En su mano reposa la tranquilidad de haber protagonizado un meteórico primer asalto a la industria musical a través de un destacado tour de force que les ha abierto las puertas de un temprano pero merecido éxito. Fresquito y Mango son conscientes de que no todos los días uno puede firmar hits con Aitana; aun así, esta dupla de artistas no ha desacelerado el ritmo lo más mínimo y ha seguido ofreciendo razones de sobra para que el público más joven continúe teniéndoles en su radar.
Debutáis ahora, pero lleváis cerca de cinco años publicando singles. ¿A qué se ha debido esta demora? ¿El formato largo ya no interesa en vuestra generación?
(Fresquito) Ha sido una mezcla de varias razones. La primera de ellas es que, en su momento, comenzamos a hacer música sin demasiadas pretensiones, simplemente para pasarlo bien y sin vistas hacia el futuro. Y luego está lo que comentas, sí. Sentíamos que teníamos que adaptarnos a los nuevos tiempos y eso implicaba tal vez trabajar sobre formatos más inmediatos, como los singles o el EP. Ten en cuenta también que somos una banda muy joven y que hacer un disco como tal lleva mucho tiempo. Hay algunas canciones de este disco, por ejemplo, que llevan como tres años hechas. Como banda que acababa de comenzar, obviamente, no podíamos permitirnos estar tanto tiempo sin sacar música, así que por eso apostamos por ese tipo de lanzamientos más individuales y rápidos al principio.
(Mango) Sí, en ese momento nos movíamos con comodidad en ese terreno, ¿no? Ya sabes, lanzando uno o dos temas al mes y cosas así. Pero tan pronto como nos asentamos y fuimos ganando confianza, nos dimos cuenta de que el cuerpo nos pedía probar cosas nuevas. Sin duda, supimos que éste era el momento de hacer un disco.
"Sentíamos que teníamos que adaptarnos a los nuevos tiempos y eso implicaba tal vez trabajar sobre formatos más inmediatos"
¿Habéis encontrado muchas diferencias con respecto a la manera en la que habíais estado trabajando hasta ahora?
(Fresquito) Sí, ha habido bastantes. La primera de ellas es sin duda la cantidad de gente que ha terminado interviniendo en el disco. Normalmente acostumbrábamos a ser solo Mario y yo quienes trabajábamos sobre las canciones, con la participación puntual de Juan Pedrayes como único colaborador. Con este disco, sin embargo, hemos querido abrir un poco la puerta y trabajar con gente que previamente ya sabíamos que era la hostia y que podían sumar mucho a nuestro proyecto.
Hay varios nombres, sí. Colaboraciones con Slappy Av, PEDRAXE, una producción firmada por vosotros con detunedfreq, Juan Pedrayes, Kim Fanlo… ¿os puso un poco nerviosos confiar vuestro trabajo en tantas manos externas?
(Fresquito) Yo confieso que con eso soy un poco rallao’ y la verdad es que al principio sí que he sido algo reacio a abrirme a trabajar con otros productores por cierta desconfianza o tontería mía. Pero ahora estamos con otra actitud completamente distinta. Adetunedfreq, por ejemplo, le dejamos libertad absoluta para que hiciera con nuestras canciones lo que le diera absolutamente la gana y los resultados nos han encantado, así que es muy probable que a partir de este disco queramos seguir explorando esta forma de trabajar.
La verdad es que, a pesar de su diversidad, habéis logrado un disco bastante sólido.
(Fresquito) Todos ellos nos han aportado cosas muy diferentes y cada uno a su manera ha logrado que el disco subiera el nivel de lo que habíamos hecho hasta ahora. Después de estas colaboraciones, fue Kim Fanlo quien en el estudio se ha encargado de cuadrar las voces, sumar arreglos y sobre todo, de lograr que el disco suene cohesionado y tenga sentido. Dado que es un disco tan diverso, teníamos miedo de que terminase siendo simplemente una amalgama de cosas metidas con calzador, ¿me explico?
