Girar, girar y girar

Primero fue un EP de seis canciones que pasó prácticamente desapercibido. Después llegó “Parades”, el largo de debut con el que sorprendieron al público indie más atento. Con “A Perfect Trampoline Jump” (Cuac, 10), los seis miembros de Autum Comets, todos a una como Fuenteovejuna, están dispuestos a dar la campanada. Hoy están tocando en el Teatro Lara de Madrid.

Va a siendo hora de que le dediquemos a “A Perfect Trampolíne Jump” más atención de la que le hemos brindado hasta la fecha. “Teníamos claro cuál era nuestro objetivo al entrar a grabar este disco: tratar de estar satisfechos al cien por cien con todas las canciones. Todo lo que venga detrás será un regalo”. Eso se traduce en que están más que satisfechos con el resultado final y sería extraño que no se hiciesen con un sitio bien visible y destacado dentro de la escena porque cuentan con todos los elementos para meterse en el bolsillo a ese oyente que devora tanto la discografía de Wilco como las referencias de Mogwai o Built To Spill, aunque las comparaciones se les empiezan a quedar incómodas y ellos tienen bien claro quiénes son y dónde quieren estar. “Un grupo tiene que estar cómodo haga lo que haga, siempre que lo haga por placer. Nosotros somos muy felices haciendo estas canciones y siempre habrá un público dispuesto a escuchar música sincera. La nuestra es bastante particular y no creemos que haya una única calificación posible. Somos bastante versátiles y nos gusta cambiar nuestro repertorio cada poco tiempo, añadiendo versiones mas acústicas o más agresivas, dependiendo del lugar al que vayamos a tocar”.
Tienen canciones como la copa de un pino (la enérgica “The Day After Tomorrow”, “Welcome Home” o “The Captain Is Awake”); de actitud van sobrados (no hay más que ver cómo se desenvuelven en directo y cómo esperan ansiosos la presentación oficial de este álbum en un recinto tan castizo como el Teatro Lara de Madrid... atentos al próximo 16 de marzo); se apuntan dos colaboraciones de órdago con las que enganchar a algún que otro escéptico gracias a las voces de Lourdes Fernández (Russian Red) y Micah P. Hinson; y cada vez tienen un sonido más libre, más contundente y definido, que es, en definitiva, por lo que están en este tinglado. “Manuel Cabezalí, nuestro antiguo productor, no aparece en los créditos porque no existe el ‘puesto’ de ‘pilar’ sobre el que creció nuestro grupo en los comienzos. Si no, sí que estaría. Esta vez nos han producido el disco Eduardo Baos (Tachenko), Christian Barros (Picore), César Verdú (Schwartz) y Karlos Osinaga (Lisabö), que hicieron un trabajo excepcional en el poco tiempo que tuvimos. La esencia de la banda va evolucionando con todas las personas que vamos conociendo”. Si “Parades” era una muestra acelerada, rabiosa y sin complejos de la pegada de este sexteto madrileño, parece que ahora han levantado el pie del acelerador y donde antes se intuía un nervio primerizo, ahora podemos paladear a una banda mucho más sólida, más templada y con las ideas más claras. “Queremos girar, girar y girar. Estaría genial ser editados fuera de España, y por pedir que no quede, de Europa, pero por ahora, despacito y con buena letra, esperamos hacer una buena gira por el territorio nacional. Además, ya estamos empezando a grabar maquetas para el siguiente trabajo”.