“Se trata de que sientas esta música en la tripa”
Entrevistas / Fat Dog

“Se trata de que sientas esta música en la tripa”

JC Peña — 13-08-2024
Fotografía — Archivo

Fat Dog son la nueva sensación del sureste de Londres, y fichaje soñado del prestigioso sello Domino. Su debut “WOOF” (Domino/Music As Usual, 24) combina electrónica caótica, melodías balcánicas, surrealismo salvaje y actitud punk en un cóctel imprevisible que podría situarse entre Viagra Boys, Underworld y The Fall.

Joe Love, cantante, y Chris Hughes (teclados) se conectan por Zoom para contarme entre bromas y comentarios desmitificadores cómo han llegado a su primer y esperado disco. “WOOF” (que suena a onomatopeya perruna) llega más de un año después de la salida de su abrasivo single “King of Slugs”. En su debut han trabajado en una pléyade de estudios con productores como James Ford (Blur, Beth Gibbons). El cachondeo se extiende durante toda la entrevista.

Oyendo el disco he tenido esa sensación de no saber lo que iba a venir después. ¿Buscabais esa imprevisibilidad?
(Chris) No tanto…Creo que lo que hemos tratado es de poner encima de la mesa nuestras mejores cartas, y eso es lo que es.
(Joe) Queríamos que sonara como un disco conceptual, aunque en realidad no lo es. Hemos puesto esos pequeños monólogos al principio y al final para que la gente piense que hay una narrativa.
(Chris) Si hubiéramos puesto un monólogo en medio, tendríamos un disco conceptual (risas).

“Los mejores álbumes son aquellos que cuando te quieres dar cuenta has oído enteros”

¿Cómo empezó el grupo?
(Joe) Durante el confinamiento empecé a hacer temas en casa, en el portátil, y luego busqué músicos para tener más drama, un bajista, esas cosas.
(Chris) No es muy emocionante, la verdad.

Tenéis un lado muy electrónico, pero en directo sois un grupo de rock muy intenso. ¿Cómo reconciliáis ambos lados?
(Chris) En directo, cuando tienes más instrumentos sobre el escenario, creo que se siente más. Está bien interactuar con otra gente cuando tocas. Si fuera todo simplemente electrónico, podría quedar un poco plano. Necesitas ese toque orgánico. Luego en el disco está esa mezcla de cosas, pero en general las baterías están tocadas en vivo.
(Joe) Si lo haces minimalista creo que el sonido es más grande que cuando añades un montón de mierdas. ¿Me entiendes? Creo que es mejor tener menos elementos. Hace que las canciones sean más concisas. En directo se trata de la energía, pero tratas de que esté en sincronía con lo que has grabado.

¿Cómo fue la grabación?
(Chris) Lo grabamos en un montón de sitios. Parte en el dormitorio de Joe, parte en el mío o el de James (Ford), los estudios Brixton, el estudio de Domino…es una mezcla. Lo hicimos entre conciertos y giras. ¿Tenéis estudios piratas en España? Lo dudo…son estudios que se alquilan por horas. Hay miles en Inglaterra.
(Joe) Son como cabinas, pero nadie trabaja en ellas. Metes un código y entras. Cuando tenía que hacer más voces, me metía allí.
(Chris) Era básicamente cuestión de hacerlo donde Joe pudiera. Porque estábamos liadísimos con bolos y girando. Lo teníamos que encajar. Joe trabajaba entre bolos en el estudio que encontrara.
(Joe) También me tocó hacer alguna cosa rara. Estaba de vacaciones en Suiza y el sello me dejó un mensaje diciéndome que no podía decir una cosa. Tuve que volver para cambiar una palabra, la dije como mil veces en el micro para cambiarla. Suena como cuando oyes hablar a un programa de IA, con un montón de palabras cortadas…

¿Cuánto tiempo os llevó hacerlo?
(Chris) Tanto como hacer un bebé.
(Joe) Sí, no sé, como nueve meses. ¡Nueve meses! Y lo terminé pensando que estaba a medio hacer, pero creo que a todo el mundo le pasa lo mismo. Cuando sacamos el primer single no teníamos el disco hecho ni de coña. Ahí vino la parte estresante, de decir: tenemos una hecha, pero nada más. Y te tienes que poner rápido a ello.

“King of Slugs”, el single que sacasteis el verano pasado despertó muy buenas reacciones. Supongo que eso ayuda…
(Joe) Te sientes bien cuando hay una reacción positiva hacia una canción. Pero también sabes que el resto tiene que tener el mismo nivel de producción. Porque la primera canción fue en la que invertimos más tiempo. Y con las demás cada vez invertíamos un poco menos. Al final fue como que teníamos que terminarlo todo en un puto día.

En muchas partes metéis esas melodías que me suenan balcánicas, o incluso de Oriente Medio. ¿De dónde viene eso?
(Joe) ¿Que de dónde viene? Soy balcánico (se ríe). No, no lo soy. No sé, me gusta la música. Hay algo en esa mezcla entre la electrónica y lo balcánico que me gustaba en el momento en que componía todo el material.

Habéis dicho que vuestra música es en cierto modo una reacción contra la música cerebral que nos rodea. ¿Creéis que hay demasiada?
(Chris) ¿Música cerebral? Sí, me parece que hay toneladas de música cerebral. Lo que está bien de las canciones que hemos hecho es que no tienes que entenderlas. Si te pones a escuchar las letras, te darás cuenta de que son muy bizarras. La gente siempre va a sacar su propia interpretación o mensaje. Pero yo no te puedo dar ningún sentido específico a casi ninguna de estas canciones.
(Joe) Quizá Chris pueda.
(Chris) Sí, es muy profundo para Joe. Joe tiene sus significados secretos para todo (risas). Se trata de que la sientas en la tripa, no que te rasques la barbilla todo el rato. Hay mucha música para rascarse la barbilla ahí afuera, pero no es el caso de la nuestra.

