Cuando hicimos las voces en el estudio, con Lee (Kiernan) y yo mismo cantando, no era ni de lejos lo que buscábamos. Y resulta que estábamos de gira con ellos en Norteamérica según terminábamos las mezclas y se lo pedimos. ¿Por qué no? (risas) No podíamos hacerlo tan bien como ellos. Una cosa que hemos aprendido de Kenny Beats es que si tienes una idea y una intención pero no eres la persona más adecuada para hacerla, es mejor que te deshagas de tu ego y se lo pidas. Son gente increíblemente generosa, y funcionó.

"Ese grupo [LCD Soundsystem] nos tiene enamorados. Puede que no sea obvio, porque como banda no dejamos ver mucho nuestras influencias, ni copiamos. Pero es uno de nuestros grupos favoritos”

Has mencionado mucho el concepto de “información armónica”. Y el sonido de todo es tremendo. En el caso de la guitarra, ¿a dónde querías llegar?
Bueno, para que te hagas una idea, por primera vez hemos usado acordes. Por ejemplo, “POP POP POP” tiene acordes de jazz [risas]. Nunca habíamos hecho algo así. Con las guitarras siempre habíamos utilizado ese estilo violento y automático con muchas disonancias; como tocado mal a posta, con todo el peso en la interpretación…El reto es que no queríamos perder eso ni hacer algo completamente distinto. La idea era hacer algo bonito con ese mismo enfoque, lo cual sobre el papel no debería funcionar. Pero creo que sí funciona, porque se trata de escoger tus momentos. Una canción como “Grace” sigue teniendo sonidos de guitarra horribles (risas). Pero esos momentos se van revelando, nos hemos contenido un poco. Somos más selectivos, no estamos todo el rato en tu cara. Es lo que pasa con este disco, todo el mundo está peleando por tener su momento, en lugar de estar haciendo todo el rato lo que cada uno puede hacer.

El peligro de hacer siempre lo mismo, supongo, es aburrirte. Sobre todo si tocas en directo mucho.
En directo es diferente porque no piensas en lo que haces. Más bien estás expresando lo que pasa en el momento. Es una expresión genuina de lo que sientes en esa sala, con toda la emoción y energía. Nunca te aburres. Yo, desde luego, no me aburro. Y no creo que nadie del grupo lo haga. Cada noche encuentras algo. Es muy catártico, y además va creciendo y cambiando. Es genial.

¿Y qué podemos esperar de los conciertos de esta gira? La intensidad va a seguir ahí, claro.
Tiene que estar. Hemos trabajado más duro en llevar este disco al directo que en grabarlo, porque un bolo de IDLES tiene que ser un bolo de IDLES. Hay intensidad, espontaneidad, interpretación desinhibida, todo eso tiene que estar ahí. No puedes llegar al concierto y verme ahí plantado con un puto sintetizador toda la noche, o con mi guitarra en un rincón contando cosas y meneando la cabeza. Iba a ser una mierda (risas). Además habría demasiado discordancia entre las canciones antiguas y éstas. Las hemos tenido que recomponer y reestructurar para llevarlas al escenario. Y estoy flipado. Creo que este disco ha sido un gran salto adelante en cuanto a la composición, y eso tiene que coincidir con un salto adelante en las actuaciones. Creo que lo tenemos. Una de las mejores cosas es que nos va a permitir tener dinámica. Los shows van a ser más cinemáticos, y eso mola. Creo que van a ser excepcionales, claro.

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