Séptimo disco de Green Valley . Una carrera larga y estable que ya quisieran muchos grupos. ¿En qué momento os consideráis que estáis, cómo os sentís?
Estamos en un momento increíble, un equipo ya consolidado. No ha sido fácil, pero ya tenemos todos los campos cubiertos por personas que remamos en la misma dirección. Además, hemos podido dedicar tiempo al show y tenemos una increíble propuesta para esta nueva temporada.
En estos doce años habéis grabado decenas de canciones. Para alguien que se pone a escuchar hoy por primera vez a Green Valley, ¿qué tres canciones (y por qué) debería escuchar de vuestra carrera para conoceros?
Ahora mismo les diríamos 3 temas del disco nuevo. “Cada Gota” porque es una canción con un mensaje increíble y camina que da gusto, “Las Ganas de Vivir” porque es una canción preciosa con un mensaje necesario en la actualidad y una colaboración de lujo, Alborosie, y “Mi Humilde Canción” por su mensaje implícito y la desnudez de la producción.
"Tras varios años de malas experiencias con algunas discográficas y gente del gremio, volvemos a la autoproducción, al trabajo en equipo"
En este tiempo han sido muchos los momentos vividos. Pero si tuvieseis que elegir uno, ¿cuál fue el momento o la razón clave del éxito de Green Valley?
La verdad que el momento presente tiene una magia especial. Estamos a punto de arrancar una gira que pinta muy bien después de dos años de semi parón y tenemos un disco maravilloso que acaba de salir y estamos locos por presentarlo en directo. Aun así, aunque haya habido piedras en el camino, llevamos 18 años de felicidad con el proyecto, y que dure…
Entremos en este disco, “La llave maestra”. Y lo primero, ¿por qué ese título, qué puerta abre este disco?
Tras varios años de malas experiencias con algunas discográficas y gente del gremio, volvemos a la autoproducción, al trabajo en equipo. Nos hemos dado cuenta de que solo nosotros tenemos “La Llave Maestra” y buena muestra de ello es el disco que hemos sido capaces de hacer nosotros mismos con la producción de Dani Lamperez, teclista de la banda que ha hecho un trabajo impecable.
Decías que en este disco habéis vuelto a la autoproducción. ¿A qué se ha debido este cambio y qué os aporta?
Nos aporta libertad, después de 7 discos ya sabemos lo que queremos y como lo queremos, para bien o para mal tenemos las cosas más claras que nunca y conocemos nuestros limites.
Si uno compara los primeros discos de Green Valley, hay canciones con ritmos más acelerados, más cercanos al ska y el dancehall (óiganse “El regalo de vivir” y “No me voy a rendir” por ejemplo). Y últimamente vuestro sonido parece más early, más suave. ¿El sonido de GV está yendo hacia un estilo más melancólico? ¿Y por qué es?
La evolución de nuestro sonido viene dada por muchas circunstancias pero no significa que vaya en una dirección u otra. Como dije en una canción ya antigua, “sale como sale” eso no quiere decir que vaya encaminada hacia un sonido u otro, no obstante, es cierto que algunos temas salen con tempos más lentos y puede que sea consecuencia de que los temas son creados a guitarra y voz, pero seguramente en un futuro vengan canciones con tempos más festivos.
"Quieren que nos atrapemos en las pantallas, que nos desconectemos de lo natural y que nos convirtamos en autómatas consumistas"
El mensaje de Green Valley es innegociable: letras constructivas, combativas y mucha reflexión sobre el sentir, el amor, la amistad y, también, el paso del tiempo. ¿Te preocupa también (cómo a un servidor) que los años pasen cada vez más rápido y no estemos en el camino correcto?
Creo que a todos nos van surgiendo dudas por el camino, pero yo sí que tengo claro que el camino escogido es el correcto. Aun así, sí que pienso que el tiempo cada vez corre más y que hay que aprovechar cada suspiro. Hace poco comentaba en una entrevista que creo que acabo de superar una etapa en mi vida de miedos e inseguridades y ahora paso a la siguiente pantalla, si quieres hablamos en unos meses para ver donde me ha llevado la vida. jaja
También hay muchas críticas hacia un mundo insensible, superficial y estereotipado. ¿Crees que se avanza en este sentido, que la salud mental del humano evoluciona o involuciona?
Creo que la salud mental del ser humano evoluciona, pero hay un enorme interés por frenar esta evolución por parte de los que dominan el mundo. Quieren que nos atrapemos en las pantallas, que nos desconectemos de lo natural y que nos convirtamos en autómatas consumistas. Pero también ese deseo está tensando demasiado la cuerda y está creando un despertar social muy interesante entre la gente joven que se va a hacer notar en los próximos años.
Uno de los puntos fuertes del álbum son las colaboraciones, tanto a nivel nacional como internacional. Soñemos: ¿con qué dos grupos/artistas (pueden no estar vivos) soñaría Green Valley con hacer una colaboración y por qué?
Ufff hay muchísimos artistas con los que nos gustaría colaborar… desde gente joven como Marcus Gad, Protoje, Chronixx, Romain Virgo, a gente más veterana como Burning Spear o muchos de los clásicos del reggae o incluso con mucha gente del panorama estatal como Kase O, Manu Chao... hay mil.
De estas colaboraciones nos gustaría destacar a Pure Negga y Rastachai, dos cantantes que llevan ya unos años despuntando y representan esa mentalidad de artistas modernos (que tanto hay ahora en el rap, por ejemplo). ¿Crees que el reggae nacional está necesitado de nuevos talentos que traigan ideas distintas o qué necesita para seguir creciendo?
El reggae nacional ya cuenta con gente joven con propuestas muy interesantes y siempre son bienvenidas por supuesto. Lo que necesita la escena es más apoyo de medios convencionales que nos cierran la puerta muchas veces solo por el hecho de pertenecer a un grupo minoritario, que para ellos solo se dedica a fumar marihuana. Prejuicios…
Comparábamos rap y reggae, dos escenas antaño muy unidas pero que hoy parecen más distanciadas. ¿Te gustaría si el reggae tomase ese camino, de acercase al mainstream y el pop, para llegar a más público?
Creo que el reggae y el rap son escenas que siempre fueron de la mano y así sigue siendo. Lo que me gustaría es dejarnos de tanto prejuicio y etiqueta y valorar la música por su calidad olvidando estereotipos y prejuicios. Dejemos que la música hable por sí sola
Para finalizar, ¿qué le pide Green Valley (tanto a nivel personal como global) al futuro?
Yo cada pocos días pregunto a mis hijos si son felices. Mientras la respuesta sea afirmativa, siga habiendo días de sol y no falte la salud, que venga lo que tenga que venir.
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