Tras la premura inicial vino “cierta aventura” en la grabación de las voces, lo que sumado a las mezclas y la masterización acabó por dilatar el proceso más de lo previsto. “También es porque me meto en cosas que no son estrictamente tocar y componer; me gusta mucho la parte de la producción, tengo mi propio estudio, mis cacharritos… Me lío con todo eso, pero me lo
Tras la premura inicial vino “cierta aventura” en la grabación de las voces, lo que sumado a las mezclas y la masterización acabó por dilatar el proceso más de lo previsto. “También es porque me meto en cosas que no son estrictamente tocar y componer; me gusta mucho la parte de la producción, tengo mi propio estudio, mis cacharritos… Me lío con todo eso, pero me lo paso bien”, señala. Y he ahí otra de las claves: disfrutar, sin más. “Tocar es lo que hago de manera regular, todas las semanas; y si no puedo, me enfado. En este proyecto no quería dar vueltas. Era además una especie de prueba pendiente que tenía conmigo mismo. Y seguimos, porque ya tenemos unos 10 ó 12 temas nuevos y en la presentación del disco (17 de marzo en FunHouse) tocaremos algunos”. A la banda se ha unido también Ramiro Cortillas, extendiendo el vínculo con Cohete más allá del frenazo que dieron tras firmar dos estimulantes largos: “No hay nada planteado a corto ni medio plazo. Si nos apetece algún día, nos juntaremos y ya está. Lo que hicimos estuvo muy bien, pero también comprobamos que éramos muy pesados y nos costaba rematar las cosas”.
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