Este nuevo album suena mucho más optimista que los anteriores. No sé si es cosa mía, a raíz de su título, “Life Is Good”, pero lo veo optimista y esperanzador.
No creo que se pueda comparar a los otros álbumes. Es como una instantánea del momento que estamos viviendo como banda, de dónde estamos. Hemos estado mucho tiempo con este trabajo entre manos y, durante este tiempo, desgraciadamente, mi padre murió y la madre de Dave también falleció. Hay tristeza en el disco, así que diría que es agridulce: es un momento triste, pero a la vez un momento de celebración.
La canción más rápida es “The Hand Of John L. Sullivan”, una canción que ya habíais publicado hace más de un año. ¿Por qué una banda folk menciona a un boxeador en sus letras?
¡Oh! John L. Sullivan era un boxeador irlandés y en su día se le conocía mundialmente. En Irlanda era toda una leyenda. Se convirtió en un verdadero símbolo. En la canción hablamos de su leyenda, de todos sus logros y del hecho de subir hasta la cima y representar a todo un país. Es una canción en la que dejamos clara nuestra admiración. Si la escuchas bien también descubrirás que aparece el nombre de mi padre en la letra. Jim Casey es el nombre de mi padre, y aparece al final de la canción.
Ha pasado mucho tiempo desde el lanzamiento de vuestro último trabajo, ese “Speed Of Darkness” de hace seis años. ¿Cómo ha trabajado la banda durante ese tiempo?
Hemos estado girando bastante, pero sin dejar de escribir. Tuvimos algunos retrasos con el lanzamiento del disco por los motivos familiares que te he comentado. Todo combinado, resultó en no sacar nada nuevo en seis años.
Después de todo estos años, ¿crees que sigue siendo complicado manejar una banda de siete miembros?
Esta banda es como una familia, una segunda familia. Hemos crecido juntos y de forma muy cercana. Somos uno, musical y emocionalmente hablando. Estamos muy unidos, hacemos lo que nos gusta y eso hace que funcione y sigamos adelante. Es lo mismo que pasa con tu familia, ¿sabes? Y se intensifica más y más, cada vez es un sentimiento más profundo y la relación se fortalece.
Me gustaría saber qué hay detrás de “Life Is Good”, la canción y el disco...
“Life Is Good” es un título bastante sarcástico. La madre de Dave murió, mi padre también… La vida puede ser poco amable, cruel. Pasamos muchas horas discutiendo sobre el título.
Es un disco muy profundo y hace falta tener las letras delante para darse cuenta realmente de todo lo que contáis...
Sí, ¡lo es! Además siendo tú de otro país me pone muy contento ver que al final lo has pillado. Aunque, bueno, al final la interpretación depende un poco de cómo te sientas ese día. Puedes tener un día genial y pensar que la vida es maravillosa, pero quizás otro día escuches las mismas canciones y no les veas el mismo sentido.
Otra canción que captó mi atención fue “Welcome To Adams Town”. Usáis instrumentos de viento distintos a los que estamos acostumbrados en vuestros temas. ¿Son trompetas, verdad?
¡Sí! Tenemos unos amigos que tocan la trompeta… De hecho, en una de mis fiestas de cumpleaños tuve a una banda de mariachis y desde entonces hemos contado con ellos algunas veces. De todos modos, habíamos usado trompetas antes. Creo que es un instrumento que hace las canciones especiales y, teniendo amigos que lo tocan, es una buena oportunidad para dar un toque distinto. Esa era la idea, que sonara un poco diferente del resto de canciones en los que usamos instrumentos de viento.
Suena distinta al resto de canciones. Es más bailable, pero no tan irlandesa. ¿Crees que “Life Is Good” es el más pop de todos vuestros álbumes?
Sí, sé por dónde vas… No creo que lo hiciéramos adrede. Solo estamos interpretando la vida como la percibimos. Lo hemos hecho durante más de veinte años, ya sabes, nos juntamos, tocamos y lo que sale, sale. Es difícil de analizar. Supongo que estas canciones son el resultado de querer celebrar más la vida.
