Hippies inalámbricos

A estos chicos de Louisville les ha llegado el momento de la verdad con “It Still Moves” (BMG, 03), su tercer álbum. No sólo es el más interesante de los realizados hasta la fecha sino también el más rematadamente moderno y hippy, una contradicción que confiere al sonido del grupo una de sus mejores virtudes. Jim James, compositor y líder del grupo, nos lo aclara todo en unos minutos.

Dicen que rectificar es de sabios, así que no me va a doler hacerlo por partida doble. Por un lado entonaremos un “mea culpa” colectivo por no haber publicado antes la reseña del tercer y último trabajo de My Morning Jacket en estas páginas. Aunque no sirve como excusa, el motivo es que esperábamos en vano y con cierta ingenuidad que el disco se acabara publicando oficialmente en nuestro país. Como su compañía ha decidido no apostar por ellos, finalmente salió el pasado mes. Por otro, quiero confesar que tardé en prestarle atención a "At Dawn". La voz de cordero a punto de ser degollado de Jim James (motor principal del grupo y quien contesta a nuestras preguntas) hacía chirriar algo en mi interior. Sin embargo, mis apreciaciones cambiaron con el tiempo. "It Still Moves" me pareció algo muy grande y hermoso desde las primeras escuchas, gracias a una colección de canciones que recogían el testigo de su anterior álbum (y de paso lo revalorizaban a mis ojos), desarrollándose hasta límites insospechados. “It Still Moves” podría compararse al “Being There” de Wilco o al “Deserter´s Songs” de Mercury Rev. De hecho, incluso podría equipararse al "OK Computer" de Radiohead, pero adscrito a la raíz del corazón de Louisville (Kentucky, Estados Unidos). Aunque dejémonos de exageraciones, porque me temo que no todo el mundo conecta con esta banda. Quizás sean demasiado roots para los modernos y demasiado indies para los rockeros que no ven más allá de un tipo que canta a lo Neil Young, pero con un punto psicodélico a lo Flaming Lips. 

De hecho, Jim James ha afirmado en alguna ocasión que le gustaría hacer un rock´n´roll que los niños pudieran entender y los adultos amar… ¡ejem! Será mejor que sea él mismo el que nos explique qué demonios quiere decir con ello. “Me refería a hacer algo especial, como un rock´n´roll que sea equivalente a los Simpsons o a los Muppets, algo que sea imaginativo y que se ocupe de las emociones a nivel universal, más que centrarse en las emociones de un cierto grupo de personas de edades similares. Creo que algunas de nuestras canciones son así, sin embargo siento que debo seguir trabajando para lograr esa meta. A la mente le lleva un tiempo perfilarlo y conseguirlo… por lo menos a la mía".Canciones sensibles, emotivas y de lenguaje universal. Tan universal como demuestran las reseñas que la prensa de todo el mundo le ha dedicado a “It Still Moves”, reseñas que mezclan en un mismo saco a iconos tan distintos entre si como la Allman Brothers Band y Galaxie 500. “Creo que se debe mezclar lo viejo con lo nuevo, porque en cierta medida lo viejo es la base de tus pensamientos y te inspira, pero no puedes limitarte a copiar lo que ya se ha hecho”. Y ahí radica lo difícil: ser original sin perder el apego por la tradición. Esa combinación ha dado como fruto una personalidad que les ha dado mejor resultado en parte de Europa que en su país, donde no parece que estén muy interesados en estos momentos por reconocer en su justa valía a artistas como Lambchop, Wilco o Will Oldham. Y es que da la impresión que, en la actualidad, únicamente alcanzas cierta repercusión si la palmas, como en los casos de Jeff Buckley o Elliott Smith. “La situación de la música es extraña hoy en día y coincido contigo en lo de que nada vende tantos discos y te hace tan popular como morirte. Es triste. Hay música muy buena hoy día de gente como M. Ward, Andrew Bird, Dr. Dog, Outkast, Erykah Badu y muchos otros y la verdad es que si ves el montón de bandas buenas que hay, llegas a la conclusión de que es un momento esperanzador para el mundo de la música". Para el mundo de la música sin duda, aunque no creo que para las cuentas corrientes de los músicos. Muchos son los que reciben cierto reconocimiento en Europa, pero que se ven obligados a ponerse a currar en cuanto acaban las giras. Aunque volvamos a "It Still Moves", un disco que, tras varias escuchas, parece tener dos partes. Al principio parecen más importantes las canciones, pero al final resulta mucho más importante el ambiente, la tensión que consigue recrear. “Esa es una observación muy buena. De hecho, el álbum está dividido en dos partes. La primera acaba con ´I Will Sing You Songs´, cuando te lleva hacia el sueño a través de los cálidos y extraños sonidos reggae del final. Entonces empieza la segunda parte con ´Easy Morning Rebel´, que es más rock´n´roll”. En esa segunda parte las guitarras cobran mayor protagonismo, logrando un excelente e imaginativo trabajo instrumental en canciones como "One Big Holiday" o "Run Thru". “Gracias por el cumplido. Simplemente intentamos ser tan raros como sea posible, aunque en realidad no pensamos en ello cuando lo estamos haciendo. Simplemente nos gusta sentir en ese momento que somos imparables con la guitarra y lo demostramos estrellando nuestros cuerpos mientras tocamos una canción. Si al final estamos cansados nos sentimos muy bien". Una intensidad emotiva que en su segundo y anterior largo no daba concesión alguna. Por eso es posible que algún seguidor del grupo opine, con argumentos muy válidos, que el anterior disco es superior a éste por estar mejor trazadas las cualidades emotivas de la formación, A mí, qué quieren que les diga, me resulta justo al revés. “No creo que ninguno sea mejor o peor que el otro. Ambos tienen sus cualidades y sus defectos, pero me siento orgullosos de los dos. Diría que se pueden utilizar para finalidades distintas. El nuevo, ´It Still Moves´, es más chocante que ´At Dawn´, que fluye más, pero ´At Dawn´ a veces es mucho mejor en el rollo lacrimoso". ¿Rollo lacrimoso? Vaya, yo no lo hubiera expresado mejor.