Minutos antes de que tenga lugar la presente entrevista, Liam pasea y fuma impunemente por la plaza situada junto al hotel madrileño en que se aloja, sin que nadie parezca reconocerle. La circunstancia habría sido seguramente muy diferente si fuesen Oasis los que tocasen esa misma noche en la capital, pero son los “novatos” Beady Eye quienes presentan su álbum “Different Gear, Still Speeding” en un único concierto en España. Ya en el interior del hotel, el vocalista me recibe oculto tras gafas de sol junto al espigado Andy Bell, exRide y Hurricane #1, antiguo bajista de Oasis y actual guitarrista del cuarteto. Los descontrolados tiempos de cerveza con champán han pasado y el botellín de agua es ahora la única bebida que enjuaga el marcado acento obrero de Manchester lucido por el pequeño de los Gallagher. Los músicos han renacido y, a pesar de su mítico curriculum, se sienten como la banda primeriza que estrictamente son, recuperando así una motivación desdibujada en el tramo final de su anterior etapa. El propio Liam confirma tales sensaciones. “Dieciocho años es mucho tiempo para dedicarlos a una única cosa. No es que nos aburriésemos, pero con Oasis tenía la sensación de que ya estaba todo hecho, mientras que Beady Eye es algo totalmente nuevo y emocionante. No sé si dentro de dieciochos años Beady Eye seguirá y cómo me sentiré entonces, pero a día de hoy mi estado de ánimo es jodidamente bueno”. La autoría de los trece temas del disco está repartida entre los miembros de la banda, en una novedosa democracia compositiva que añade implicación y estimulación a un disco de clásico rock con la habitual presencia de influencias como The Beatles o The Kinks, pero alcanzando ventaja la contundencia de The Who y Rolling Stones tal y como ratifica el mancuniano. “Nos encantan los Beatles, pero también miramos a esos grupos, Pistols, Stones Roses... así que pienso que estamos ante un buen álbum de rock & roll inglés. Debería haber más discos de este tipo, pero las bandas parecen querer evitar ese rollo de vivir en el pasado. No lo entiendo porque es la mejor jodida música del universo. Música, melodía, actitud, imagen, la gente… ¡lo tiene todo!”. Resulta lógico reconocer los mismos referentes con los que Oasis alcanzaron unos descomunales niveles de éxito y fama que difícilmente se repetirán ahora, aunque Andy no renuncia a nada. “No es algo que suela suceder, pero nuestra música está al mismo nivel”. Liam completa la respuesta, recordando que el camino de su anterior banda no fue tan sencillo como ahora pueda parecer, en plena reivindicación del trabajo bien hecho. “Oasis se hizo grande porque tenía buenas melodías y actitud. Pero déjame que te diga que trabajamos muy duro. La gente a veces tiende a olvidarlo, pero hicimos muchos conciertos y nos lo curramos. Y ahora vamos a trabajar igual de duro, tenemos buenos temas y esto no es un hobby”. Esos mismos músicos que han tocado en algunos de los escenarios más grandes del mundo ahora pueden volver a mirar directamente a los ojos de sus seguidores, al amparo de salas en las que el contacto entre artista y público resulta jugoso para todos, tal y como reconoce Liam. “En salas disfrutan por igual los del final como los que están en primera fila”. Unos conciertos en los que de momento no sonarán canciones de Oasis, demostrando por enésima vez la confianza en el proyecto. “Estamos concentrados en involucrar a la gente en Beady Eye. Quizá en un par de años podría ser, obviamente no ‘Wonderwall’, pero quizá con ‘Songbird’ o alguna canción de Andy o Gem”. Habla quien fuese uno de los mejores vocalistas británicos de su generación allá por los noventa, asumiendo con naturalidad el hipotético título. “Ahora me gustaría ser el mejor cantante de 2011, 2012… todavía hay muchas cosas por hacer”. Una década que parece vivir un movimiento nostálgico con Primal Scream interpretando “Screamadelica” (Creation, 91) o el regreso a los escenarios de Suede y Pulp. “Lo de Primal Scream es muy diferente a lo de Pulp o los jodidos Suede, porque ellos nunca se han separado y por lo tanto nunca han tenido que reunirse por dinero”. Para terminar busco una recomendación acerca de otras bandas británicas, apostando Liam por dos nombres conocidos. “Kasabian y Arctic Monkeys. Debería haber muchas más bandas buenas, pero la verdad es que no las hay…”.
Gosh, I wish I would have had that inrmooatifn earlier!