“Hagamos lo que hagamos, al final, siempre va a sonar a exnovios”
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“Hagamos lo que hagamos, al final, siempre va a sonar a exnovios”

Javier Escorzo — 14-11-2021
Fotografía — Gorka Beunza

Exnovios acaba de publicar "Un nuevo día" (Munster Records, 2021), un disco en el que mantienen vivas sus principales señas estilísticas: pop de guitarras, melodías deslumbrantes y cuidadas letras en castellano. Buenas canciones, en definitiva, de esas que se te meten en la cabeza y no puedes dejar de tararear. Juan y Tamu nos cuentan cómo las han creado y cuáles son planes de futuro.

El disco anterior era de 2017 ("Amor Droga", El Nébula Recordings) y luego habéis grabado algunos epés, pero han pasado cuatro años desde vuestro último largo. ¿Lo teníais previsto así o ha sido cosa de la pandemia?
(J) Realmente nos ha cuadrado bastante bien. Sacamos un single de tres canciones con el sello The John Colby Sect (Apache, 2020). Eso fue un proceso de grabación que nos llevó bastante tiempo. Luego ya llegó la pandemia y fue el momento perfecto para prepararlo. A partir de ahí empezamos a componer y en cuanto nos dejaron salir de casa después del confinamiento, ya nos pusimos a ensayar y a grabar. Desde que lo hemos grabado hasta que lo hemos publicado, ha pasado un año, de hecho. Al final, ya sabes que estas cosas tardan; entre el sello, la fabricación…
(T) Sí, empiezan a pasar los meses y al final… pues eso, cuatro años.

El disco ha salido solo en vinilo, y tengo entendido que las fábricas de vinilos están desbordadas, quizás parte de ese año que ha pasado venga de ahí.
(T) Sí, tienen fechas de entrega bastante largas. Pero bueno, este disco lo ha sacado Munster, que tiene bastante volumen de fabricación.
(J) Si lo mandamos nosotros, igual nos toca esperar dos años.
(T) Pero sí, aun así la fecha de entrega ha sido de cuatro meses, bastante larga.
(J) Y todo eso afecta a la salida del disco, claro.

¿Cómo ha sido el proceso compositivo? Decís que aprovechasteis el confinamiento para escribir las canciones, por lo que entiendo que habréis trabajado cada uno por vuestro lado. ¿Ha sido distinto a otras veces?


(J) No, en realidad ha sido bastante parecido. Nosotros normalmente nos mandamos las ideas por wasap y poco a poco les vamos dando forma. A veces la canción ya suena por sí sola, con una melodía y una voz, y lo que hacemos es ir dándole forma. También hay otras canciones, digamos más abiertas, que igual había una melodía, una voz y un estribillo, como la primera de este disco, Espacio, luz y tiempo, y que en cuanto nos juntamos en el local ya le hicimos todos los arreglos. Es una canción que no es tanto de cantautor, sino que hay que añadirle cosas para que tenga más sentido.
(T) Sí, en eso, este disco ha sido parecido a los demás, con la diferencia de que hemos estado cada uno encerrado en su casa, por lo que hemos tenido más tiempo para mandarnos audios y devolvérnoslos con lo que van añadiendo los demás. Otras veces nos mandamos cosas y enseguida vamos al local a probarlo, mientras que en esta ocasión ha pasado mucho más tiempo hasta que nos hemos podido reunir. En este disco, para cuando fuimos al local, nos habíamos cruzado mil audios y teníamos todo muy definido. Eso sí ha sido diferente, pero la forma de trabajar ha sido parecida.
(J) También hacíamos maquetas, yo las grababa con el GarageBand, dibujaba las baterías, ponía todo y lo mandaba por wasap. En esos dos meses no había mucho más que hacer. Era un momento para entretenerte y estar agusto en casa. Era muy motivante.
(T) Sí, era lo mejor del día. Es que, cuando tienes que ir a trabajar, vuelves a casa y estás cansado o lo que sea. Pero cuando estás todo el día en casa, no tienes excusa.
(J) Sí, hubo mucho tiempo para componer, eso ha sido novedoso.
(T) Y con alegría. Con pasión, en plan: “Vamos a hacer más”.
(J) Era: “Desayuno, me pongo con el GarageBand, monto la canción, se las mando a estos a ver qué les parece…
(T) Claro. Y cuando enviabas algo, sabías que te iban a responder enseguida.
(J) Ha sido una experiencia guay. Es el típico sueño que tiene un grupo de música en el que están todos liados y piensan: “Estaría genial estar cuatro meses en una casa componiendo”.
(T) Tú ves un documental de The Band y ves que se iban todos juntos a componer a la casa rosa esa, o en Laurel Canyon, los Byrds con no sé quién. Los Stooges también vivieron juntos en una casa... Un montón de grupos, y esto ha sido lo más parecido para nosotros.
(J) Sí, es sentir la música al cien por cien. Olvidarte del trabajo y de las responsabilidades que tenías antes de que pasara esto. Porque es que no se podía salir ni de casa.

