Mucho ha llovido desde que los californianos aparecieron con sus pelos decolorados y sus bermudas gigantes en sótanos y conciertos en casas ocupadas de la escena punk rock californiana, inaugurando la década de los noventa del siglo pasado con su no especialmente original pero sobradamente efectiva manera de generar auténticos himnos de espíritu canalla adolescente, actitud punk y redondez pop. A base de guitarrazos certeros, golazos comerciales y un éxito masivo que los convirtió desde muy pronto en un fenómeno mundial con su tercer disco "Dookie" (94), el trío ha sabido construir una carrera sólida y respetable que supera ya las tres décadas sobre los escenarios. (Billie Joe) “Creo que una parte muy importante de esto que comentas es que siempre estamos preparados para probar y hacer cosas nuevas. Es importante intentar hacer las cosas de forma diferente y mantenerte en movimiento, alerta. Siempre es importante estar inspirado, buscar continuamente la inspiración en diferentes cosas y sitios, al margen de las expectativas de éxito que puedas tener en cada momento. Supongo que la base de todo es que siempre estás creciendo y aprendiendo y evolucionando y moviéndote de un sitio a otro. El proceso de composición nos ha llevado a pasarlo bien, simplemente, y a estar felices. No a sonar como si lo estuviéramos pasando bien, no a sonar divertidos, sino a estar pasándolo bien de verdad. En esta grabación han habido un montón de sonrisas en el estudio, y un montón de carcajadas también”.
Cargado de rock de raíces, sonido sucio y una producción llena de arreglos que nos transportan al rock primigenio de los años cincuenta y sesenta, "Father Of All Motherfuckers" es, con diferencia, el disco más “clásico” de la banda, en el que abogan por el sonido añejo de un tipo de rock'n'roll que hasta la fecha no había aparecido en el ADN de Green Day. Por momentos, el trabajo de Butch Walker como productor lleva a buscar tanto la crudeza de las míticas producciones de Phil Spector, como la inmediatez y energía del soul más clásico. (Billie Joe) “Todas esas influencias forman parte de nuestro bagaje musical, es música que siempre hemos adorado pero que hasta ahora no habíamos incorporado al sonido de Green Day. Está bien centrarte de repente en escuchar de nuevo y con nuevos oídos todos esos discos antiguos de Motown, por ejemplo, mucha música soul y mucho glam rock también. Música que siempre hemos amado y que ahora por primera vez sale a la superficie y aparece en las nuevas canciones”. (Mike Dirnt) “El espíritu de muchas canciones se encuentra en mucha música de los cincuenta y los sesenta, sí, así que tenía todo el sentido del mundo probar todas esas cosas e incorporarlas a la grabación. Siempre hemos escuchado ese tipo de música, de forma individual o en grupo, pero nunca nos habíamos aventurado a escribir canciones en esa dirección. Cuando empezamos a escribir investigando y profundizando en la historia del rock'n'roll, a todos nos pareció natural y coherente, y por lo tanto también tenía sentido orientar la producción y el sonido del disco en esa dirección”.
"En este disco hay mucho contenido social, hay muchos comentarios sociopolíticos, pero nosotros somos músicos, no políticos".
Todo ese empeño por sumergirse en los orígenes del rock'n'roll da como resultado un disco en el que la energía de las canciones (no busquen baladas aquí) se ve acompañada por una luminosidad que, paradójicamente, nos recuerda inevitablemente a los primeros discos de la banda. Algo conecta el espíritu festivo de "Father Of All Motherfuckers" con el de "Kerplunk" (91) e incluso "Dookie". (Billie Joe) “Creo que 'Revolution Radio', por ejemplo, se convirtió en un reflejo de unos tiempos complicados, canciones como 'Troubled Times' estaban ancladas a una época difícil. Todo tendía a volverse muy serio en ese periodo, y creo que llegó un momento en el que nos sentamos a reflexionar que nosotros nunca pensamos en mostrarnos como gente seria cuando empezamos. No nos tomábamos demasiado en serio a nosotros mismos, y cuando empiezas a escribir canciones más 'políticas', vamos a decirlo así, de repente te enfrentas al riesgo de que lo que escribas no parezca que te salga del corazón, y que poco a poco empieces a dejar de disfrutar de lo que haces, porque pasas a intelectualizar demasiado las cosas, empiezas a darle demasiadas vueltas a todo. Una buena canción tiene que salirte de la cabeza, del corazón y de entre las piernas también. Es una de las cosas más interesantes del hip hop, por ejemplo, algunas letras pueden llegar a ser muy serias, pero aún así tú sigues bailando mientras las escuchas. En algunas de nuestras letras yo puedo llegar a ponerme muy serio, pero tiene que haber algo ahí que te haga bailar. Piensa en gente como Little Richard, por ejemplo: todo va sobre fuego, llamas, sexualidad, ser homosexual en esa época... y todo habla también de pasarlo realmente bien. Al final es lo que te queda: cuando el mundo se venga abajo, mejor que te pille de fiesta”.
Da la impresión de que, en estos tiempos complicados que estamos viviendo, Green Day hacen un esfuerzo consciente por alejarse de la negatividad reinante a base de melodías infecciosas, trallazos de pop desenfadado y mensajes directos y bienintencionados. A veces, centrarse en la diversión y alejarse de las ansias de profundidad y trascendencia puede resultar revolucionario también. No todo van a ser malas caras, ¿no? (Mike Dirnt) “Ese equilibrio es raro... obviamente hay una responsabilidad detrás de todo lo que haces, no puedes abstraerte del mundo. 'American Idiot' salió de una forma muy natural, y pasa lo mismo con el disco nuevo. En este disco hay mucho contenido social, hay muchos comentarios sociopolíticos, pero nosotros somos músicos, no políticos: nos dedicamos a tocar instrumentos y también tenemos esa parte de responsabilidad respecto a lo que tocamos, esa obligación de explorar nuevos terrenos, de buscar ese algo nuevo y fresco. Cuando ambas cosas coinciden de forma natural y ambos intereses funcionan a la vez, salen cosas de las que sentirte orgulloso, cosas que valen la pena”.
Butch Walker - El productor
Nombre habitual detrás de algunos de los aciertos comerciales del rock más mainstream norteamericano de la última década, Butch Walker ha sido el elegido para encargarse de la producción de "Father Of All Motherfuckers". Veterano de los noventa como guitarrista de glam rock en SouthGang, o cosechando un relativo éxito comercial en los años de esplendor grunge con Marvelous 3, Walker tiene en su haber varios discos en solitario (a destacar "Afraid Of Ghosts", hecho mano a mano con Ryan Adams en 2015) y un extenso currículum como compositor y colaborador de nombres tan dispares como Pink, Katy Perry o Panic! At The Disco. Con su nuevo trabajo, Green Day se suman a la larga lista de producciones firmadas por Butch Walker, junto a Avril Lavigne, The Donnas, Weezer o Taylor Swift entre muchísimos otros. (Billie Joe) “En parte nunca sabemos exactamente qué estamos haciendo o qué vamos a hacer, lo cual hace que todo sea excitante e inspirador. Eso es algo importante para nosotros, y da miedo también. Butch Walker tuvo bastante que ver con esto, lo pasamos muy bien con él en el estudio, nos divertimos trabajando con él, escribiendo canciones que a lo mejor te soltaba ‘tío, esto es horrible’, y a lo mejor la siguiente canción de repente te hacía decir ‘ahora sí, esto es exactamente lo que queremos’”.
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