"No somos una banda, somos un grupo de 'amigues'"

La banda brasileña Francisco, El Hombre nos visitarán el próximo mes de mayo con un nuevo trabajo bajo el brazo titulado “Casa Francisco” (21). Un inteligente compendio de ritmos latinoamericanos con los que prometen ponernos a bailar a todos.

Lo primero que llama la atención de este combo brasileño es su nombre. Francisco, el Hombre es el protagonista de una de esas leyendas caribeñas de las que tan bien sabía nutrirse Gabriel García Márquez. Un cuento que explica la historia de una acordeonista callejero que, sin saberlo, retó al mismísimo satanás a un duelo con su instrumento y lo venció interpretando el credo al revés, como si del famoso cruce de caminos de Robert Johnson se tratara. La elección ya nos indica que el grupo ha querido captar, desde sus inicios en 2013, la esencia de ese realismo mágico que impregna el continente, así como ese espíritu cargado de bohemia y diversión que busca impregnar de fiesta hasta el último rincón del planeta. Ahora nos ha tocado a nosotros y por eso nos pusimos en contacto con los brasileños y conocer más de cerca su propuesta.

Puesto que vais a tocar en España en mayo presentando vuestro nuevo trabajo “Casa Francisco”, la primera pregunta me parece obligada ¿Qué novedades vamos a encontrar en vuestra puesta en escena y, sobre todo, para los que no han asistido nunca a uno de vuestros conciertos cómo lo describirías?
A los que no han ido nunca a uno de nuestros conciertos, prometemos hacerles bailar, pero bailar mucho. Somos una banda que mezclamos ritmos brasileños con ritmos de otros lados de Latinoamérica y el resultado  es un concierto extremadamente bailable. ¡Una fiesta! Además con este nuevo disco tenemos ecomo objetivo lograr que ustedes canten en portugués con nosotros. No es difícil y si salen del show sabiendo algunas palabras más en portugués ya valió la pena. (risas)

"Hemos estado muy activos políticamente a partir de 2013, que es cuando en Brasil la derecha empezó a coger mucha fuerza"

Venís a España con un nuevo trabajo bajo el brazo titulado “Casa Francisco” que me ha transmitido un mayor aplomo en vuestra interpretación. La fiesta, el baile, el desenfreno siguen como parte de nuestro ADN, pero parece todo más atemperado y mejor dispuesto. ¿Estarías de acuerdo con esta apreciación? Y, en ese caso, ¿hasta qué punto es fruto de ese periodo de maduración que ha supuesto la pandemia? ¿En qué medida os ha afectado?
Para hacer este disco aprovechamos que no estábamos haciendo conciertos y nos enfocamos esencialmente en la composición. Llegamos a hacer aproximadamente unas 50 canciones. Cuando escogimos qué canciones íbamos a incluir en el disco, solamente seleccionamos las que todes nosotres queríamos tocar y cantar en las futuras giras, así que es un disco que tiene el foco en lo que nos une. Por eso el show ahora mismo es tan potente, porque nunca estuvimos tan enamorades de nuestras propias canciones.

Como es lógico hemos de destacar la colaboración que habéis realizado con La Pegatina en ese “Solo se muere el que se olvida” y me gustaría preguntaros ¿cómo se gestó la colaboración y si ya habías escuchado a La Pegatina con anterioridad o coincidido alguna vez con ellos? ¿Hasta qué punto ese aire 'rumbero' del tema se fraguó entre ambos o ya venía así de origen?
Nos cruzamos por primera vez con La Pegatina en un festival en México. Vieron nuestro concierto, nosotres vimos el de ellos y de inmediato estaba claro que entre las dos bandas había mucha química. Fue ahí cuando ya empezamos a pensar en hacer una colaboración.
Cuando les mandamos "Solo Muere El Que Se Olvida" era una canción bailable pero tranquila. Tenía una onda más suave. Ellos le dieron una vuelta al tema y la transformaron en otra canción. ¡Quedó hermosa y fiestera! Para eso se hacen las colaboraciones para que alguien te sorprenda con tu propia canción. (risas)

