Salamanca (23 febrero, Sala B Caem), Gijón (24 febrero, Sala Acapulco), Valencia (8 marzo, Sala Repvblicca), Barcelona (9 marzo, Sala Wolf), Madrid (14 marzo, La Riviera), Zaragoza (5 abril, Sala López), Bilbao (6 abril, Sala Santana Blue), Mallorca (13 abril, Sala Es Gremi),
Lanzaste tu primer disco en el año pasado. ¿Cómo ha sido el recibimiento durante todos estos meses?
Estoy muy contento, la verdad. Uno de los temas, “Mi rival”, tiene más tiempo, se pudo conseguir y tuvo exposición porque gusta mucho. Ayudó a que el disco se conociera. Mucha gente me ha conocido con la gira con Xavibo y estoy contento porque se va notando. Tengo más oyentes mensuales y la gente compra entradas para verme a mí también. Tengo ganas de hacer un concierto mío, hice uno antes de verano, pero queremos hacer otro en Madrid y Barcelona.
¿Cómo ha sido el recuperar “Mi rival”?
Es un tema que me representa y al ser mi primer álbum, me parecía súper especial tenerla. Lo que estoy trabajando para 2024, se parece mucho a nivel producción, en centrarme en el piano, en escribir cosas que estoy viviendo... Han sido dos años de composición, un proceso de experimentar con la música, de saber cómo quería sonar y de conocer al equipo con el que trabajo. Estuve con Pau Riutort y Fake Guido (productor base de Bad Gyal), que curran con artistas como Natalia Lacunza o Rosalía. Al principio fue raro porque no sabía cómo quería sonar. Ha sido guay, pero duro al ser un artista independiente y tener que estar financiando constantemente el proyecto. Conforme iba haciendo temas, los iba pagando. Hasta que pude coger un concepto de todo y decir: ¿qué es lo que está pasando con todas estas canciones para que pueda enfocarlo en algo visual? “Muriendo en el cielo” fue el primero que hice, cuando salí del estudio supe que sería el título.
"Vamos a volver a sentarnos Xavibo, Recycled J y yo y voy a sacar colaboraciones con ellos. Tengo muchas ganas"
Hasta ahora te has centrado mucho en el sentimiento, sensibilidad y profundidad. ¿Cuál dirías que ha sido la canción más complicada de hacer?
No ha sido la más difícil, pero “Una pena” sigue siendo la más emocional en todos mis conciertos. Es un tema muy especial porque habla de que ya no está mi abuela. Quería, de alguna forma, hacer terapia con ese tema. Escribí sobre cuando vuelves a casa de tu abuela y todo está distinto porque no está. Han sido dos años difíciles y todos los títulos son bastantes tristones y tóxicos, pero me ha ayudado mucho a poder llevar el proceso creativo. Mi forma de liberarme, para no estar tan mal, es con el piano y la producción.
Justo mencionaste en una entrevista que es más terapéutico componer para ti que para otros artistas.
Sí, 100%. Depende de qué o para quién escribas. A mí me gusta indagar en lo que he vivido cuando lo hago para mí. Cuando compones con otra gente también, pero no es lo mismo, porque no estás pensando en ti y estás enfocado en la otra persona. A mí me funciona. Siempre recomiendo escribir lo que te salga y si te apetece poner un acorde luego, pues genial. Valoro el gesto de escribir y soltar “mierda”.
¿Qué influencias dirías que tuviste en este álbum?
Es un batiburrillo de ideas. La referencia principal es lo clásico, creo que siempre va a estar presente. Estudié violín y esa cosa clásica siempre me ha gustado: un momento épico me pone los pelos de punta. A nivel producción escuché a Sampha y Ralphie. A veces llegaba al estudio con canciones, pero en general ha sido tocar y ver qué sale. Me fui cuatro días con mis productores y empezamos a hacer ruido. Salieron melodías y letras de ahí. Fue guay componer de esta forma y no solo al piano.
En la canción “ZIGZAG” colaboraste con tu amiga Alice Wonder. ¿Cómo surge?
De forma natural, no teníamos pensado sacar un tema juntos. Un día quedamos, nos sentamos al piano y salió. Ella tenía una melodía del estribillo y al final ni la usamos, pero me la enseñó, empecé a tocar el piano y tiramos ideas. Desde que la hicimos pasó un año y medio. Coincidir era un jaleo, para tomar una cervecita siempre [risas], pero para echar el día entero ahí de curro... Estoy contento con el resultado.
Antes de verano hiciste un concierto, justo en tu tierra (Coria del Río, Sevilla). ¿Cómo fue la experiencia? Porque imagino que fue el primero allí.
Hice uno hace diez años, al salir de un talent show. No eran mis canciones y no lo sentí mío. Esto sí era presentar el álbum a toda mi familia, a mi ciudad, a mis amigos...Estaba de los nervios. Fue una odisea, porque el bolo fue solo, pero conseguimos hacer algo muy chulo. Me llevé un técnico de luces e hicimos un concepto muy guay con las pantallas. Disfruté el concierto y creo que a la gente le gustó bastante, así lo sentí.
