Experiencia iniciática
EntrevistasJohn Butler Trio

Experiencia iniciática

Robert Aniento — 15-11-2005
Fotografía — Archivo

No debe ser fácil para un australiano sentirse como un californiano. También es verdad que con la ayuda de las olas, las tablas y la música de Ben Harper, Jack Johnson o Phish, el reto puede hacerse más llevadero. Eso es lo que le ocurre a John Butler, un australiano de rastas y perilla que promete convertirse en el nuevo ídolo de culto de los seguidores del rock con mayores dosis de improvisación. Ahora presentan su tercer disco "Sunrise Over Sea" (Dro).

Con su disco de debut de 1998, “John Butler” y su continuación tres años más tarde, “Three”, el grupo se ganó a pulso una reputación de intocable en su país de origen y un cierto culto reverencial en los EUA y Europa. Ahora publican su tercer disco en estudio, “Sunrise Over Sea” (Dro), con la mirada comercialmente fijada en el mercado estadounidense (en Australia ha debutado directamente en el número 1), probablemente el lugar ideal donde entender y disfrutar esos temas de tradición jam, largos y angostos, aunque templados por un cierto espíritu melódico y una voz que en no pocas ocasiones (“Peaches and Cream”, “What You Want”) recuerda a la del frontman de RHCP, Antony Kiedis: “Somos una banda australiana, pero nuestra música tiene mucho más que ver con la música de raíces de EUA, que es lo que hemos escuchado toda nuestra vida. Buscamos el groove, el swing en nuestros temas. Nos dirigimos más a intentar despertar sentimientos y reacciones que a gustar por nuestras melodías”.

"Somos una banda australiana, pero nuestra música tiene mucho más que ver con la música de raíces de EUA"

Eso es precisamente lo que sorprende del creciente éxito de la banda de John Butler; un manual de como vender realizando una música poco comercial y con una actitud totalmente alejada de la ambición mercantil. A título de ejemplo, Butler rechazó hace un par de años el contrato con una multinacional y firmó por la independiente Lava, por, entre otros motivos, permitirle editar los discos en material reciclado. “No se trata sólo de la música. Nos mueve el interés de expandir nuestro mensaje alrededor del mundo; ayudar a difundir para el ser humano la necesidad de recibir y ofrecer honestidad y amor. Nosotros intentamos predicar también con el ejemplo, y el fichaje por Lava es una muestra más de ello”. En consonancia, Butler trufa sus temas de referencias medioambientales y alegatos políticos que entroncan su discurso con el de sublimes antecesores del mismo país como Midnight Oil. “Procedemos de un país desafortunado, donde cada año se destruyen más y más recursos naturales a cambio de dinero. Es difícil evitar la tentación de no proclamar ese tipo de injusticias en las canciones”. Tras su reciente aparición en el Festival de Glastonbury, la banda australiana seguirá con un minigira europea de cara a presentar el nuevo disco. Teniendo en cuenta que no tocarán en España, si los inicios de Julio te cogen en Alemania o Suiza, puede ser toda una experiencia acercarte a ver la banda en directo. Sus conciertos, con una duración media de casi cuatro horas, suponen un “viaje” iniciático repleto de pasajes ensoñadores y jams eléctricas que emparentan con los añorados shows de Grateful Dead, o los más recientes de bandas como Gov´t Mule.

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