Lo hace, además, orquestando muchas de sus canciones, aportando de esta manera algo nuevo a su música. Confesando que le cuesta más componer una buena letra que una buena melodía, por lo que recurre en esta ocasión a la colaboración de su buen amigo Santi Campos, Salto se desnuda en esta charla con nosotros y, lo que más nos importa, hace lo mismo con su último y espléndido trabajo.
Desde la nota de prensa de este disco reconoces abiertamente la influencia de Burt Bacharach en él. Algo que se evidencia, claro está, con su música ¿cómo llegaste a él? ¿Qué significa para ti?
Burt Bacharach es como el nitrógeno, que está presente en el ambiente pero uno no lo sabe hasta que se ha preocupado de hacer los deberes. Canciones como “I Say A Little Prayer”, “Walk On By” o”‘What The World Needs Now” siempre han formado parte de mi vida, pero de pequeño no podía imaginar que esas canciones no eran de los artistas que las interpretaban. Es ya de adolescente, cuando uno empieza a perder la cabeza con la música, que descubre que el autor de aquella canción que tanto te gusta de Love es el mismo que el de esa otra de The 5th Dimension o aquella tan bonita de los Carpenters. Cuando descubrí a Burt Bacharach enloquecí. Sus canciones son obras de arte. Me fascina además que composiciones tan ricas y complejas funcionen tan bien que acaben siendo hits para todos los públicos.
"La música me ha dado mucho más de lo que yo vaya a poder aportar jamás"
¿Cómo te planteas “replicar” de alguna manera ese sonido y hacer un disco orquestado?
Esto viene a que soy melómano antes que músico, y como tal quiero hacer la música que me entusiasma. Cuando estoy escuchando un disco de los New York Dolls el cuerpo me pide vestirme de mujer y coger una Les Paul. Cuando escucho a John Prine me apetece tanto tirar por ese camino que hasta me llegué a comprar un pedal steel. Y así continuamente, por lo que teniendo en cuenta mi pasión por el pop orquestado era una simple cuestión de tiempo. ¿Cómo no querer intentar acercarme a Roger Nichols, Brian Wilson, The Left Banke, Frankie Valli, Scott Walker…? Decidí que había llegado el momento en cuanto conocí a Iñigo Bregel y nos hicimos buenos amigos. Tenía a mi lado a un tío que rebosa música y que comparte mi pasión por las canciones. Además de ser extremadamente talentoso y trabajador, tiene la envidiable cualidad de mantener constante el nivel de exigencia. Siempre que hacía falta un arreglo mágico o una idea, sabías que daría con ello.
Pregunta evidente pero no por ello innecesaria ¿y lo de hacer el disco en castellano?
Lo de escribir en español no es algo nuevo, es solo la primera vez que lo muestro. Todos los días dedico un rato a escribir, ya sean letras de canciones, ideas sueltas o relatos cortos, y me gusta hacerlo tanto en castellano como en inglés. ¿Por qué en inglés? La verdad es que me expreso perfectamente en ese idioma y ofrece herramientas distintas. No veo por qué debería evitarlo. Si he podido vivir en Alaska, ir allí al colegio, divorciarme de una chica de Missouri, vivir en Belfast… créeme: puedo escribir una canción de 2 minutos.
Me he cruzado con artistas incluso que dicen que hay que escribir en el idioma en el que uno piensa. Para empezar, que un artista le diga a otro lo que hay que hacer me parece una barbaridad y me da mucha información sobre el susodicho. Y para acabar, me haría mucha gracia ver a todos esos artistas menores diciéndole a Samuel Beckett, a Nabokov o a Joseph Conrad que tienen que escribir en su lengua materna.
Cuentas con Santi Campos en tres de esas letras ¿cómo nació esa colaboración?
Es un buen amigo y nos tenemos mutua admiración. Le pedí que escribiera la letra de dos canciones en las que yo no había hecho un trabajo con el texto a la altura de la melodía. Más tarde hicimos otra a medias. Santi prioriza la letra sobre la melodía y yo al contrario por lo que él estaba más limitado que con sus propias canciones y aun así hizo un trabajo fabuloso. La letra de “Arder, Humo y Desparecer” es sobresaliente.
¿Has seguido su trayectoria anterior? ¿Repetirás con él o con otros letristas?
Sí, tengo en casa todos sus discos y hasta uno de Malconsejo. Como él sabe, me gusta especialmente su faceta powerpop aunque La Alegría y todo lo posterior me ha sorprendido gratamente. Seguramente haya más colaboraciones futuras, con él y otros letristas.
En cambio la música, con una excepción, es solo cosa tuya ¿te sientes más cómodo haciendo música que escribiendo letras?
Sin duda. Aunque me gusta escribir, disfruto más con la parte musical. Creo que peco de tomarme la literatura como algo muy serio y me da más respeto jugar a parecerme a Borges que a McCartney, lo cual tampoco es que tenga mucho sentido. Me parece que simplemente se me da mejor una cosa que la otra, así que si alguna canción no tiene una letra digna de la música, no tendré ningún problema en pedir a un letrista que me ayude a que la canción sea lo mejor posible, ya que entiendo que ése debe ser siempre el objetivo final.
