Un desbocado afluente creativo sin dique de contención que se ha propuesto derribar muros bajo el seudónimo de TAMBV y que desde comienzos de 2025 ya podemos descubrir formalmente gracias a su carta de presentación titulada “fobik” (DBT Empire, 25).
La ambiciosa línea de estilo que TAMBV nos propone a golpe de trap, electrónica, rock industrial y punk empieza y acaba en su voz principal, autodefinida por él mismo como la de “un chaval de tan solo veintitrés años con muchas ganas de liarla”. “En el proyecto estoy yo solo, con mi rollo, aunque también cuento de vez en cuando con la ayuda de David Patrón y Joe de DBT”, nos cuenta Lucas cuando le preguntamos sobre las manos que dan forma a su propuesta, recordando también al repentinamente desaparecido Kripak. Aunque eso sí, el montante final insiste en que es suyo y de nadie más. “Mi música es cien por cien personal. Tanto, que cada instrumento, voz, coro y mezcla llevan únicamente mi firma. No he dejado que nadie toque absolutamente nada... Lo cual me ha costado alguna que otra bronca (lo siento, Joe)”.
“Mi música es cien por cien personal. Tanto, que cada instrumento, voz, coro y mezcla llevan únicamente mi firma. No he dejado que nadie toque absolutamente nada"
En este par de años, y desde que comenzamos a escuchar sus primeros sencillos, el alter ego de TAMBV nos confiesa que ha “endurecido” más sus referentes, manteniendo siempre una evidente predilección por las influencias más oscuras y ruidosas que tanto podemos percibir en su actual sonido. “Siempre he escuchado música muy dinámica y salvaje. Empezando por el grunge hasta llegar al punk, pasando por el hardcore, el screamo y todo lo que me dé energía para tirar para adelante”, continúa Lucas. “Desde que era niño han estado presentes en mi banda sonora personal grupos como Jawbreaker, Misfits, AFI, Minor Threat, Rancid, Sonic Youth, Pixies... Luego se añadieron otros como Turnstile, Scowl, Bring Me The Horizon, Counterparts, Comeback Kid y centenares más. Cada día descubro algo nuevo que se suma y me vuela la cabeza”. Más allá del grado de repercusión que los citados nombres de referencia hayan tenido en su memoria musical, el barcelonés añade a su total particular una visión ecléctica como pocas que hace increíblemente complejo encerrar su propuesta en una sola categoría sin pecar de reduccionista.
Para entrar en sus ideas advertimos hacerlo con la mente abierta, pues como buen hijo de su tiempo que es, Lucas desafía las leyes del orden y del prejuicio añadiendo a la sopa primordial de su sonido elementos que no podíamos imaginar. “Las etiquetas sirven como orientación, pero está claro que mi generación pasa de ser fiel a una única etiqueta”, afirma. “En realidad, desde que la música existe y el mundo es mundo ha habido bandas y artistas que lo han fusionado todo. Ahora, simplemente, es algo más habitual y nadie te mira raro por hacerlo. Esa es la diferencia”. Respaldado por un contexto completamente emancipado de esas desfasadas cadenas, la confianza que Lucas transmite en sí mismo habla por sí sola. “En ningún momento me preocupó que el disco abarcara demasiados estilos y que con ello pudiera perder coherencia”, sentencia. “Hay mucha mezcla, pero todo tiene un sentido al final. Por supuesto, se han dado dificultades técnicas durante la grabación pero nunca he tenido ningún tipo de dilema sobre la autenticidad de aquello que estaba creando”.
Así es “fobik”, su debut oficial y un catártico grito de purga y autodeterminación con el que Lucas da el pistoletazo de salida a una carrera de promisoria huella. Desde su exterior hasta la línea conductora que esconde su narrativa, estamos seguros de que sus diez canciones no dejarán indiferente a quien las escuche. “Me siento liberado, pero solo el tiempo dirá si hacer este disco me ha servido de verdad para sanar ciertos temores”, confiesa Lucas, pues su elepé no deja de ser una suerte de disco conceptual dedicado a las distintas fobias que la sociedad moderna padece. “Yo tengo fobias, mis colegas tienen fobias, todo el mundo tiene fobias. Pero que yo sepa, nadie les ha dedicado un disco a todas ellas hasta ahora”.
“Yo tengo fobias, mis colegas tienen fobias, todo el mundo tiene fobias. Pero que yo sepa, nadie les ha dedicado un disco a todas ellas hasta ahora”
Motivo más que suficiente para dejarnos sacudir por su demoledora oferta y sucumbir al que es sin duda uno de los nombres más interesantes del punk emergente de nuestro país. Además, amenaza con ser pura dinamita en directo. “Por ahora no hay fechas para tocar. Digamos que me estoy curtiendo como vocalista al tiempo que colaboro con otro grupo de hardcore recién creado que se llama Second Sextape. Pero tan pronto como TAMBV esté preparado para saltar a los escenarios, querré que nuestros conciertos logren transmitir energía y adrenalina pura. Quiero que se líe en el pit, que la gente acabe reventada y que el público se vaya a casa diciendo '¿Pero qué cojones acaba de pasar aquí?".
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