Las letras tocan una temática bastante variada, pero, salvo alguna excepción, creo que tienen un tono bastante positivo, no sé si precisamente para escapar de la situación que vivíamos cuando las estabais componiendo.
(T) Sí, puede ser. De todas formas, yo sí que veo la sombra del confinamiento en muchas letras, aunque aparentemente puedan parecer una relación de amor, yo ahora sí veo como cierta queja por el confinamiento. Mola que el resultado final sea positivo, pero algunas sí que reflejan cierto hartazgo por la situación.

La portada, que la has hecho tú, Juan, tiene ciertos toques psicodélicos, pero es muy colorida y creo que también transmite una sensación positiva, como de energía.
(J) La portada la hice al final, cuando ya teníamos todo grabado. La hice a partir del título, Nuevo día, y metimos elementos de las letras, la luz, las serpientes…
(T) ¿Sabes lo que pasa? Que el título de Nuevo día, justo después de lo que ha pasado, parece que hablamos de un nuevo comienzo después de la pandemia, pero en realidad no es algo premeditado. La portada no estaba pensada, pero al final juntas las letras, la portada, el título, y todo cobra cierto sentido, pero no era algo que hubiésemos planeado. Eso también mola.
(J) No queríamos hacer una portada demasiado moderna, porque el disco tiene cosas de música más antigua, tipo folk, pop, cosas de los Byrds, psicodelia hippy, pero sin ser demasiado hippy tampoco, ese toque country… Las canciones no llegan a ser psicodelia, yo creo que son canciones de pop, sin más.

Me ha sorprendido que, en vuestra hoja de promo, se dice que este puede ser vuestro “disco bisagra”, que parece que da a entender como que vais a cambiar mucho de estilo. Yo creo que tenéis un sonido muy característico, no me parece que este disco suponga un volantazo en ese sentido.
(T) Yo lo veo como lo que he dicho antes, que nunca está tampoco todo premeditado. Vamos haciendo lo que sabemos hacer, que son canciones. Canciones bonitas que puedas cantar, y luego vamos dándoles toques de cosas que nos gustan. No veo una evolución, sino que van saliendo de una forma muy natural, en absoluto premeditada.
(J) Sí, es que nos gustan muchas cosas diferentes. Te pueden gustar los Byrds, Flying Burrito Brothers, y puedes intentar quedarte con cosas, pero al final acaban sonando a nuestra manera y eso es lo que da unidad y lo que da la personalidad al grupo: las voces, los estribillos, la reverberación… Creo que aunque hagamos una canción que nosotros pensemos que es super diferente, yo que sé, algo tipo Suicide, por ejemplo, va a seguir sonando a Exnovios. Igual en tu cabeza piensas que estás haciendo algo que se parece al estilo de otro grupo, pero al final, inconscientemente, le acabas dando tu propia personalidad.
(T) Siempre han dicho que somos una mezcla Spaceman 3 y Juan y Junior. La primera vez que lo oí… A ver, yo tengo aquí (muestra un tatuaje en el brazo) a Spaceman 3. Los Brincos y Juan y Junior son de mis grupos favoritos, pero me chocaba, porque son cosas irreconciliables. Es imposible juntar esos dos mundos. Pero, a veces, oigo los discos y digo: “Pues es verdad. Ya sé por qué lo dicen”. Es genial, mezclar cosas tan diferentes y crear con ellas algo propio tuyo… Eso es algo que me gusta del grupo.
(J) Sí, es lo que dicen: “Siempre quieres sonar como la Velvet Underground, pero nunca lo consigues” (risas).
(T) Es que nosotros no sonamos a Spacemen 3 porque no podemos evitar al final hacer armonías vocales, meter guitarras bonitas… Spacemen 3 son unos yonquis que están ahí tocando duro y yo quiero eso, pero no lo consigues.
(J) Sí, al final acabamos redondeándolo todo.
(T) Y si alguna vez hiciésemos algo de un solo estilo, tipo drone, Spacemen 3 o lo que sea, sería un poco soso.
(J) Hay un equilibrio que está ahí.
(T) Sí, es la gracia del grupo. A veces nos dicen que sonamos muy años sesenta, y yo escucho el disco y creo que para nada. Sé porque lo dicen, pero no creo que sonemos así. Es como Spacemen 3, y yo creo que no sonamos para nada así. Pero eso es lo guay. Somos una mezcla de muchas cosas.