Además del disco, has estado haciendo bastantes cosas: Benidorm Fest como compositor de la canción de Alfred, estás como músico y telonero de la gira de Xavibo, y también lanzaste la colaboración con Recycled J...
Sí, me han pasado cosas muy locas. Esto viene de haber empezado en la música componiendo. He conocido mucha gente y tengo buenas relaciones. Vamos a volver a sentarnos Xavibo, Recycled J y yo y voy a sacar colaboraciones con ellos. Tengo muchas ganas, todo lo que voy a sacar se parece mucho más a “Ni una sola palabra” (cover de la canción de Paulina Rubio), que al disco. Estoy yéndome al piano y se está sumando gente muy especial al proyecto. Tengo ganas de contarlo.
Hace casi diez años estuviste como telonero de James Arthur, imagino que te ayudó mucho a la hora de dar conciertos y saber estar en escenarios...
Fue toda una experiencia, como ahora. Creo que llevaba sin ser telonero desde James Arthur. Está siendo muy diferente porque son amigos y viajo con ellos. Pero me ayudó mucho a telonear y a la presión de ser un telonero. Intento tomármelo con tranquilidad porque nadie ha venido a verme a mí, si le gusta a alguien súper bien y si no, lo peor que puede pasar es escuchar a gente hablando. Pero nunca pasa, así que estoy contento. Creo que conecto muy bien con la gente en el directo.
"Soy una persona muy persistente y todo mi proyecto lo financio con las canciones que coloco a otros artistas"
En 2020 presentaste un nuevo nombre artístico, dejando atrás tu nombre de pila.
Hubo muchas decisiones por el programa que no eran mías, yo estaba en medio y no sabía mucho. Mucha gente decidía las canciones que iban a entrar en el álbum. Quería empezar algo de cero y decidí hacerme un perfil nuevo en Spotify. Con un par, también te digo. Soy un poco inconsciente, me entra una ambición de repente. Creo que todavía me queda tiempo hasta que la gente no diga GOMZ según suena y lo diga con e. Es que ya había un grupo que estaba registrado, con bastantes oyentes mensuales
¿Gomez?
Sí, por la cara. Son irlandeses, si no me equivoco. Decidí quitarle la E porque quería llevar el apellido de mi familia y no olvidarme de mis raíces. Trabajando mi nombre de otra manera.
¿Cómo fue este inicio?
Fue duro, porque saqué mi primer EP, “0703”, dos semanas antes de la pandemia. Todo el dinero no fue en vano porque la gente lo escuchó en pandemia. Pero tenía conciertos programados, una prensa...y se cayó. Creo que fue la primera hostia que me dio la vida del artista independiente, siendo consciente. Pero no me lo tomé a malas. Soy una persona muy persistente y todo mi proyecto lo financio con las canciones que coloco a otros artistas. A finales de 2020 y principios del 21 estuve componiendo para mucha gente. Estoy en esas otra vez, subiendo y creciendo mucho a nivel compositor.
Estuviste en Londres bastante tiempo. ¿No te animarías a cantar o hacer una canción en inglés?
Al principio, de hecho, quería cantar en inglés. Me fui para mejorar el idioma. Estoy muy cómodo cantando en inglés y nunca me cierro a ello. Pero me parecía que tenía más coherencia hacerlo en mi lengua, al ser un proyecto que lleva mi apellido familiar. En enero me voy una semana a componer a Londres. Llevo sin ir desde hace cuatro años. Tengo ganas.
Tienes bastante unión con gente de la esfera musical: Alba Reche, Ona Mafalda, etcétera. ¿Cómo es estar rodeado de gente que se dedica a lo mismo?
Es guay, nos apoyamos los unos a los otros. No solo somos artistas, también hay gente de otros medios en el grupo: estilistas, creativos, etc. Martina Hache, es directora y hace videoclips, le ha hecho a Alba. Estoy componiendo para Ona y he compuesto con Anaju también. Creo que nos entendemos muy bien porque nos dedicamos a esto, que no es fácil. Cuando estás de gira, que yo ahora estoy con colegas y es guay, pero el día que me toque hacer una por mis propios medios y no pueda llevar a tanta gente, tocaré e iré al hotel. Este tipo de situaciones, si convives con gente que lo entiende, porque lo ha vivido, es diferente. Nos queremos un montón.
Y vamos con las dos últimas preguntas: ¿Cómo definirías GOMZ para los que no te conocen?
GOMZ es nostalgia y tristeza, pero también pureza y honestidad en lo que quiere contar. No diría que es terapia, pero intento que en las canciones de mi proyecto haya un poquito de cada cosa que he dicho.
¿Cuál es tu modelo de Vans favoritas?¿Y por qué motivo?
Pues son las Vans slip-on Checkerboard. Es un modelo que uso desde mi adolescencia. Son icónicas.
Isabel Santos Martínez
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