“Es interesante jugar cuando puede aportar a la canción"

Los de Úbeda han hecho de la involución bandera, metiéndose de cabeza en el pantano y encontrando verdaderos tesoros por el camino. En su nuevo trabajo, Guadalupe Plata (Everlasting, 18), Pedro de Dios, Carlos Jimena y Paco Luis Martos se adentran en la España profunda en busca de nuevas sonoridades.

“Cuando empezamos la única motivación que teníamos era la de tocar". 

Tal y como nos explica Pedro, aunque la esencia es sin duda continuista la intención esta vez ha sido diferente. “Creo que la clave está en la fijación con "Gris-Gris" de Dr. John. Aunque vamos siempre al estudio sin las cosas excesivamente atadas, esta vez la base ha sido el concepto de ese disco, que va más allá del blues y del soul y se mete con músicas rituales, vudú, calypso o tira de instrumentos más raros como percusión africana o pellejo”. Todo ello, por supuesto, muy a su manera y poniendo la lupa en lo que les toca más de cerca. Y es que si algo les caracteriza es su devoción por el folclore local, tan a menudo ignorado. “En la idea de coger elementos de nuestro entorno, vi la clave en un documental "Raíces", en el que actuaban como unos Alan Lomax yendo a pueblos perdidos de la mano de Dios en España para recuperar sonidos y costumbres. Ahí pude ver que había una tradición subterránea con instrumentos como bandurrias, botellas de anís, zambombas, almirez… Elementos de percusión muy relacionados con todo lo que uno tiene en la cocina. En fin, vi que se podía intentar llegar a ese concepto, pero a través de instrumentos y sonidos de esa España profunda”.

La banda decidía repetir por primera vez con estudio y productor, regresando a La Mina y tomándoselo con más calma para añadir nuevos matices. “Es interesante jugar cuando tienes posibilidad y crees que puede aportar a la canción, aunque la idea previa fuese ser más crudos y grabar solo tres instrumentos”. Nuevamente de gira, el grupo sigue haciendo adeptos más allá de escenas, a pesar de su oscura y nada complaciente propuesta. Algo que, según Carlos Jimena, no tiene mucho misterio. “Cuando empezamos la única motivación que teníamos era la de tocar y en ningún momento hubo ningún planteamiento para llegar hacía algún lado en concreto. Habíamos estado en muchos grupos siempre rodeando al blues y cuando decidimos montar esto fue para tener un grupo de blues. A todo el mundo le llega y lo entiende porque es honesto”. A esa cercanía de algún modo primitiva hay que sumar el habitual mimo por los detalles, volviendo a merecer capítulo aparte la portada. Esta vez nos encontramos con la versión de un exvoto mexicano ilustrado por Paloma Almagro y Pedro de Dios, fascinantes piezas de la cultura popular mexicana repletas de pasión y de un sentido del humor con el que se sienten identificados. “Hay mucho paralelismo, quizá más en la zona del sur y en Andalucía”, señala Paco. “Cuando estás allí te encuentras como en casa”.