"Es genial mezclar cosas tan diferentes y crear con ellas algo propio tuyo"

Hablando de referencias, además de las influencias extranjeras que habéis citado, como Byrds o Spacemen 3, también se os asocia con artistas españoles como Juan y Junior o Los Negativos. ¿Os sentís cerca de esos grupos nacionales de otras épocas?
(T) Sí, yo soy super fan. Me gustan muchos grupos como Juan y Junior o Los Brincos, pero tampoco diría que soy un amante del pop español de los sesenta. Los Pasos, por ejemplo, tampoco me gustan tanto. Pero Los Brincos y Juan y Junior sí, creo que están a otro nivel. Las letras son bastante redondas para aquella época. O Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, Solera… Me gustan mucho. Pero tampoco es que sea un mod o un sesentero. Nos gustan tantas cosas que no podría decirte que soy amante de algo tan concreto. Me gustan grupos, independientemente de épocas y estilos.

¿Y veis la impronta de esos grupos en vuestra música?
(T) Al principio te hubiese dicho que no. Y ahora, en realidad, tampoco, salvo un detalle en (la canción) Eres tú. Ahí hay un arpegio que hacemos que si lo tocas más lento recuerda a (la canción) Mejor, de Los Brincos.
(J) Bueno, y cantamos en castellano.
(T) Claro, es que la sonoridad de cantar en castellano…
(J) Por eso mismo. Juan y Junior y Los Brincos tenían influencias extranjeras, pero cantaban en castellano. Nosotros también tenemos influencias extranjeras y nacionales, pero al cantar en castellano, pues se parece, ahí hay relación. Pero no es que tomemos a Los Brincos como referente.
(T) No, para nada. Igual algo, la entrada de las voces, las armonías… Pero las canciones en sí, nunca. No tenemos ninguna canción que hayamos querido que suene como Los Brincos o como ningún otro grupo. De hecho, en el segundo disco (Amor droga) tenemos una canción que se titula Como Anduriña, pero solo la mencionamos, luego no tiene nada que ver.
(J) Sí, yo creo que podemos tener cierta relación, y no voy a compararme con Los Brincos porque son unos genios.