¿Ha influido en esto el cambio al castellano, siempre más difícil para escribir?
No, ya en inglés me había ayudado de letristas. En mi primer disco hay letras firmadas a medias con Lindy Wormwood. También, años después mi admirado Tim Easton hizo la letra entera de una música mía, “Coming Up For Love”. Tanto en inglés como en castellano he perseguido siempre que la canción brillara todo lo posible, firmara quien la firmara.
Incluyes en la nota que acompaña al disco un repaso canción a canción desde tu punto de vista. Allí hablas de influencias de Tom Petty, Brian Wilson o George Harrison ¿dónde las puede encontrar el oyente?
Cuando enseñé a Iñigo la canción que pasaría a llamarse “Solo el Tiempo”, le dije que me la imaginaba caminando como un medio tiempo de Tom Petty. Él en cambio quiso llevarla por un camino completamente distinto, así que trabajamos juntos en ambas versiones para ver cuál se quedaba con la plaza. Finalmente nos gustaron tanto las dos, que decidimos incluir ambas. Lo de Brian Wilson es porque está en mi Olimpo particular y es una inspiración constante. La melodía de “Arder, Humo y Desaparecer”, por ejemplo, en su versión original en inglés improvisado me sonaba algo Beach Boys. Lo mismo con el comienzo de “Ciudad Invierno”. También creo que puede haber un poco de Harrison en “No”.
Para mí es un disco que ha de estar en la estantería, por diferentes motivos, junto a "Hamsterdam" de Pigmy o "Sur en el Valle" de Quique González ¿Los conoces? ¿Estás de acuerdo? ¿Qué opinas de esto?
Conozco ambos, sí, pero me sorprende concretamente la comparación con "Sur en el Valle". Sospecho que Quique coincidiría en que son dos discos muy diferentes. De todas formas me suele divertir cuando salen comparaciones con artistas o discos que no me espero o incluso que no conozco. Gracias igualmente por hacerme un hueco al lado de dos grandes.
Tu primer disco fue homónimo con tu apellido. Este lo es e incluye tu nombre ¿es un símbolo de una nueva etapa?
Efectivamente, era el momento de un cambio. De estilo, de estructura y ya puestos haciéndolo coincidir con el cambio de idioma. El hecho de que haya grabado tres discos con tres bandas distintas es un indicador de que ya era hora de cejar en mi empeño de pretender que esto fuera una banda. Mis maneras dictatoriales a la hora de gestionarla tampoco ayudan, todo sea dicho. De todos modos, tanto para los músicos actuales como para los miembros del pasado no ha significado nada este cambio, pues Salto siempre había sido Germán Salto y viceversa. De esta forma incluso dejo la puerta abierta a poder hacer algún día un disco de Salto en inglés si me apetece.
Imagino que un disco así requiere altas dosis de perfeccionismo ¿hasta qué punto lo eres?
Disco a disco voy mejorando mi relación con la música. Ya he aceptado que nunca publicaré un disco como el "Nina Simone Sings The Blues" o que nunca cantaré como Eric Carmen. Me ha llevado tres discos hacer una puesta a punto de la estabilidad emocional requerida para no sufrir más de lo necesario, a pesar de que ese perfeccionismo puñetero es también un buen aliado para tratar de superarme siempre. En este álbum se junta también con el perfeccionismo en el estudio de Iñigo, que creo que no exagero si te digo que podría sustituir a cualquier miembro de la banda mañana mismo y que conoce cada nota que se ha tocado en el disco (¡y se han tocado muchas!).
También se me antoja un punto de locura – hemos citado a gente como Brian Wilson - ¿Cómo lo ves? ¿Es una locura sacar un disco así en este país?
No sé si locura pero sí diría que es arriesgado sacar un disco así… si lo que pretendes es vivir de ello. Sin embargo si tu única motivación es hacer algo lo más bonito que sabes, disfrutar haciendo música con tus amigos y tratar de emocionar a quien lo escuche, puedo decir que estoy satisfecho con el resultado. La música me ha dado mucho más de lo que yo vaya a poder aportar jamás, así que es de justicia que -más allá de mensajes cuquis sobre honestidad y demás milongas- todas mis decisiones sean estrictamente musicales. Tengo la suerte de poder permitírmelo. Arriesgados fueron "La Leyenda Del Tiempo" o el "Pet Sounds".
¿Cómo vas a llevar este disco al directo? Porque se me antoja difícil con tanta instrumentación…
Van a estar adaptadas para una banda de seis miembros, donde además de base rítmica hay simplemente teclados y guitarras. Las canciones funcionan perfectamente e incluso se podría decir que estamos haciendo de la necesidad virtud y algunas canciones nos están sorprendiendo en este formato más guitarrero y menos sutil. Es un lujo de banda, donde todos además de grandes músicos son compositores, y están siendo claves en la adaptación del disco al directo, con muchas ideas brillantes. Siempre recomiendo enloquecidamente los discos de Willie B Planas y los de Pablo Solo. Creo de corazón que la gente va a salir contenta de los conciertos y desde aquí animo a los lectores a acercarse a vernos si ven que pasamos por su ciudad.
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