El día del show en Coachella, Alex Kapranos estaba en San Francisco buscando un dentista. “Suena el teléfono y oigo, Alex, ¿eres tú? Eran Ron y Russell. Nos invitaron a verles esa noche, acudimos al concierto y coincidimos en que ya había pasado tiempo suficiente para darle forma a esta idea”. Y así fue, “después de más de un año de ensayos y envíos de canciones, entramos al estudio. El disco se grabó a finales de 2014 en quince días intensos. Queríamos grabarlo en directo, tocando juntos, captar esa energía y colisión de fuerzas espontánea, como una banda que graba su primer disco”, me comenta Kapranos en persona. El resultado sorprende, lejos de encontrar una fórmula de convivencia a modo de collage, los temas suenan a composiciones de una banda con tremenda cohesión, en la que las personalidades de ambos conviven perfectamente. “Cuando nos encontramos la primera vez sentimos una camaradería instantánea, compartimos referencias culturales y la misma sensibilidad musical. En ese sentido, el resultado no nos sorprende tanto porque partíamos de una conexión muy fuerte”. Conexión que también se hace evidente en las letras, plagadas de personajes (ficticios y reales) que conforman un fértil universo propio. “Ambos pensamos que es más potente trascender la experiencia personal para buscar otras voces que permitan ampliar el espectro del yo”, comenta Kapranos. Ron Mael añade: “Muchas veces la gente asume que lo que dice el personaje es exactamente lo que tú opinas pero no siempre es el caso. Intentamos buscar formas de escribir que no sean directas. En cierto modo resulta halagador que la gente asuma que ese personaje es creíble, que eres tu mismo, pero la realidad es que los temas están escritos de una forma más excéntrica y menos convencional”.
Uno de los momentos clave del proceso creativo fue “Police Encounters”, una revisitación del synth pop de los ochenta, en la que destaca la forma en la que empastan las voces de Russell y Kapranos. “Con esa canción nos dimos cuenta de que esto iba a funcionar”. Por ella se pasean intelectuales como Pinter o Allee así como personajes estrambóticos como P.T Barnum. “Me interesa el personaje de Barnum por la provocación, aunque se dedicaba al espectáculo, tenía una visión muy cínica de la audiencia. Él fue quien dijo: ‘cada minuto nace un idiota’”, comenta Ron. Además, la canción se enmarca en Harlem. “En Estados Unidos se respira un ambiente horrible. En los últimos meses hemos asistido a acontecimientos terribles asociados a la brutalidad de la policía. Esta canción la escribí desde el punto de vista de alguien que ignora todo esto y cuya única obsesión es la mujer de un policía”, continúa Ron. “Little Guy From The Suburbs” abunda en paisajes más melancólicos. “Esta canción está basada en Jacques Mesrine, una de las leyendas criminales más famosas y perseguidas de Francia. Fue un personaje muy provocador que se convirtió en una causa célebre para los intelectuales de izquierda (entre ellos Sartre). La canción habla de una grabación que hizo al final de su vida (fue asesinado a balazos por la policía francesa). La ironía es que, de alguna forma, sabía que iba a morir como una especie de héroe popular pero él nunca tuvo esa intención, su única deseo era vivir fuera de los márgenes de la ley y las convenciones sociales. Como músico, encuentro cierta afinidad con él ya que el hecho de escoger una vida poco convencional, la de músico, no me convierte en un héroe, sería un poco perverso considerarlo así. Me decepciona cuando encuentro a músicos consumidos por sus propios egos suponiéndose especiales. Siempre me ha interesado más la figura del antihéroe, el heroísmo del día a día”, comenta Kapranos.