De todas formas, la segunda mitad se vuelve más nostálgica. ¿Tuviste la misma sensación en algún momento?
¿La segunda parte? Sabes, no me lo había planteado nunca… ¡nunca he escuchado el disco en orden! Pero me gusta que lo preguntes y que me cuentes que lo interpretas así.
Escribir un disco, poner todas las canciones en orden da una perspectiva al músico distinta de su trabajo, pero una vez lo escuchas, como mero oyente, esa es la principal sensación que recibo...
La canción del final, “Until We Meet Again”, es una canción en la que pusimos todos nuestros esfuerzos y es una de las más significativas para mí. Creo que es una buena manera de terminar el disco, pero al decirme la palabra “nostalgia” me ha hecho pensar. Creo que esta última canción en concreto es más bien esperanzadora.
También tiene un toque más tradicional esa segunda mitad. Las raíces son siempre importantes, ¿verdad?
Oh, sí, por supuesto. Repito que no he escuchado el disco en orden (risas), pero sí, tienes razón. A pesar de no ser como el primero, sigue habiendo mucha influencia de la música tradicional. Por ejemplo, en la introducción de “The Guns Of Jericho”. Creo que esta vez se ha dado esto sobre todo por el hecho de que lo grabásemos el disco en Irlanda. Y con una banda como la nuestra, las cosas salen casi solas. ¡Ahora acabo de entender por qué decías que sonaba más nostálgico! Creo que simplemente se da por el orden de las canciones, pero me gusta cómo lo has descrito.
¿Cuáles son estas raíces para ti?
La mayoría de nosotros tenemos antepasados irlandeses. Mi padre era irlandés. De hecho, así de forma directa, soy el más irlandés de la banda. Supongo que cuando eres de allí creces con esa música más tradicional, pero al mismo tiempo yo siempre he sido más de punk rock. He crecido con ello. Creo que la vertiente más tradicional me vino de tocar el violín. Todos los instrumentos te llevan sí o sí a la música folk, incluso más que una guitarra. De pequeño escuchaba mucha música pop irlandesa.
Me gustaría saber cómo describirías la magia de la música celta.
¿La magia de la música celta? Creo que es música para ser bailada, para celebrar, para pasar grandes momentos. Para llorar, para reír, para cantar… Es una música real, parte de nuestra cultura. La puedes sentir, seas de dónde seas, estés dónde estés. Es preciosa, es honesta... Somos americanos, así que también hemos crecido con el country, lo que lleva a que tengamos muchas influencias distintas.
Si no me equivoco, “Speed Of Darkness” se grabó en una vieja iglesia que se reconvirtió en un estudio de grabación. ¿Qué recuerdas de esa experiencia? ¿Es el sitio más especial dónde habéis grabado?
¡Sí! Estaba en un pueblo de Carolina del Norte llamado Asheville, y el estudio se llamaba Echo Mountain. Era todo muy bonito, también el pueblo. Estaba muy vivo musicalmente hablando. En cada esquina de la calle había gente tocando. El estudio era magnífico, enorme. Imagínate... ¡Grabar en una iglesia! Fue muy inspirador. Al ponerse el sol la luz se colaba por los cristales de colores y era todo un espectáculo. ¡Hemos de volver allí!
¿Y el estudio en el que habéis grabado esta vez? ¿Era la primera?
En Irlanda fue, ya grabamos allí “Float”. Decidimos volver porque era un estudio muy grande y muy remoto. Estábamos rodeados de verde, de montañas, de granjas… ¡No dejábamos de encontrarnos vacas! Un recuerdo muy bonito y muy especial, sin lugar a dudas.
Y aquí viene la pregunta del millón: ¿hay planes de visita España? Nos encantaría veros de nuevo.
Hemos ido allí algunas veces, pero creo que esta vez no estáis en la lista. Ahora que lo dices, visitamos Barcelona y creo que tenemos que volver. España es un país precioso y vuestras ciudades son muy bonitas.
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