FENÓMENOS PARANORMALES
EntrevistasGomez

FENÓMENOS PARANORMALES

Don Disturbios — 28-02-2002
Fotografía — Archivo

QUE LOS BRITÁNICOS GOMEZ ACABAN DE EDITAR SU TERCER DISCO “IN OUR GUN” (VIRGIN, 02) ES NOTICIA. QUE LO HAYAN HECHO CON LA INTENCIÓN DE CAPTURAR TU ATENCIÓN, AUNQUE SEA A MANO ARMADA, ES UN HECHO, PERO LEJOS DE CONFORMARSE, LOS MUY PILLINES BUSCAN IR MÁS ALLÁ Y SOMETERLA YA SEA POR HIPNOSIS, YA SEA A BASE DE INSISTIR CON UNA PROPUESTA MÁS ELECTRO QUE NUNCA... ¿LO LOGRARÁN?

Hay ocasiones en las que la lógica queda muda de razón ante lo extraordinario. Fenómenos considerados extraños porque están alejados de la norma y de lo común. Algo así como Gomez, la banda inglesa con apellido español e influencias americanas, que surgió en el 98 de la nada, como por arte de magia, para sorprender a crítica y público con un encantador ejercicio de revisitación moderna del tradicional universo sonoro estadounidense. Con un pie en Beck, otro en C.S.N.&Y y sin perder de vista ni un minuto a Tom Waits, la peculiaridad de su sonido se ha sustentado en el juego de tres voces de diferente registros y matices y las harmonías superpuestas de otras tantas guitarras y sintetizadores, todo ello puesto al servicio de una belleza instrumental de hipnóticas atmósferas. Primero lo hicieron en “Bring It On” (98), para más tarde rematarlo en “Liquid Skin” (99).

“Este disco no suena tan espeso… Hemos trabajado con muchos sintetizadores y mucha electrónica”

Ambos trabajos tenían de hecho un hilo conductor, ya que parte de las canciones del segundo, estaban grabadas cuando se hizo el primero. Sin embargo y aquí reside la novedad, su tercer y nuevo trabajo, “In Our Gun”, se desmarca descaradamente de los anteriores pese a no perder la identidad Gomez. “Hace unos tres meses volví a escuchar los otros dos discos, justo después de acabar el último, y realmente creo que este suena muy diferente. Tal vez es por todos los sonidos nuevos que hay dentro, ya sabes, hemos trabajado con muchos sintetizadores y mucha electrónica, pero yo diría que este disco no suena tan espeso, no hay tantas cosas ocurriendo a la vez”. Quién así se expresa es Olli Peacock, batería del grupo, y estoy de acuerdo con él en que el disco no suena tan denso. Hasta me atrevería a decir que han procurado que no se notaran tanto las tan cacareadas influencias yanquis y que incluso en canciones como “Army Dub” se han esforzado en parecer británicos. “Esta canción es nuestro tema de baile a lo Primal Scream o Leftfield”... me espeta con total naturalidad para luego añadir: “Hace poco entre nosotros mismos comentábamos que con este disco iba a cambiar la opinión de la gente sobre nuestras fuertes influencias norteamericanas”. No obstante y pese a lo dicho, las influencias son como las meigas, que haberlas haylas, aunque las hayan decorado más que nunca de efectitos electro de los más variado. “En este disco hemos sido un poco más sabios porque hemos utilizado toda la experiencia acumulada a base de tocar para saber cómo y cuándo debíamos utilizar la máquina”. Y hay que reconocer que han obtenido como resultado un nuevo trabajo de orfebrería sónica puesto al servicio de la canción para reforzar el ambiente de los numerosos medios tiempos de los que goza el disco, hecho que invita a pensar en un mayor trabajo de estudio. “En realidad esta vez hemos trabajado menos en el estudio, pero porque lo habíamos hecho todo previamente. Alquilamos una casa bastante amplia en la que meter todo el equipo y trabajamos con nuestra propia grabadora, con ello tuvimos más tiempo y encima resultó más cómodo y divertido”. Ahora que lo dices y escuchando más atentamente el disco, no se me ocurre otro ambiente más adecuado, que esta especie de “casa de colonias” creativa, para construir “In Our Gun”. Un tratado de electro folk con tintes soul, a veces bello (“Even Song”, “Ping One Down”), a veces clásico (Beck sobrevuela en “Detroit Swing 66” y “Ruff Stuff”) pero con algún que otro destello falto de punch (“Ballad”) que lo torna imperfecto. Por cierto, que posee un inicio, “Shot Shot”, que me ha rememorado a los desaparecidos y nunca justamente valorados Morphine. “Bueno no los conozco mucho realmente, por lo que te puedo decir que no han sido una influencia”. Un disco, no obstante, que ya se está granjeando los parabienes de la prensa británica, aunque Gomez siempre han tenido sus detractores... “En general no nos han tratado mal, aunque se hayan metido con nosotros por cosas que no tienen nada que ver con la música como nuestras pintas y cosas así”. Y es que lo suyo no ha sido el triunfo de la belleza o de la pose. Su pinta de chavales corrientes, sin pretensiones, la han sabido trasladar con total naturalidad a la bella simplicidad de sus tonadas, sin comerse demasiado la olla por estar metidos en algo... “Cuando empezamos todo era nuevo para nosotros, ni nos enterábamos de lo que estaba pasando, éramos felices por el simple hecho de grabar un disco y no nos planteábamos que pudiera vender más de quinientas copias”.

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