“No quieres ser un grupo que sea sólo energía y no tenga contenido”

Supongo entonces que componéis de modo instintivo, dando rienda suelta a vuestra parte visceral.
(Joe) Es aleatorio. En un momento dado estás tratando de componer una canción, y cuando lo estás haciendo compones un poco más, y entonces ocurre.
(Chris) Es muy difícil de describir, sinceramente, porque cuando estás componiendo no piensas en cómo lo haces. Lo haces y ya está.
(Joe) Siempre he pensado que escuchas música, escuchas discos, y luego los machacas juntos. Y pasa que nueve meses después tienes una canción, pero no lo sé. Sin duda que la habré copiado de algún lado. Pero han pasado nueve meses y no recuerdo de dónde. Te sube mucho el ego. Pero sí, creo que se trata de oír un huevo de música y tratar de coger cosas y pequeñas piezas. Siempre que oigo música quiero hacer algo que suene igual.

Es un álbum corto, aunque hay un par de canciones largas. ¿Por alguna razón?
(Joe) Es que quiero mantener la concentración de la gente, no perderles cuando oyen tu disco. A mí me pasa cuando oigo un LP, que la única manera de oírlo entero es que acabe y digas: “Joder, qué bueno. Lo voy a escuchar de nuevo”. La otra posibilidad es que te aburras y pienses que es un poco excesivo. Mis discos favoritos duran 32 ó 34 minutos. Es una duración perfecta. Los mejores álbumes que he escuchado son aquellos en los que vas paseando o vas a algún sitio, los tienes puestos en los cascos, y cuando te quieres dar cuenta los has oído enteros.
(Chris) Estoy muy de acuerdo. No quiero que la peña lo asocie a tener que trabajar durante otra hora…Quieres que la gente cambie de cara en una sola sentada, y se quede satisfecha.

Una cosa muy curiosa es que combináis sonidos vulgares como el auto-tune con cosas sofisticadas, como cuerdas de orquesta.
(Joe) En “Clowns” trataba de llegar a las notas altas y no había manera. Metimos el auto-tune cuando nos dimos por vencidos, y suena muy bien.
(Chris) Acabó sonando como una canción de Kanye West.
(Joe) Sí. Es Kanye West. Tiene gracia, ¿verdad? En cuanto a las cuerdas, conocemos a un tipo que las toca muy bien. Hizo muchísimas tomas. Y suenan muy bonitas. Las metió en “Bounds” y “I´m The King”. Esas dos canciones son la parte relajada del álbum.

“No te puedo dar ningún sentido específico a ninguna de estas canciones”

Esto habla de lo amplias que son vuestras referencias.
(Joe) Sí, escuchas mucha música, especialmente para hacer tu primer disco. Por eso dicen que es tan difícil hacer el segundo, porque con el primero has tenido mucho tiempo para oír música. Es el primero, y probablemente tiene todo lo que he oído en una única cosa.

¿Y cómo se llevan luego estos arreglos al directo?
(Joe) Bueno, es más bien al revés. Tuvimos que recrear las canciones en el disco, porque muchas de ellas ya las tocábamos en vivo. Hay partes que cuando estás grabando piensas que son una mierda, porque en directo todo está altísimo y te pega en el pecho, es como más de baile. Lo que quieres es tomar elementos del directo y hacerlos pegadizos, que todo suene bien. En el disco quisimos capturar parte de la energía del directo, pero también las melodías. No quieres ser un grupo que sea sólo energía, sin contenido. Es un poco ambas cosas.

¿Cuáles son vuestras expectativas con este debut?
(Joe) No tengo la más remota idea. Lo hicimos hace tanto tiempo que ya me parece que no lo compuse yo. Trato de meterme en la cabeza que está hecho. No nos sabemos más canciones y tenemos que componer otro puto nuevo disco. Te sientes así por el tiempo que pasaste sentado con éstas.
(Chris) Empiezas a tocar un bolo y te sientes como un estafador.
(Joe) Sí. No me parece que las he hecho yo, sino que las hizo otro hace mucho tiempo. Estaría bien volver a hacerlo, miramos siempre al futuro.

Estáis en un sello que precisamente este año ha sacado algunos discos buenísimos. ¿Qué significa para vosotros estar en Domino?
(Joe) Por un lado, lo bueno es que al tener gente tan buena que funciona nos pueden un poco pagar el sueldo.
(Chris) Y en segundo lugar, que tenemos un poco más de libertad para hacer cosas, porque ya tienen material de sobra. Podemos ser un poco macarras.
(Joe) En el sentido de que ya tienen muchas cosas con éxito comercial, así que pueden hacer algo más “marmite” (se refiere a una comida típicamente inglesa y muy peculiar). Igual no entiendes esta referencia tan inglesa. Un poco “marmite” y un poco duro. Como ya tienen artistas que tienen un éxito excepcional pueden firmar con nosotros, y podemos hacer mierda un poco rara que quizá no sea tan comercial. Si no les gusta, nos pondrán en una estantería.

En cuanto al estilo, vosotros estáis como en otra galaxia. Vuestro disco no tiene nada que ver con el de Beth Gibbons o Bill Ryder-Jones.
(Joe) Ésa es la movida. A Laurence (Bell) le gusta nuestra música. Baja al local y disfruta oyéndonos. Por eso Domino es un sello tan bueno, porque en ningún otro el dueño bajaría a oírte. Le encanta la música, lo cual es genial. No es una cuestión de dinero.
(Chris) Es que parece que le molamos. Quizá nos contrate como grupillo para sus fiestas.

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