(Mango) Exacto. Creo que lo que más nos preocupó fue que el disco tuviera una cierta consistencia y no terminara pareciendo que cada canción era de su padre y de su madre. Hacer un disco presenta este tipo de dificultades, ¿no? Cuantas más canciones tienes, más complicado se hace lo de lograr que todas suenen como parte de un todo. Aunque un disco tan variado te garantiza que no haya dos temas iguales y que, si al oyente no le gusta uno, puede perfectamente pasar al siguiente hasta encontrar uno que sí.
Vuestro disco desde luego es un buen ejemplo de cero etiquetas, aunque esta tendencia ya llevamos tiempo viéndola en artistas de vuestra generación.
(Fresquito) Es algo que, como productor, también llevo años viendo y creo que forma parte de la filosofía del tipo de artistas que se han formado en esta generación. Yo comencé a hacer música en casa allá por 2015 o 2016, más o menos, y recuerdo que el tener acceso a un software libre que me permitía hacer todo tipo de canciones, estilos y géneros hizo que nunca sintiera la obligación de limitarme a una etiqueta concreta. Con el tiempo he visto que a otros artistas de nuestra escena les pasaba algo similar y no se limitaban en absoluto a la hora de hacer temas con un estilo concreto. Perfectamente pasaban de hacer trap o reggaetón, a canciones de rap o indie. Hacer música en casa nos ha hecho ser una generación más desprejuiciada en cuanto a estilos.
El debut llega después de que algunos de vuestros temas previos se hicieran muy virales. ¿Os habéis visto intimidados por las expectativas a la hora de hacer este disco?
(Fresquito) Para enfrentarnos a este disco y al resto de nuestros objetivos hemos sido en todo momento conscientes de que hay golpes de efecto y éxitos que no se producen todos los días. Sabemos que hacer un tema con Aitana no es lo normal y que los números que te puede proporcionar un hit así no se repiten tan fácilmente. Nuestra intención aquí no ha sido tanto la de igualar esas cifras como sí la de hacer algo que reflejase nuestra progresión como artistas. Es verdad que en ocasiones el éxito de temas anteriores puede frenarte a la hora de seguir creando, pero cuando aceptas que tus temas nuevos simplemente funcionarán de otra manera, se siente bastante liberador.
"Obviamente, somos conscientes de que el ritmo que exige esta industria es demoledor"
¿Qué nos decís del título del disco, “LO QUE ME MATÓ”?
(Fresquito) El título sale de la letra de una canción del disco y sirve como extensión de lo que transmiten temas como “NO ESTABA BIEN” o “AUNQUE YA NO ME BESES”, que son los que más tiempo llevaban escritos. Cuando miramos en perspectiva las canciones que teníamos para el disco, nos dimos cuenta de que, a grandes rasgos y por temática, todas ellas encajaban muy bien bajo un título como éste, sintiéndose como capítulos de un todo casi conceptual.
(Mango) Todas las canciones hablan de un cambio. No es una muerte literal, pero sí son temas que buscan reflejar que algo ha dejado de estar para dar paso a algo nuevo, a otra cosa.
¿Y cómo os habéis dividido el trabajo para este disco?
(Mango) Juan se encarga de la producción, que es quien entiende de eso. Las letras, por su parte, las hacemos casi siempre al cincuenta por ciento hasta el punto de que ya no te sabría decir cuáles han sido escritas por mí y cuáles por él. Al final son canciones escritas por los dos, sin más.
(Fresquito) Bueno, en el disco sí hay dos canciones que han sido únicamente escritas por cada uno, pero preferimos dejarlo ahí, en el misterio [risas].
Os equilibráis bien para evitar que esto os queme, ¿no?
(Mango) Hay días que estamos más quemados que otros, pero lo llevamos bien. Obviamente, somos conscientes de que el ritmo que exige esta industria es demoledor pero por ahora tenemos claro que “LO QUE ME MATÓ” no será lo que nos mate [risas]. Es nuestra reinvención como Fresquito y Mango, y de hecho ya estamos currando en música nueva.
¿Cuál es el secreto para que una relación profesional no afecte a una amistad?
(Fresquito) Supongo que conocer bien los límites entre lo personal y lo profesional. Cada contexto es único y si no hubiésemos tenido eso claro desde el principio nos habría sido muy difícil haber llegado hasta aquí.
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