A su manera, cada uno es esclavo de la década que le vio crecer. Las primeras canciones memorables, los primeros besos con lengua, las primeras fiestas que se escapan de nuestro control… El francés Simon Delacroix, más reconocido por los lares electrónicos como aquel personaje de Troma llamado The Toxic Avenger, es todo un superviviente de los ochenta y, como tal, no ha dudado en impregnar su nuevo trabajo, “Romance & Cigarettes”, de guiños a aquella década que tantas estampas maravillosas dejó a los amantes de los sintetizadores como él. “Este nuevo álbum es mucho pop y quizás más optimista que el primero, ‘Angst’. Guardo grandes recuerdos de los ochenta como su música y sus videojuegos, así que todo ello se refleja en el que, sin duda, es mi trabajo más ecléctico hasta la fecha”, afirma el productor acerca de este largo en el que, incluso, se permite el lujo de versionar el célebre “Bette Davis Eyes” de Kim Carnes en “In The Meantime” porque es una canción “que guardo en el corazón y siempre que la escucho me traslada a mi adolescencia”.
Más allá de la nostalgia que revolotea por buena parte de estos temas, el francés se ha dejado querer por un buen puñado de colaboradores vocales como José Reis Fontao de Stuck In The Sound, o Play Paul, el hermanísimo del Daft Punk Guy-Manuel de Homem-Christo. “Estaba muy cansado de esos featurings que sólo se materializan intercambiando mails y archivos de audio en mp3. Por ese motivo, para esta ocasión sólo he querido recurrir a amigos con los que sé que podemos trabajar juntos”, confiesa el artista, quien en estos momentos está preparando un directo “en el que los sintetizadores tendrán un gran protagonismo y todo sonará entre una mezcla de lo que se puede escuchar en el disco y una antigua fiesta de acid house”. Ganas de verle en acción.
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