Cinco minutos antes de descolgar el teléfono me pregunto si Peter Hook también debe rendir cuentas. Entiándeme. Este tipo ha formado parte de Joy Division, la primera banda en demostrar que el punk era un vehículo idóneo para la transmisión de sentimientos (y no lo digo yo, sino Tony Wilson). Con New Order se anticipó a la avalancha dance disparando hits tan certeros como aún hoy perdurables. Para muchos, y entre ellos me cuento, Peter Hook, como sus compañeros Bernard Sumner y Stephen Morris, se encuentra un par de peldaños por encima de Lennon, Jagger y otros santones del rock de toda la vida. ¿Me explico? En lo más alto. Por eso me pregunto hasta qué punto es justo pedirle explicaciones por un patinazo como “Republic”, el aprobado justo de “Get Ready” o la avalancha de recopilatorios que no han aportado otra cosa que un par de ceros a sus desahogadas cuentas bancarias.
“La intención es grabar el año que viene, pero ya he perdido la cuenta de las veces que he dicho eso” |
Suena el teléfono. Y, no puedo evitarlo, la curiosidad, bendita curiosidad, me empuja a interrogarle... dime Peter, ¿a santo de qué un nuevo grandes éxitos de New Order? “La compañía en España e Italia nos lo pidió. Y, de hecho, la acogida de ´International´ ha sido tan buena que ya tenemos pensado otro recopilatorio con diferentes temas para el Reino Unido”. Lo de las dos tazas... Al menos asegúrame que detrás de cada uno de estos discos estáis vosotros, y no un empleado cualquiera de la multinacional de turno. “Totalmente. Son decisiones que salen del grupo. No queremos defraudar al público y los tres nos encargamos de cada detalle, la selección de canciones, el apartado gráfico...”.Las próximas nuevas del ahora trío (“Gillian Gilbert llevaba una vida distinta desde hacía demasiado tiempo y, después de dieciocho años, decidió parar, pensar en otras cosas”) será un cofre que llegará con Navidad. “En principio iba a ser una recopilación de singles, pero creció demasiado y ha terminado por incluir un montón de remezclas y colaboraciones, como la de Bobby Gillespie, el fan número uno de New Order”. ¿Y después? ¿Nuevo álbum? “Crucemos los dedos. De momento la intención es grabar el año que viene, pero ya he perdido la cuenta de las veces que he dicho eso”. Puestos a ser maliciosos (y dos discos en trece años me empujan a ello), uno se pregunta si un grupo del calibre de New Order no sentirá verdadero pánico a no encontrarse a la altura cada vez que un nuevo álbum aparece en el horizonte. “No creo. New Order es nuestra vida y todo lo que hagamos bajo ese nombre nunca puede suponer un riesgo. New Order es tan sólido que ni siquiera juntando los proyectos que le rodean, como Monaco o Electronic, alcanzaríamos esas cifras. Nuestro verdadero problema es que somos muy vagos. Tocar con New Order es adictivo, es como tener una segunda mujer, pero componer es menos divertido”.Hook encaja golpes con francas risotadas. Y el mancuniano incluso lanza balones fuera cuando recuerdo su influencia esencial en la música de los últimos veinticinco años. “¿Protagonistas del punk y la electrónica? Yo más bien diría que tuvimos suerte de ser partícipes de aquellos momentos. Hoy día me interesa mucho el hip hop melódico. Algo muy gordo podría surgir de ahí, pero dudo mucho que podamos formar parte de ello teniendo en cuenta que esos discos me los pasa mi hija de dieciocho años ¡ja, ja!”. En cualquier caso parece que hay una revisión generalizada del punk y el post-punk. Wire vuelven a las guitarras... “De hecho hace poco tocamos juntos y fue estupendo”. Lo que me hace recordar una deuda pendiente con un Robert Smith, diez años atrás, de lo más cabreado. ¿El motivo? El sospechoso parecido de “All The Way” con su “Just Like Heaven”, en lo que parecía una premeditada venganza por la semejanza del exitoso “In Between Days” de The Cure y vuestro “Dreams Never End”. “¡Ja, ja! Era más un ´complemento´ que un plagio. Yo soy bastante fan de The Cure y no deja de ser un honor que un grupo que te gusta nos copie una canción. Y viceversa: es halagador que Robert piense que hacemos lo mismo que ellos”. Y ya que echamos la vista atrás ¿qué te pareció la recreación que Winterbottom hace de aquellos años en “24 Hours”? “Ha hecho un buen trabajo con el ambiente y el espíritu de la época, pero no se le podía pedir, como algunos piensan, que rodara una película realista. Date cuenta de que en aquellos años un único día podía suponer un mundo, así que ¿quién podría ser capaz de condensar diez años en apenas un par de horas?”.
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