“Haz lo que te dé la gana, pero que mole”
EntrevistasChacho Brodas

“Haz lo que te dé la gana, pero que mole”

Joan Cabot — 06-11-2012
Fotografía — Archivo

Tres años después, vuelven Chacho Brodas, el libidinoso Frankenstein de Griffi y lo hacen con el que sin duda es su mejor disco, un bombazo titulado “Prozak” (Del Palo/Warner, 12) que pone en órbita al de Terrassa y su prole, convertidos en una suerte de Major Lazer patrios. Mucho bombo gordo, mucho neón y mucha chicha. La bomba.

Siempre cinco pasos por delante de cualquiera, tres años son varios siglos para Griffi. El ex Sólo Los Solo vuelve a la carga con Chacho Brodas, ese conjunto de colaboradores siempre cambiante que reparte graves al ritmo del de Terrassa y que colma en “Prozak” todos los delirios imaginables. El tercer álbum del grupo sólo puede ser descrito con superlativos, y hasta Griffi es consciente de ello. “Éste es nuestro ‘Todo el mundo lo sabe’”, comenta, haciendo referencia al último disco de los Solo, todavía hoy una obra insuperable en el rap nacional. “¡Me ha costado, tío! Trabajaba con unos cincuenta temas y decidir se me ha hecho muy duro. Especialmente estos últimos meses lo han sido. Ahora ya estoy tranquilo. No sé si le gustará a la peña, pero creo que lo he hecho lo mejor que he podido. Pretendía que este disco tuviera más peso que los anteriores. El primero fue prácticamente experimental. El segundo fue la foto de un momento concreto, se hizo en seis o siete meses apenas. Para este me he tomado casi tres años. Es como si en los anteriores hubiéramos dibujado el boceto. Ahora hemos asentado el sonido del grupo”.

Un grupo en el que su cuota de protagonismo ha aumentado enteros porque, sorpresa, Griffi ha salido de detrás de los cacharros para pillar el micro, rapeando en unos cuantos cortes. “Tenía ganas de que me vieran las piernas”, bromea. “Tampoco es que me quitara el sueño. Surgió de manera natural. Después de estar con el proyecto de Chacho con diferentes personalidades en el micro, que al final son ellos los que plasman las ideas, creo que había algunas cosas que estaban dentro del concepto que tengo en la cabeza del grupo que me parecían importantes. Un día me puse a grabar e hice como dieciocho temas. Eso fue una explosión. Llevo mucho rap en la cabeza, pero me expreso mejor con la música, creo. Hace tres años no lo hubiera hecho. No tenía ninguna intención de meterme a rapear. Hasta yo estoy sorprendido, la verdad”. En Chachos, Griffi ha trabajado en estribillos y mete mano en las letras habitualmente. De hecho, cuando compone los beats suele grabar sus propios estribillos, aunque luego los MC de turno puedan hacer cambios. “Si algún proyecto me daba pie a hacer esto, era Chacho. Ya estuve en un proyecto con una sola voz y eso impone limitaciones. Con Chacho Brodas quería ir variando, abordar diferentes registros y dentro de ese concepto encaja perfectamente que me marque unos temas”.

Ese espíritu cambiante también afecta a la formación del grupo, siempre sujeta a la entrada y salida de los miembros que acompañan a Griffi. En esta ocasión se comen la mayor parte del pastel Kunta K, Anqui y MBK Lil Trappy, aunque vuelven a aparecer Tremendo, Mucho Muchacho y Tote King, sospechosos habituales.
Con bombazos como “Respeta mi mandanga”, Chacho Brodas vuelven a poner el techo fuera del alcance, algo que, lo sabe Griffi, los convierte en un grupo algo incomprendido dentro de la escena rap. “Todavía me encuentro peña del gremio que te viene y te dice ‘hostia, tío, me lo estoy flipando con ‘Todo el mundo lo sabe’’, siete años después, ¿sabes? Y es como, vale, vamos bien. Hay gente que lo pilla tarde, pero, bueno, vamos bien”. Griffi reivindica: “la mentalidad hip hop de ir para adelante, de seguir evolucionando; eso choca con la actitud de ciertos grupos que siguen sonando igual quince años después. El aburrimiento no encaja con mi manera de ver la música. El hip hop de fuera no es así: treinta años después sigue siendo un estilo vigente e influyente en el resto de música. Ese es mi rollo y celebro que haya gente fuera del rap que se interese por mi música, pero, si te pones en plan purista, no creo que haya nada más rap que Sólo Los Solo o Chacho Brodas”. Precisamente por eso, y a pesar de lo que pueda parecer, el mensaje del productor de Terrassa es contrario a la nostalgia de la Era Dorada del rap. “En los noventa ya tenía los huevos negros. Entiendo a las nuevas generaciones que se flipan con esa música, pero las cosas que me flipan es lo que se hace hoy en día”. Y para rematar sentencia: “Haz lo que te dé la gana, pero que mole”. Amén.

Prozak. Da MC’s

Comenta Griffi que las continuas rotaciones en el micro le permiten tomar nuevos riesgos y mantener fresca la mandanga, pero, aunque todo gravite en torno a las producciones del genio, esto no deja de ser rap y hasta el jefe se ha puesto al micro. Griffi es la estrella en “Coco y plátanos” y comparte protagonismo en “Gorilas en tu cuello” con Tremendo. ¿A quién hay que matar para que este tío saque de una vez su nuevo disco? Mucha clase. Las incorporaciones más importantes, en todo caso, han sido las de Kunta K y Anqui. Esta última aporta versatilidad y raps sedosos, y el primero swag y músculo, con Lil Trappy en ese papel de maestro de ceremonias que tan bien se le da. ¿Soy yo o basta escuchar su voz para que te entren ganas de llamar al dealer? En todo caso, como suele ser habitual, Griffi se guarda un par de caramelos para los invitados de lustre. Si Tote King se marca uno de esos ritmos de baller tan de su gusto en “Mainstream”, Mucho Muchacho brilla tanto en “No te queda otra” y el tema que lleva su propio nombre (sí, así de obvio). En ambos suena como si marcarse un freestyle de veinticuatro quilates fuera parte de su desayuno –y es probable que lo sea.

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