“Dictator’s Son”, “Piss Off” y “Collaborations Don’t Work” se enmarcan en la vertiente más teatral de Sparks, con múltiples cambios, aires operísticos en los estribillos y los característicos teclados de Ron. Por este último tema desfilan personajes como Frank Lloyd Wright, Warhol, Mozart o el Dalai Lama. “La esencia de ‘Collaborations Don't Work’ es que si te lo tomas muy en serio y te das demasiada importancia, el trabajo en equipo seguramente no funcione. Con esta canción aprendimos a conseguir que una colaboración funcione”. “The Power Couple” es “una sátira, la historia de una pareja de huéspedes a la que sus invitados intentan convencer con su supuesto gusto refinado”, comenta Ron. “A mi me recuerda a ‘Abigail’s Party’ (comedia de situación dirigida por Mike Leigh), una sátira de las aspiraciones, gustos y modales de la clase media que emergió en la Inglaterra de los setenta”, continúa Kapranos. “The Man Without A Tan”, el corte más nuevaolero del disco “es una composición que nos enviaron Franz Ferdinand y sobre la que trabajamos añadiendo voces y letra posteriormente. Una ficción en clave irónica sobre una ciudad imaginaria cuyos habitantes se sienten muy seguros de su atractivo áspero y desaliñado (en un sentido romántico) y ven al hombre sin broncear como una amenaza para su seguridad”, dice Ron. “Johnny Delusional”, el que fuera el single y tema de presentación del disco, es un compendio de reminiscencias glam, teatralidad e impulso dramático; “Call Girl” tiene aires de synth pop más cercanos a las composiciones de Franz Ferdinand y “So Desu Ne” supone su homenaje a la cultura japonesa. En “Things I Won't Get” encontramos a Nick (Franz Ferdinand) en un registro distinto al que nos tiene acostumbrados, cantando con Rusell una balada que baja un poco la intensidad del disco. “Es un ejemplo de Ron escribiendo una letra, Nick componiendo la música y Russell cantando”, apunta Kapranos al respecto. “Nick es mucho más energético y gritón en Franz Ferdinand, pero aquí su interpretación es totalmente distinta, con un toque muy melancólico que creo comparten más canciones del disco. Fue un reto, nunca le había oído cantar de esta forma antes. En ese sentido, el proceso creativo ha sido enriquecedor. Hemos seguido caminos que no hubiéramos explorado solos de forma natural”.
Así, “FFS” se revela como un ejemplo de la capacidad de ambas bandas para adaptarse a múltiples registros y de su habilidad para estirar los márgenes del pop y abrir la puerta a un nuevo género de colaboración singular. “Creo que es la primera vez que dos bandas de dos generaciones se unen para componer juntas todas las canciones de un nuevo disco”, comenta Russell. “Sparks siempre nos hemos esforzado en buscar vías para sacudir nuestro propio universo, de ahí que esta propuesta tan ilógica resulte lógica para nosotros”, continúa. Recordemos que en 2007 ya rompieron barreras cuando decidieron interpretar su discografía completa, veintiún discos y doscientas cincuenta canciones en orden riguroso durante veintiuna noches en Islington Academy, Londres. Además, pueden presumir de una actividad frenética, en 2009, el departamento dramático de la radio nacional sueca les comisionó un álbum, “The Seduction Of Ingmar Bergman”, un auténtica ópera pop, en la que fantasean sobre la idea de una visita a Hollywood del cineasta sueco en los años cincuenta. El proyecto podría ver la luz como obra cinematográfica bajo la dirección de Guy Maddin con el que han extendido su colaboración aportando un tema a la banda sonora de “The Forbidden Room”, exhibida en Sundance. Su presencia en el cine no termina con esta colaboración, recientemente fueron reivindicados por Leos Carax en “Holy Motors” que incluyó su tema “How Are You Getting Home” en la película. No sorprende pues que, en su eterno afán de exploración y reinvención artística, se embarquen en proyectos como FSS. En cuanto al directo, habrá gira europea en verano y pasarán por nuestro país. “Esperamos que los fans de ambas bandas entiendan y abracen este reto musical. Si no les gusta pues dejemos que así sea, pero esperamos que se sorprendan con el resultado”, dice Russell. “También nos gustaría que la gente que no nos conozca ya que evidentemente, somos menos populares que Franz Ferdinand, se vea igualmente inspirada”, continúa Ron. Además de interpretar las canciones de este nuevo álbum, su repertorio incluirá clásicos de ambos grupos.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.