“Mi madre me dijo que debería grabar un disco”. Esas son las primeras palabras de Connan Hosford, últimamente conocido como Connan Mockasin, un sobrenombre heredado de su anterior proyecto, Connan & The Mockasins, con los que emigró de su Wellington natal, en Nueva Zelanda, a Londres. El caso es que esa es precisamente la clase de frase que uno espera escuchar del autor de un disco como “Forever Dolphin Love”, la pieza de psicodelia más fascinante y rara que hayas podido escuchar en años. “Realmente no sabría definirlo. Supongo que es como música para tomar drogas, aunque yo no tome demasiadas”, bromea. “No escucho mucha música, la verdad. Ni siquiera tengo una colección de discos como Dios manda y mucho menos un iPod. La gente siempre comenta, ‘debe haber escuchado un montón de Syd Barrett’, pero no es así. Soy demasiado vago para eso. Bueno, cuando aprendí a tocar la guitarra, me metí de lleno en Jimi Hendrix. Esa es mi máxima influencia como instrumentista”. Tras años colaborando con otros artistas, Hosford ha encontrado un protector en el DJ y productor Erol Alkan, quien lo fichó para su sello Phantasy Sound. “Escuchó una cinta que había grabado y en seguida se interesó”, explica Hosford, sentado en el loft del hotel Princess de Barcelona, al día siguiente de su actuación en el festival Primavera Sound. Su paso por la Ciudad Condal es una prueba de cómo ha ido aumentando la repercusión de un disco extraño y maravilloso que a veces parece compuesto en Marte y otras en las profundidades de un océano. “En serio”, se reafirma él, “hice el disco porque mi madre me lo dijo, ni siquiera me planteé que nadie pudiera prestarle la más mínima atención, así que hice lo que me dio la real gana en todo momento. No esperaba nada”. Inmerso en la gira de presentación del álbum, para la que cuenta entre otros con el bajista James Milne (Lawrence Arabia, The Brunettes), también prepara disco en colaboración con Samuel Dust de Late Of The Pier y varios proyectos ligados a sendas exposiciones. No está mal para alguien que se describe a sí mismo como un vago. “Es que sólo soy vago en lo tocante a coleccionar los discos de otra gente”.
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