Decís que nunca habéis querido hacer una canción como Los Brincos, pero en este disco sí que hay una canción, Me quieren ver morir, que me parece un guiño a All tomorrow’s parties, de la Velvet Underground. ¿Es así?
(J) Sí. Hacer una canción en 4 x 4, de ritmo normal, es como más típico y siempre recurres al mismo ritmo. Aquí queríamos hacer una canción que hiciese como un parón y que luego siguiese, que permitiese que el disco descansase, que se relajase. Tumtum Ta, Tumtum Ta (tararea marcando el ritmo)… Ahí dije: “Quiero hacer el ritmo de All tomorrow’s parties”. Luego fue sonando cada vez más a la canción.
(T) Da igual, es otra melodía, es otra canción.
(J) Hay más cosas que te llevan, la tonalidad de la voz, la pandereta, la forma en la que se están mezcladas las guitarras… Es una canción chula, nos molaba y dijimos: “Pues a tomar por culo” (risas). Y eso que es una canción antigua, tenía la letra y las notas desde hace mogollón de años, la ensayamos en el local y quedó muy bien, así que decidimos grabarla. Igual podía haberse quedado fuera, pero al final la metimos.
(T) Sí, porque siempre dejamos canciones fuera, siempre grabamos más de las que entran. En este disco hemos dejado fuera dos o tres, en el segundo dejamos fuera cinco y en el primero dejamos tres o cuatro también.
(J) En este disco hicimos una primera maqueta con quince canciones.
(T) Sí, pero igual alguna no era tan buena.
(J) Ya, pero bueno, nunca sabes. Al final, entre tantas canciones tú siempre ves que unas son mejores que otras. Tú escuchas un disco de un grupo y sueles ver que unas canciones son claramente mejores que otras. Incluso hay discos que tienen dos canciones buenas y el resto pasa claramente desapercibido. Que en este disco igual pasa lo mismo…
(T) A mí siempre me han dado buenas sensaciones nuestros discos en ese sentido, no metemos relleno. Habrá gente a la que no le guste y siempre habrá unas que queden mejor que otras, pero no son canciones de relleno.
(J) Si grabas solo diez, te tienes que quedar con las diez. Pero si grabas quince, puedes elegir, tienes más opciones y eso es bueno para el disco.

Hay una frase que creo que se atribuye a Sabina, que dice algo así como que una buena canción es una buena letra, una buena música, y algo que nadie sabe lo que es, pero que es lo único que al final importa. ¿Qué porcentaje de importancia creéis que tiene cada uno de esos elementos en vuestra música?
(T) Al principio más la melodía, pero últimamente yo cada vez le doy más importancia a las letras. No queremos ser poéticos ni nada, queremos hacer pop, pero sí que intentamos que te marque, que se te meta en la cabeza y que vaya acorde con nuestro sonido.
(J) Sí, la letra es vital. Y claro, una letra unida a una buena melodía ya es lo máximo, la combinación perfecta. Si la melodía es un poco rara, la letra puede perder ese…
(T) Sí, si la melodía es una mierda, ya puedes meter lo que quieras, que… (risas)
(J) Cuando ves que la melodía es mala…
(T) Si ves que la melodía es cojonuda, igual puedes obviar la letra, pero es una oportunidad perdida. Cuando se consiguen las dos cosas es… qué guay. Hay algunas canciones que tienen una letras como más personales y la gente se da cuenta, llegan más a la gente. Y lo que dices de la magia, eso no sé lo que es, pero sí, hay veces que algo funciona porque sí, no se sabe muy bien cuál es la razón.

En este disco ha colaborado Oihana, de Melenas, hacéis una versión de "Vuela, jambo", de Los Jambos, que es un “grupo hermano” vuestro, y lo ha producido Guillermo Mutiloa, que ha trabajado con un montón de bandas de vuestro entorno. Sé que no os gusta hablar de escena, pero parece que algo está pasando en Pamplona, ¿no?