Escuchando vuestra música es evidente que para vosotros la música festiva es un vehículo no solo de celebración, también es importante transmitir un mensaje tan vitalista como político. En el fondo vida y política son la cara de una misma moneda y cuando uno elige un estilo de vida hay un posicionamiento político. En vuestro caso ¿cómo sería o qué resumiría el ideario político de Francisco, El Hombre?
Nosotres hemos estado muy activos políticamente a partir de 2013, que es cuando en Brasil la derecha empezó a coger mucha fuerza. Durante todo el proceso del golpe parlamentario a Dilma Rouseff y del posterior gobierno derechista de Temer y de Bolsonaro, hemos estado luchando contra esa ola fascista que ha tomado protagonismo en Brasil. Nuestro arte es esencialmente político, sea micro o macro. En momentos como estos no concebimos practicar “la ausencia de opinión”. Para nosotres, la ausencia de opinión es una opinión clara- Por eso nos hemos posicionado desde el principio y sin descanso y ahora tenemos un objetivo a corto plazo muy claro: sacar a Bolsonaro del poder y volver a crear un Estado que descentralice las riendas del poder, que cuide de nuestras selvas y que se enfoque en las poblaciones más pobres.

Dentro de vuestra faceta más política, habéis participado en la banda sonora del documental “The Coup d'État Factory” realizando una versión de Chico Buarque, quien también aparece en la película. ¿Qué nos podéis contar de esta experiencia y qué ha significado para vosotros?
Chico Buarque lanzó esta canción cuando peor estaba la  censura durante la dictadura en Brasil, pocos años después del golpe. Es una canción que se comunica exactamente con el momento que vivimos hoy: pocos años después del golpe a Dilma y con múltiples actos de censura al ámbito de la cultura Brasileña. Regrabar esta canción ha sido un honor.  Repensarla para los momentos actuales fue una tarea difícil pero muy gratificante. Es una canción perfecta y quisimos mostrar cómo de actual es aún.

En todos vuestro vídeos transmitís una sensación de disfrute con vuestra música y de comunidad. Hasta qué punto es importante para vosotros esa camaradería a la hora de hacer música. ¿Cómo se combate el ego en Francisco, el Hombre?
Nosotros no somos una banda, somos un grupo de amigues. Eso es lo primero. En segundo lugar trabajamos juntes y eso hace que estemos siempre platicando, compartiendo y desahogando entre nosotres. La comunicación siempre es la llave para una relación saludable, ¿no? Además de eso, nosotres también hemos trabajado en proyectos paralelos de cada uno de nosotres. Es riquísimo poder tener discos, canciones y sueños distintos a la banda. Uno podría pensar que eso nos haría mal, pero en realidad nos curó.
No existe la banda porque sea nuestra única forma de tocar, si no que existe la banda porque es algo que nos une. Compartimos todo, incluso estrategias. Y esto también nos unió todavía más.

Llegados a este punto de la entrevista y teniendo en cuenta que hay muchos lectores españoles que no os conocen, a pesar de vuestra popularidad en Latinomérica, os voy a pedir si nos podéis elegir tres canciones de Francisco, El Hombre con las que habría que empezar a conocer vuestra propuesta y porqué. Tres canciones para neófitos.
Les recomiendo escuchar "Triste, Loca ou Má", 'Loucura' y la ya mencionada 'Solo Muere El Que Se Olvida'.

Y ya para finalizar me gustaría preguntaros por qué cuesta tanto romper según que barreras culturales entre Brasil y el resto de Iberoamérica y si notáis que algo está cambiando en ese sentido y cada vez hay más interés mutuo entre lo que se hace en Brasil y el resto del continente y viceversa.
Es muy común escuchar que el motivo que aleja Brasil del resto del continente latinoamericano es  el idioma. Se dice que la gente no entiende el español y por eso no habría un costumbre de intercambio entre artes y culturas brasileñas y las hispanohablantes. Pero cuando vemos la enorme cantidad de cultura estadounidense que se consume por aquí, se entiende que eso no es verdad. El motivo es el imperialismo cultural. Estamos en un país y continente que históricamente fue obligado a no colaborar con sus países vecinos. La historia del colonialismo y el imperialismo usó la famosa táctica de “dividir para dominar”. Las consecuencias de eso son muchas. Una de ellas es esa dificultad por aceptar el idioma y la cultura de países colindantes como hermanos. 

Pero cuando estás en regiones fronterizas notas que los ritmos se mezclan con mucha facilidad. Es muy rico hacer esas sopas de ritmos latinoamericanos. La unión es fácil y por eso es tan potente.