Si algo queda claro desde “Lugares comunes” y sobre todo en este “Disco para adultos” es que, sin abandonar las influencias que habéis tenido hasta el momento, estáis cambiando el foco. Los temas totalmente disco tienen cada vez más peso en vuestra trayectoria. ¿Estáis de acuerdo?
(Lalo López) Es cierto que desde un tiempo hacia aquí hemos asumido con orgullo el hecho de que somos una banda de disco. El punto de inflexión creo que fue “Superficial”, en el que, tras un lapso de tiempo sin publicar nada y con problemas de fondo que casi nos llevan a la dispersión, recuperamos la fe en el género que nos había visto nacer. Fue algo muy intenso... Como reencontrar un viejo amor y darte cuenta de que con él te sentías tú mismo, que ese era tu lugar. Hay mucho por reivindicar en el disco más allá del cliché: fue un movimiento interracial, que rompía barreras de género y que llevó la tradición de la música afroamericana hasta sus cuotas más altas de popularidad, a parte de ser la impulsora de la cultura de club y de la música que hoy en día se baila en toda discoteca. Así que ser un grupo "disco" es una etiqueta que nos llena de orgullo.
He leído vuestra explicación sobre el título del disco, su doble sentido y todo lo que tiene que ver con vosotros, pero ¿vuestro público coincide en características con vosotros o estáis alimentando de baile a nuevos públicos?
Es una buena pregunta. Y no sé responderla. No podemos estar pensando en si nuestra música satisface a la gente que creció con nosotros a principios del XXI o si tiene capacidad para llegar a los millennials. En primer lugar nos debemos a nuestra creatividad, y esa ha sido nuestra razón de ser desde que abandonamos el ser una banda de versiones en el año 2000... Más allá de estas cuestiones, cuando empezamos a grabar el nuevo material no teníamos un concepto claro para el disco, fueron las mismas canciones las que nos inspiraron la idea de “Disco para adultos”, y rápidamente los dos rombos que servían para calificar por edades las pelis de la transición nos pareció un símbolo potente que nos permitía reírnos de esa concepción de que la música pertenece a generaciones concretas. Y de paso también reírnos de nosotros mismos, señores de cuarenta años con hijos y problemas de adultos haciendo música que pretendidamente han de bailar los jóvenes en las discotecas.
Da la impresión de que, aunque nunca las habéis descuidado, las letras cada vez marcan más el espíritu de los discos que publicáis. ¿Estamos en lo cierto?
Yo creo que todos los grupos se preocupan sobre sus textos. Al menos desde el segundo disco (risas). Siempre hemos seguido la máxima de James Brown de hacer tus letras "universales", que lleguen a todo el mundo. Pero “Lugares comunes” marcó un punto de inflexión al respecto, y también el trabajo con Chocadelia Internacional en su última etapa. Cuando llevas tanto tiempo haciendo canciones, yo creo que es inevitable que tu vida termine siendo la guía de tu pluma. En “Lugares...” pusimos nuestra vida, nuestras familias, en primer plano. Y una vez haces eso es difícil volver atrás, y el reto era poder seguir con esa línea haciendo temas disco, que era lo que nos apetecía. ¡Y joder, no es fácil! Melodías sincopadas, armonías celestiales que dan poco pie al humor negro y tienden a lo cursi (¡eh, lo cursi mola, que conste!). Supongo que en algunos temas lo habremos logrado y en otros no tanto, pero apostamos por el castellano como herramienta de transmisión y seguimos trabajando en ello. Lo nuestro es el disco-costumbrismo, si es que eso puede existir.
Una cosa que me ha sorprendido es la participación de músicos extranjeros. ¿Cómo habéis contactado con todos ellos y sobre todo cómo decidisteis que les queríais en el disco?
Estamos muy felices de haber contado con musicazos de un talento extraordinario en el disco. Por todos ellos sentimos una admiración sincera y su predisposición ha sido increíble. Que nos haya producido un tema José Luís Pardo, ex-guitarra de Los Amigos Invisibles y uno de nuestros productores de disco-funk favoritos es poner la guinda a una estrecha relación que tenemos con él desde que giramos por el 2002 con Los Amigos por España. Con Joel Sarakula tuvimos la inmensa suerte de que estaba buscando backing band para sus giras por el estado y entró en contacto con nuestro batería Marc Benaiges, que nos introdujo en su música... Y nos enamoramos de ella y de su talento compositivo, carisma vocal y personalidad bohemia. Compusimos a dos manos el tema que aparece en el disco, fue rápido y fácil, un verdadero placer. Y Cimafunk... Bueno, Cimafunk está llamado a ser el próximo fenómeno funk latino, y tuvimos la inmensa suerte de conocerlos a través de Miguel Ángel Sutil de la revista Enlace Funk, y todo fluyó a las mil maravillas. Le molaba nuestra música, a nosotros nos encantaba la suya... Somos muy afortunados de contar con exponentes tan destacados de la escena de la música de baile actual.
Igual me equivoco, pero “Momentos” me parece uno de los temas más calmados que hayáis hecho en los últimos años. Siendo nueve músicos, ¿trabajáis igual las piezas calmadas que las que nacen destinadas a la pista de baile?