(J) A mí, mas que hablar de escena, me gusta hablar de cuadrilla de amigos. Yo no lo veo como una escena, sino como un momento en el que hemos vivido una música bátante guay, nos hemos conocido todos y de ahí hemos salido grupos, sobre todo en los últimos ochos años, más o menos. Ya había grupos, pero los grupos se van acabando y van surgiendo nuevos.
(T) Somos unas treinta personas que estamos en grupos con miembros mezclados, pero no veo más.
(J) Sí, somos amigos.
(T) Hay muchos grupos en Pamplona. Llamar escena solo a nosotros me parece excesivo.
(J) Esto ha pasado en todas las ciudades, que siempre los músicos se conocían entre sí.
(T) Escena igual es cuando ya trasciende más, cuando esos grupos influyen a los grupos jóvenes. Pero no es el caso, nosotros estamos aquí, sin más.
(J) Yo veo más escena en el trap, que está más top y los jóvenes están volcados con eso. Yo nuestra música ya la veo como de gente más mayor. Veo que lo que gusta ahora es el rap, la electrónica… Tú les hablas de que tocas la guitarra y te preguntan: “¿Qué es una guitarra?” (risas). O una batería. “¿Ah, pero se toca? Yo pensaba que lo grababais y lo disparabais”. Son cosas que yo creo que les ha pasado a todo el mundo que lleva tiempo tocando en un grupo y le ha pillado toda esta transición del cambio de música. Cuando nosotros empezamos con Exnovios el garaje y la psicodelia estaban super top. Ahora se han ido y ha llegado otra cosa, pero nosotros seguimos con lo nuestro, que es lo que nos gusta. Pero eso de la escena… Sí que igual hay una escenilla, pero…
(T) De cara al exterior, igual la gente ve varios grupos de Pamplona que están saliendo un poco en el rollo musical, pero son tres, cuatro, cinco grupos, no más.
(J) Claro. Igual en un sitio ves que viene un grupo de Pamplona y se preguntan cuántos grupos hay en Pamplona, porque unas semanas antes ha venido otro, pero no es tanto.
(T) Es cierto que en poco tiempo estamos saliendo varios grupos, que sin ser para masas ni nada, pero que a base de años y de discos, sí que salimos en algunos medios y tenemos un poco más de visibilidad, pero es lo que dice él, que en realidad nosotros seguimos con lo nuestro.
(J) Como pasó en Donosti. En San Sebastián había un sonido. Es como si ahora pasase en Murcia, que empezasen a venir varios grupos de Murcia a tocar, pues sí, pensarías que hay una escena.

El disco ha salido con Munster Records, un sello importante y con mucha solera. ¿Cómo llegáis a ellos? ¿Os conocíais de antes?
(T) No. Bueno yo los conocía de comprar sus discos. Les hicieron llegar nuestro disco y se animaron a sacarlo. Fue todo muy fácil. Concretamos día de salida y listo, no ha habido más. Les gustó y adelante. Mola sacarlo con ellos. Toda la vida comprando cosas de Munster, y lo que dices, tiene solera y va a tener buena distribución.

Parece que se van levantando las restricciones sanitarias. ¿Qué planes de gira tenéis?
(J) Estamos a verlas venir todavía. Es una situación nueva, porque está cambiando todo muy rápido, hace un mes las medidas eran otras en cuanto a aforos y demás. Era un poco de bajón planear una gira en esas condiciones y nos hemos relajado hasta que esto mejore un poco. Pero nuestros planes son tocar todo lo que se pueda a partir de ahora y, si se mantiene la nueva normativa, podremos tocar en bares y locales pequeños, que tampoco es que aspiremos a tocar en festivales tochos. Yo prefiero tocar en un sitio pequeño, disfrutas más, tanto para tocar como para escuchar. Al final, en un festival grande la gente no va a verte a ti, sino a los cabezas de cartel. A nosotros nos gustan las salas pequeñas, tipo Dabadaba en Donosti, Zentral o el Cavas en Pamplona, las salas de Bilbao, Hell Dorado de Vitoria, el Wurlitzer de Madrid, el Apolo 2 en Barcelona… Pero bueno, a ver lo que va saliendo.

Y ese circuito de salas pequeñas, ¿se va a mantener? Porque los últimos meses han sido durísimos.
(J) Aún no están programando nada. Los bares de momento están apostando por las copas, hay muy poca programación. Si la cosa se relaja definitivamente, empezará a haber a saco de programación, porque claro, todos los grupos que no están tocando querrán salir a tocar. Falta también que vengan los grupos europeos, de Estados Unidos… Va a ser una locura. Pero bueno, de momento está yendo poco a poco. Es como que estás un poco receloso de la situación, que prefieres no hacerte ilusiones. Si no tocamos con este disco, ya tocaremos con el siguiente (risas).

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