Nuestros lectores más avispados quizás conozcan ya a Veracruz, incluso puede que hayan bailado al ritmo de “Champs” (o su remezcla a cargo de Coco & Bomjack), sin duda su mayor hit single hasta la fecha, pero es de recibo que sean muchos quienes no hayan tenido aún oportunidad de descubrir su propuesta. Como muchas otras bandas interesantes, Veracruz luchan desde las barricadas, desde la cara oculta de la actualidad musical de este país, y no parecen dispuestos a cesar en su empeño. Tanto les da convertirse en un grupo de moda como continuar dando conciertos para una inmensa minoría. En todo caso, es de suponer que, con “Veracruz” ya en la calle, su popularidad aumente y con ello también sus obligaciones. Mucho más compacto que sus referencias anteriores, aunque manteniendo ese sonido descacharrado, chirriante y arisco que les ha caracterizado desde sus inicios, Veracruz se han enfrentando al largo como mejor han sabido. Y el resultado no está nada mal. “Realmente estamos muy contentos. Musicalmente creo que, para lo ineptos que somos, la música ha quedado bastante bonita... Además date cuenta de que para nosotros los discos son los objetos que más nos han influido en nuestra vida, con lo que llegar a materializar uno es algo que nos llena de alegría”, comenta Marc, guitarra y voz del grupo. “En este disco hemos incluido las canciones más o menos acabadas que por aquella época queríamos sacarnos de encima. Queríamos renovar nuestro repertorio, pero no olvidar que un día estuvieron ahí, funcionando como base para nuestros conciertos”.
"Para nosotros los discos son los objetos que más nos han influido en nuestra vida, con lo que llegar a materializar uno es algo que nos llena de alegría"
Para que se hagan una idea, Veracruz habitan en un mundo en el que no se aprecian los discos sobreproducidos, en un universo particular en que caben tanto los tucanes como el rock de baja fidelidad, las canciones de dos minutos, las guitarras que raspan, los discos de Swell Maps, Liars o Television Personalities, montones de singles de Alehop!, las borracheras con sus amigos de Ensaladilla Rusa, Les Aus (antes The Cheese), Ginferno, Bananas, Hello Cuca, Humbert Humbert, Grabba Grabba Tape, Nisei, Margarita o The!Fuck, e infinidad de proyectos para no dejar a medias ninguna de sus ideas (The Epic Kind, DNSR TRN, Handsome Knot Chet, Orfidal Sur Mer o Don The Tigre). Una amalgama que les sirve para tener la mente siempre despierta y un montón de caminos hacia los que acudir en cada momento. Eso sí, sus canciones no deben nunca superar los tres minutos. O esa es la impresión que uno tenía a priori. “Nuestra música no tiene límites de ningún tipo, ni por arriba, ni por abajo, con lo que si da la casualidad de que nuestras canciones nunca sobrepasan los tres minutos será por alguna razón ajena a nuestro control. Dado que nuestra forma de construir canciones se basa fundamentalmente en pegar dos o tres ideas, es normal que hacia el segundo minuto empecemos a aburrirnos de repetir los patrones que las definen… De todas maneras, deberías saber que cuando nos disfrazamos de Pavement o de Spacemen 3, las canciones salen más largas, como de doce minutos o así… También hay que tener en cuenta lo que decían Ensaladilla Rusa: una vez construida cada parte de la canción, no hace falta repetirla”.
"Lo sectario, las escenas, las modas que vienen y van, son cosas que nos importan poco"
Es de suponer, por tanto, que aunque canten en inglés tampoco debe importarles demasiado el idioma a utilizar. “Sucede que nuestra música, al ser tan atropellada, requiere más onomatopeyas que otra cosa, pero si hubiera la necesidad de ponerse líricos –de hecho, alguna vez ha ocurrido-, no cabe duda de que sabríamos encontrar el idioma adecuado para nuestra expresión. En el disco hemos cantado en inglés, más que nada para tener un guión definido a la hora de grabarlo, pero en directo solemos alternar castellano, inglés y una especie de lengua inventada que se crea a sí misma mientras abres la boca... Básicamente, lo que hacemos es utilizar la voz como un arreglo, como un instrumento más que ayuda a definir el carácter de la canción”. Por suerte, sobre todo para ellos, Veracruz no son uno de esos grupos integristas y sectarios que se niegan a aparecer en los medios o que se lo pasan en grande vanagloriándose de su actitud underground. Veracruz son lo que son y no pretenden pasar por otra cosa. Ni les atemoriza el éxito, ni mucho menos el fracaso. Lo único que les preocupa es dar con su público. “Lo sectario, las escenas, las modas que vienen y van, son cosas que nos importan poco. Lo importante es pasárselo bien, grabar, sacar algo de vez en cuando, tocar con los amigos, salir de bares... En definitiva: disfrutar del momento. En relación a la forma de llegar al público, nos gustaría pensar que la gente acude a nuestros discos y a nuestros directos porque ha seguido alguna recomendación, o porque, simplemente, ha tenido la curiosidad o la mente suficientemente despierta como para hacerlo. También cabe la posibilidad de que se acerquen a nosotros porque les gusta realmente nuestra música... Pero no pensamos en el reconocimiento o en si nos recordarán por aquello o por lo otro, eso nos es indiferente”. De momento y en estas mismas páginas, de Veracruz hemos dicho que recordaban a los primeros Go Betweens, a Comet Gain, a algunos grupos de Gold Standard Laboratories o Kill Rock Stars, pero podríamos haber citado también a Television Personalities, a The Gun Club, a The Birthday Party o –no podían faltar- The Fall. Y quizás esa sea parte de su gracia, que este cuarteto catalán suena a muchas cosas en general y a ninguna en particular. “Nuestros referentes cambian cada día, pero siempre hay algunos tics que se repiten. Lo más sensato sería hablar de referentes en los diferentes estados de gestación de una canción. Para la puesta a punto, solemos partir muchas veces de Swell Maps, pero en abstracto. Otras imaginamos a Jeffrey Lee Pierce entrando sobrio al local, con una mala ostia de cojones. Luego, también hay ocasiones en que Wipers, Karp, Captain Beefheart, Television Personalities, Oxes o Arab On Radar se nos aparecen por la puerta... A la hora de hacer arreglos, normalmente recurrimos a Tom Verlaine, Meat Puppets, DB’s, The Monochrome Set y, cómo no, a The Birthday Party. Las voces creo que suelen surgir de pensar en gente como David Byrne, Mars, Joe Jackson, Pretty Fuck Luck, Sightings, Style Council, Jesus Lizard o Mark E. Smith... En directo a todos se nos escapan pensamientos impuros: Keiji Haino, Replacements, Gallon Drunk, Unsane...”.“Veracruz” ha visto ya la luz, así que la bola está en nuestro campo, en el de los aficionados. Sus canciones no cambian vidas, no revolucionan los cimientos de la industria, pero son como aquellos rebeldes que en mayo del 68 intentaron hacer un mundo a su manera y a su medida. A Veracruz todo parece traerles sin cuidado, lo cual está muy bien, excepto, eso sí, en sus directos, terreno en el que no siempre aciertan y que –queda claro- irá mejorando con el tiempo. “La principal causa de la irregularidad de nuestros conciertos, de la cual somos muy conscientes, es que aún no disponemos del equipo necesario para tocar con propiedad (léase amplificadores y batería). Normalmente vamos de ´prestao´ y el sonido al que tenemos acceso no es siempre el deseado... Últimamente tocamos con grupos que tienen equipos cojonudos, por lo que nuestros directos han mejorado sustancialmente. Desde aquí les damos las gracias. En serio”.
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