Son temas complicados para una formación amplia, es cierto. Hay que encontrar el tono adecuado, mantener un groove low tempo, tener delicadeza, sutilidad y encontrar el momento de opinar para hacer del tema algo especial. Quisimos hacer una balada rollo AOR ochentero y nos ha salido “Momentos”, pero el trabajo es el mismo. Lo importante es transmitir claramente el concepto de la canción a la banda, y si la idea es moverte en los parámetros sonoros de un estilo utilizar los recursos adecuados tanto instrumentales como de producción. Pero ocurre lo mismo con un tema como "Nos une el boogie” hecho para bailar, pero con una onda boogie, sub-género disco que tiene unos códigos específicos. La clave es conocer esos códigos y saber transmitirlos al grupo.
"Aunque Fundación sea un grupo de disco-funk nuestra trayectoria se caracteriza por dar una de cal y otra de arena, con discos que ponen a prueba a nuestras fans".
Y ya que estamos con lo de los nueve músicos, aunque creo que ya os lo hemos preguntado con anterioridad y teniendo en cuenta que algunos estáis metidos en otras aventuras musicales, ¿resulta especialmente complicado tomar decisiones siendo tanta gente o Lalo y Miguelito se encargan más de dirigir la nave?
¡Respondiendo yo, la respuesta puede ser algo parcial! Las bandas tienen sus dinámicas internas que generan a lo largo de su trayectoria los roles de cada miembro. Siempre hay tensiones y desencuentros por esos roles, pero al final hay una cosa que es indudable, y es el cariño que tenemos todos por el grupo. Igual que antes he dicho que hubo un momento de epifanía en el que asumimos el disco como nuestro espacio, creo que cada uno de nosotros ha tenido un momento en el que se ha dado cuenta de lo importante que es este proyecto en nuestras vidas, de cuánto nos ha dado y de cómo nos ha definido. Eso hace que al final, pese a los marrones habituales de un matrimonio de veinticuatro años, prevalezca el bien común en la toma de decisiones y sean consensuadas aunque haya unas cabezas pensantes que generen el movimiento inicial.
Continuáis siendo fieles a Buenritmo, un sello que apuesta desde sus inicios por propuestas que hagan bailar a la gente en directo, sea a base de swing o de disco-funk como en vuestro caso. ¿Alguna vez han cuestionado vuestras decisiones o, por contra, el trabajo de Jordi está muy en sintonía con vuestros objetivos o inquietudes como banda?
Las hemos visto de todos colores desde que empezamos en esto en 1996. Vivimos la decadencia de la época dorada de las majors, el pánico ante la llegada del intercambio de archivos a través de la red, hemos sufrido a buenos y malos managers, hemos subido y bajado, pero una cosa ha sido inmutable: Jordi siempre nos ha transmitido confianza y ha confiado en nosotros. Siempre ha sido sincero y los números han estado claros. Y en lo creativo siempre nos ha apoyado, nunca ha habido cuestionamiento alguno pese a que hayamos tomado a veces caminos que nos alejasen de lo que la gente esperaba de una banda como Fundación Tony Manero. Buenritmo es familia.
Aunque soléis beber de los setenta y los ochenta, todos sabemos que sois gente que disfruta con artistas muy distintos. Al margen de nombres como Bruno Mars, sobradamente conocido por todo tipo de públicos, ¿qué nombres os interesan del momento actual en relación con los sonidos de la black music?
Las colaboraciones que hay en el disco muestran nuestras apetencias actuales. El trabajo de Joel Sarakula, las producciones de José Luís Pardo, las aportaciones de Cimafunk, son de lo que más nos interesa en la actualidad. También nos encantan Mama's Gun o Young Gun Silver Fox, lo que hace Tuxedo, y las producciones de Adrian Younge. Aunque esté un poco más alejado de lo que hacemos el material que generan Calibro 35 es increíble, y del mundo del hip hop Tyler The Creator o Chance The Rapper son un pozo sin fondo de creatividad. Y no podemos olvidar a The Internet, una de mis bandas favoritas desde hace tiempo.
Elegisteis como single de adelanto “Nos une el boogie”, una de las canciones más frescas del disco, pero de lo que os quería hablar es del clip. Aparece un montón de gente y fans en el vídeo, pero la pregunta es más complicada: ¿Es Fundación Tony Manero una banda de fans fieles?
Absolutamente. ¡Y muy comprensivos! Aunque Fundación sea un grupo de disco-funk nuestra trayectoria se caracteriza por dar una de cal y otra de arena, con discos que ponen a prueba a nuestras fans. Y lo cierto es que siempre están a nuestro lado por raro que les parezca que hagamos un disco como “Lugares comunes” o “Pandilleros”. Al final se trata de gente que entiende y respeta con nuestra evolución, y han viajado con nosotros a través de ella. El video de “Nos une el boogie” es un homenaje a toda esa gente que está a nuestro lado desde hace tiempo.
A lo largo de los últimos diez años habéis hecho cosas muy diversas por lo que respecta a los directos, desde participar en festivales hasta recuperar conciertos en distancia corta o, hace ya mucho, crear el musical “Pandilleros”. ¿Hay alguna idea especial de cara a la gira de presentación de “Disco para adultos”?
La verdad es que, a un año de nuestro veinticinco aniversario, en el que seguro prepararemos un espectáculo conmemorativo bastante potente y complejo, lo que tenemos ganas de hacer en esta gira es presentar las nuevas canciones y disfrutar del reto que supone darle la vuelta a nuestro repertorio habitual. Se avecina un año y medio intenso para Fundación Tony Manero, así que ahora toca disfrutar del nuevo material y reencontrarnos con nuestra gente en la pista de baile!
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