Joseph Saddler (Barbados, 1958) fue una de las figuras más influyentes en los primeros años del hip hop por sus innovadoras técnicas como DJ y su aportación definitiva con The Furious Flash para que el rap evolucionara narrativa y estilísticamente. Sólo por “The Message” merece un puesto en el Olimpo junto a Kool DJ Herc y Afrika Bambaataa. Y como él mismo se encarga de recordar, todo eso fue en los setenta. “Siempre me preguntan por el hip hop en los ochenta, pero todo empezó antes, en el Bronx de los setenta. Tenías que ser muy bueno en lo tuyo, ya fuera como DJ o como MC, como breaker o haciendo graffitis. Fue una época maravillosa. Si me hubieras preguntado en esos días si esto acabaría convirtiéndose en lo que es ahora, te hubiera contestado enseguida que no. Nunca lo podríamos haber imaginado”.
Historia viva que vuelve a publicar después de veinte años sin producir, básicamente dedicado a recorrer el mundo como pinchadiscos. “He tenido la oportunidad de viajar por todo el mundo y de comprobar como esta cultura se ha convertido en algo global y se ha adaptado a cada rincón del mundo. Por eso quería tener en este disco a raperos de todo el mundo, gente joven junto a veteranos como KRS One o Grandmaster Caz”. Ahí anda Kase-O, de Violadores del Verso, que participa en la coral “We Speak Hip Hop”, que encierra a su vez buena parte del leit motiv del álbum. “Estuve escuchando muchas demos y buscando por Myspace”, explica al respecto.“Alguien me pasó un CD por casualidad y enseguida supe que era él a quien quería en el disco”. “Para mí el hip hop sigue teniendo el mismo significado ahora que entonces: una cultura en la que caben todas las demás, una música que las engloba todas”. En “The Bridge”, Grandmaster Flash ha hecho a su vez un esfuerzo por recorrer pasado y presente del rap con el ambicioso objetivo de mostrar el alcance de una de las revoluciones culturales más importantes de nuestro tiempo, y lo ha hecho con la devoción de un padre.
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