(Nacho Canut) “Para mí el referente siempre son los Ramones. Me gusta que las canciones sean de dos o tres minutos, no más de eso. Y que vayan al grano. Me gusta una canción en la que cantas, después llega el estribillo, cantas otra vez, hay una oposición y se acaba. Y empieza otra. El grupo ideal de rock, de techno, de cualquier tipo de música, son los Ramones”. Nacho y Olvido viven un momento dulce. Vendieron 70.000 copias de su anterior trabajo, gozan de un alto nivel de popularidad, tienen un nuevo contrato, y se han asegurado de que “Arquitectura efímera” se pueda conseguir en México y Latinoamérica. Todo ello supone algo así como su tercera gran oportunidad. No es el disco más brillante de su carrera -tampoco una única escucha promocional es el modo más adecuado de llegar a apreciarlo-, pero Fangoria no deben ser tomados a la ligera. Ellos no, nunca. (Canut) “La mezcla de las máquinas, la frialdad absoluta, con un crooner, y unas letras supuestamente emotivas, es ideal. Como Marc Almond, una persona muy apasionada con una base electrónica o como John Foxx y Kraftwerk, que tenían canciones melódicas que hablaban de modelos o de trenes, pero con una base minimal y fría. Todo eso lo mezclamos con el heavy metal, con el punk y con los secuenciadores tipo trance”.
"El grupo ideal de rock, de techno, de cualquier tipo de música, son los Ramones" |
En cierto modo, viven de su apuesta por la electrónica cuando prácticamente nadie creía en ella en este país. Ahora se han cansado ya del house, y su propia voracidad les ha llevado a los Dandy Warhols y Camilo Sesto por un lado, y de vuelta al universo siniestro (Siouxsie, Bauhaus, Killing Joke...) por el otro. Se impone la perspectiva, algo de lo que últimamente no andan demasiado faltos. Entre reediciones y recopilatorios, Rafa Cervera les hizo retroceder en “Alaska y otras historias de la movida” (Plaza & Janés, 02) hasta los tiempos de Kaka de Luxe, Pegamoides y Dinarama. La retrospectiva, fiel hasta en sus contradicciones, les sirvió como ejercicio de memoria, y es un referente hasta para ellos mismos. Su pasado sigue siendo una de sus grandes bazas -a nadie se le escapa que su singularidad es la otra-, a la vez que una fuente inagotable de reveladoras reflexiones. (Canut) “Yo he cambiado, pero también he estado diez años en psicoanálisis. Aparte, no es lo mismo tener cuarenta y tantos que diecialgo o veintipocos. No es que entonces fuera brusco, es que éramos muy tímidos...”. (Olvido) “Cada vez que alguien se acercaba a nosotros era para atacarnos... no sabéis ni tocar ni cantar, sois unos niños de papá, esto del punk va a durar dos días, os gustan los Pet Shop Boys, Gary Glitter y Depeche Mode, sois unos vendidos, hacéis música de baile, música fría, sin sentimiento, todo lo copiáis... Éramos como Malena Gracia en ´Tómbola´ o como Marlene en ´Gran Hermano VIP´. Siempre estábamos a la defensiva y seguimos teniendo el síndrome de que cada vez que pisamos un escenario alguien nos va a tirar algo, o que cada vez que alguien viene a entrevistarnos nos va a insultar”. (Canut) “Para nosotros era muy raro cuando de repente nos decían que éramos buenísimos, ya con Fangoria, cuando vinimos a Barcelona con ´Salto mortal´. Pensábamos que nos estaban tomando el pelo. De todos modos, en los tiempos de los Pegamoides nos daba igual, porque éramos punks y eso... Nos volvimos autosuficientes y arrogantes, pero era la necesidad. También vivíamos la música de una manera más personal. Nos sentíamos agredidos por los grupos que no nos gustaban... Nacha Pop, Los Secretos, Mamá, Hombres G, Mecano... Me agredían. Ahora ya me da igual; vivir y dejar vivir. No los puedo entender, nunca los entenderé, pero ya no es como entonces. Antes no podía soportarlo, los hubiese matado...”. Otro histórico, Mauro Canut (Vegetales, Intronautas, Acusicas), es por méritos propios el tercer vértice de “Arquitectura efímera”. El hermano de Nacho es autor de seis de los doce originales del disco y eso -junto a su dedicación a Los Acusicas- hace que Los Intronautas se encuentren actualmente en standby. (Canut) “Las canciones que Mauro hace para Los Intronautas acaban pasando a Fangoria o a Los Acusicas, que se van a convertir un poco en Los Intronautas. No me veo tocando en directo con ninguno de los dos grupos. Si nos volviésemos mucho más ruidosos, como lo que hace Wire ahora, sí, pero yo ya no estoy para ramonismos”. Los Ramones de nuevo, cerrando un círculo aparentemente contradictorio. ¿Ironía? No la necesitan. ¿Innovaciones? No a estas alturas. ¿Su enésima reinvención? (Olvido) “Precisamente este momento es muy cómodo para nosotros”. O sea que tampoco. Al menos por esta vez...
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