El tema de pasarse al castellano se ha puesto sensible últimamente, desde que algunas opiniones ven en la maniobra un sesgo de tendencia. Lo dijo, por ejemplo, Lapido: “Me gustaría saber cuántos lo hacen porque se lo dicen sus managers o su sello, o porque es la moda”. Sea cual sea la razón de este claro fenómeno, las razones de The Right Ons en particular suenan convincentes y desafiantes ante las suspicacias. “Sabíamos que podían venir palos de cualquier lado, pero teníamos nuestra coraza bien puesta porque confiábamos en nuestra decisión, sobre todo en que era nuestra y de nadie más”, dice Ramiro (baterista).
Estamos sentados con él y otros dos miembros de la banda (Utah y Álvaro) en el Café Molar (que, al hilo del asunto lingüístico, nunca he sabido si se traduciría “to be cool café” o “grinding tooth café”). Son, sin duda, tres tipos que se conocen casi demasiado (“podemos estar peleándonos por cualquier chorrada antes de salir a tocar”, bromea Utah), pero sobre todo son muy, muy felices, porque han entregado un discazo que encajará en las inminentes listas del año. “Bueno, ya veremos… La verdad es que hemos tenido muy buenos comentarios de gente del gremio, y nos han llegado buenas críticas. Todo eso llena mucho, sobre todo porque este era un reto difícil”, dice Álvaro (voz y guitarra). “Volcán” queda redondeado por una portada magnífica: una mecedora en llamas. “La foto la hice yo”, dice Utah. “Representa un poco esa desesperación por ver cuándo se publicaba el disco (el bajista ilustra su impaciencia máxima balanceando tronco y cabeza hacia atrás y hacia delante, como cuando te meas toa). Es que joder, lo grabamos en enero, y hasta septiembre no encontramos sello…”. Dicen que las largas esperas suelen merecer la pena. Y dicen bien.
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