A pesar de que ambos residimos en la ciudad del Ebro, la entrevista se realiza vía mail, ya que la promoción no es muy del agrado de este peculiar artista. “Yo hago música y hacer entrevistas o promoción no es lo mío, aunque soy consciente (qué raro) de que es necesario para que el disco tenga más salida. Estoy haciendo un curso acelerado de cómo dejar de ser tan idiota y poder así contestar como un ser humano a preguntas que no tienen nada de raro, aunque a mí me lo parezca. Como ves, aún estoy en el primer nivel”.Bigott debutó con “That Sentimental Sandwich” (King Of Patio, 05), un álbum sorprendente que inauguraba el casillero de referencias del sello, y que sin apenas publicidad se coló en las listas nacionales con lo mejor del año. La continuación llegó con “What A Lovely Day Today” (Autoeditado, 07), una obra ambiciosa y extensa que, aúnperdiendo parte del factor sorpresa, superaba a supredecesor. A pesar de nuevas alabanzas por parte de los medios, el disco no encontró sello que pudiese o quisiese financiarlo. “Fue una grabación muy cara y nadie apostó por ella. Como hicimos con los anteriores, mandamos ‘Fin’ a todas las discográficas que pudimos, pero pocas nos hicieron caso y sólo con Grabaciones en el Mar llegamos a un acuerdo que nos gustara”. El recién publicado “Fin” marca el final de una trilogía poco o nada planificada como tal, pero que en cualquier caso significa el momento cumbre de una carrera incorruptible. Un trabajo
"Cómo voy a tomarme en serio… ¿Has visto la pinta que tengo?" |
de sólo treinta minutos (“Es que cada vez me gusta más la piscina de Paco Loco y menos el estudio ese sin luz”) que respetando la total identidad del autor -intensidad, ironía y simplicidad-, resultará el más accesible para el público. “No sé, a mí no me resultan difíciles ni fáciles de oír. Si me preguntas por la reacción de la gente, es cierto que ´Fin´ entra mejor que ´What A Lovely Day Today´”.
El elepé ha sido grabado en los estudios de Paco Loco y además del productor, su mujer Muni Camón (ex-vocalista de Maddening Flames) y Andrés Perruca (ex-batería de El Niño Gusano) completaron el equipo titular de Bigott, encargándose de coros e instrumentos varios. Mención aparte merece Clara Carnicer. Pareja, músico, alma gemela, corista, fotógrafa, musa y ya inseparable colaboradora de Borja Laudo, a la que dedica el tema “Oh Clarin”.“Clarín es maravillosa. Sólo tengo esas palabras sobre ella”. “Fin” también incluye “Algora Campeón”, una particular y sentida dedicatoria al añorado Sergio Algora, fallecido el verano pasado.“Yo no hago homenajes. La canción de Algora estaba hecha meses antes de que se fuera sin avisar a Las Bahamas. Es una canción para un gran amigo. Me ha dicho que es una basura y que no la toque, y yo le he respondido que si tiene huevos venga a prohibírmelo”.
El resultado final reclama atención desde la misma foto de portada, mostrando a Clara y Borja cogidos de la mano dentro de un ataúd rodeado de coloridas flores. Una imagen que guarda ciertas similitudes con la famosa instantánea de Yoko Ono abrazada a John Lennon tomada por Annie Leibovitz, aunque el músico no parece estar muy de acuerdo. “Se te va un poco la olla, pero si lo ves así pues vale, me parece bien que sea a la vez homenaje, burla y sátira”. En realidad los diez temas aquí incluidos, más que al de Liverpool remiten a la canción de Remate o Iron & Wine, el folk marciano de Devendra Banhart, la profundidad de Will Oldham o la sobriedad de Micah P. Hinson, a lo largo de temas como “She Is My Man”, “Walk The Ufo”, “The Party” o “New York S’Eveille”. Cierta teatralidad misteriosa y un punto de locura siempre acompañan al protagonista, lo que enriquece discos y conciertos (“Hay cierta premeditación en que la espontaneidad sea protagonista”), y de paso deja la sensación de que no se toma a sí mismo demasiado en serio. “Cómo voy a tomarme en serio… ¿Has visto la pinta que tengo? La música me gusta y por eso la hago, pero no es algo que tenga que tomarme en serio o en broma. Es música”. Hasta la fecha no ha resultado demasiado fácil disfrutar de actuaciones de Bigott fuera de tierras aragonesas. Una tendencia que parece puede cambiar con este nuevo lanzamiento. “Hasta ahora no había habido demasiadas propuestas, o las condiciones eran increíblemente malas. En estos meses están saliendo algunas cosas, así que pronto podrá vérseme actuando por ahí. Además me apetece mucho tocar, por lo que todas las ofertas son bienvenidas”. Es una suerte para todos, porque verle sobre un escenario siempre es un placer además de una experiencia, en cualquiera de sus posibles formatos. “Cuando se puede, prefiero actuar con banda y cuando no, pues solo”. Resulta complicado saber cuál será el próximo paso del músico, pero parece seguro que no será muy convencional. O quizá sí. Eso sí que sería una sorpresa. Y de desconcertar, Bigott sabe mucho.
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