La actuación de Jochem Paap, o lo que es lo mismo, Speedy J, en la presente edición del Sónar, fue una de las más alabadas, prueba de ello fue la enorme expectación que levantó su show entre el público asistente haciendo minúscula la sala de recepción del CCCB, donde tuvo lugar el set. Fue una hora de auténtica ingravidez, en la que Speedy J nos condujo hacia la mismísima sordidez sincopada con beats quebrados, una suerte de bíblia de la cultura post-rave. Tras tal descomunal desarrollo me dije a mi mismo que acababa de asistir posiblemente a la mejor actuación del festival (a expensas, claro está, de lo que pudieran ofrecer Autechre, unas horas más tarde). Estamos en la última jornada del Sónar, las fuerzas y el poder de concentración comienzan a escasear, pero ahí delante tengo a un reposado Jochem Paap, al cual le espera una larguísima y fatigada sesión de entrevistas. Antes de disponernos a repasar su último trabajo sería interesante conocer su opinión al respecto del Festival Sónar. “Es grande. Es muy interesante que en un mismo festival haya cabida para artistas y estilos tan dispares. Hemos podido ver desde Stockhausen hasta Merzbow, y además no es solo música lo que se aborda aquí, sino que también es el arte multimedia que, particularmente, a mí me interesa bastante y además está Barcelona, ¿qué más se puede pedir?”. Viniendo de un hombre tan exigente como es Speedy J es todo un cumplido, aunque, eso sí, también hubo parte negativa. “Lo que no me gusta de éste y otros festivales es la numerosa presencia de Dj’s. No me gusta la distinción que se le da al disc-jockey hoy día, ocupando un status idéntico al del músico creador”. A Jochem no le gusta ir a discotecas y esquiva todo lo que esté relacionado con la cultura del night-clubbing. “Si te digo la verdad creo que la labor del Dj es algo aburrida, no sé, eso de enlazar y combinar música de otra gente...Yo prefiero hacer mi propia música, tanto si es para películas como si es para instalaciones de arte. Pinchar discos es algo tan limitado…” Por lo visto Speedy J sufre algún tipo de pincha-fobia o bien pertenece a algún movimiento contra la supremacía del Dj; así que aparcaremos el tema. Sus primeras incursiones en el mundo de la música se produjeron cuando la década de los ochenta tocaba a su fin. Gente como Mantronics fueron su gran influencia; también todo el movimiento electro americano en general. Ahora se ha convertido en uno de los maestros de la distorsión, aparentemente incontrolada. Puestos a abstraernos le hago definir su música en parámetros de colores y sabores. “Hum… (instantes de meditación) …creo que, mediante colores, mi música sería entre marrón y gris, y su sabor sería como el cubito de hielo, sin sabor”. Hombre, tanto como sin sabor no diría. Después de este pequeño impaso era el momento para preguntarle por la concepción de “A Shocking Hobby”. “He evolucionado respecto al anterior disco, especialmente porque ha habido un trabajo más concienciado durante los procesos digitales. Ahora cuento con más herramientas. En el nuevo disco consigo concentrarme más en la atmósfera y en el contenido, en cambio con “Public Energy #1” incidí más en el sonido y en la estructura. Creo que éste es mucho más deep y mucho más soul”. Quizás, para acabar de desconcertarnos, solamente le faltaría decir que lleva últimamente escucha muchos discos de la Motown.
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