Cuando Elena Tonra se despide tras la media hora pactada de charla expresa un deseo: “Espero que no haya más discos de Ex:Re. Espero que no me destrocen el corazón de esa forma otra vez”. Y rompemos a reír. Me siento tentado de decirle que se equivoca, que todo volverá a repetirse como una película cuyo final conoces de sobra y a la que no dejas de acudir en busca de refugio. Esa risilla, un poco nerviosa y sin embargo desarmante, al borde del sollozo en un par de ocasiones, se había convertido en hilo conductor de la conversación. En ella la líder de Daughter se lanza a tumba abierta a explicar la razón de ser de su primera colección de canciones en solitario, Ex:Re (4AD / Popstock!, 2019). Un álbum de post-ruptura explícito, descarnado, hermoso.
Me gustaría empezar esta entrevista comentándote de qué forma he ido conectando con el disco. Recibí el audio hace aproximadamente un par de semanas y caí rendido con Where The Time Went, que me pareció desde el primer momento una canción preciosa, aunque no me paré mucho a investigar de qué hablaba la letra. Unos días más tarde me enviaron las letras del disco y ya entendí el concepto general del álbum. A partir de ahí preparé el cuestionario para esta entrevista y justo ayer me hicieron llegar la nota de prensa que has escrito tú, hablando de distintas cuestiones sobre el disco. ¡Prácticamente respondías a todas mis preguntas con esa nota! Y me sorprendió mucho por tu sinceridad, por lo directa que has sido a la hora de hablar de tus sentimientos…
Creo que es algo que está íntimamente relacionado con el tipo de disco que he hecho, que es muy personal. Una nota de presentación del álbum necesitaba una explicación sobre por qué lo hice, y creí que debía ser yo quien lo hiciera y no derivarlo a otra persona que tuviera una visión externa del mismo. También me pareció importante aclarar que el disco es una reacción que tuvo lugar después de que todo esto ocurriera, así que el “ex” no ha estado involucrado de ninguna manera en el disco y su presencia en el mismo se limita a un recuerdo. Era importante que eso quedara claro, tenerle en cuenta a él y sus sentimientos (risa nerviosa).
¿Cuándo terminaste el disco?
Hace muy poquito en realidad, hace unos pocos meses.
También me sorprende que con todo esto aún reciente aceptes hacer promo y te expongas a recibir por parte de desconocidos preguntas que sabes que van a ser extremadamente personales. Me parece muy valiente por tu parte, pero me sorprende.
Si te soy sincera es algo que no me resulta nuevo porque todas las canciones de Daughter son igualmente muy personales, así que en cierto modo cuando enfocaba la promoción de los discos de Daughter ya me exponía a algo así. Esta es mi vida en la actualidad, y eso se refleja en las canciones, así que lo veo como algo natural. De todas formas con el paso del tiempo he aprendido a sentirme más cómoda con las entrevistas: cuando era más joven y alguien me preguntaba sobre cualquier cosa me sentía obligada a responder en cualquier caso. Pero ahora tengo recursos para de un modo u otro evadir una pregunta incomoda. Antes de venir hoy aquí de promoción he hecho un ejercicio de plantearme cuáles son mis normas y dónde están los límites, qué es lo que deseo guardar dentro y lo que no me importa compartir. Pero en cualquier caso las canciones dicen muchas cosas por sí mismas, no me he preocupado por esconderme en unas letras que son reescrituras de mis propios recuerdos. Me he expuesto mucho al grabar el disco.
¿Y qué sensaciones te generan estas canciones una vez que han sido grabadas y de alguna forma las dejas marchar?
Estoy bastante nerviosa porque el disco va a salir dentro de poco (risas). Me resulta curioso que cuando lo escucho de alguna forma me siento despegada de la persona que lo escribió. Obviamente yo fui quien escribió esas canciones, pero lo hice en un momento diferente.
"Cuando era más joven y alguien me preguntaba sobre cualquier cosa me sentía obligada a responder. Ahora tengo recursos para evadir una pregunta incomoda"
¿Y te ves como una persona extraña, que ya no tiene nada que ver contigo?
Sí, en algunas canciones sí que me pasa eso. En otras no, en otras entiendo de qué tipo de sentimientos estoy hablando y todavía me siento un poco así. Pero lo que sí que percibo es que se escribieron en un momento de muchísima intensidad emocional, y por el mero hecho de escribirlas esa intensidad fue desapareciendo. Cuando las escucho recuerdo estar en la habitación de aquel hotel o en un club de mierda del que habla la canción. Pero es sólo eso, el recuerdo de un momento que ya ha quedado atrás.
Si tuvieras que resumirla en una palabra, ¿cuál dirías que es la emoción dominante a lo largo del disco?
Es extraño, pero posiblemente sería “ira”. Creo que la ira está presente en todas las canciones del disco, mucho más que el sentimiento de pérdida, por ejemplo, o la idea de un corazón roto. Creo que la ira estaba ahí pero yo no había sido capaz de expresarla antes. Todo lo que pasó , la ruptura entre nosotros fue en apariencia muy amistosa: “Vale... todo está bien. Vive tu vida que yo haré otro tanto con la mía...” (risas). Fue una ruptura idílica supongo. Y eso fue terrible, porque en realidad yo tenía toda esa rabia dentro. Por un lado quería y respetaba a esa persona, muchísimo, y por eso no quería mostrarle todo lo que tenía dentro de mí. Así que... lo escribí (risas).
Tal vez esto que te voy a preguntar es muy personal, y si es así siéntete libre para no responder, pero me pregunto si en el pasado has estado en terapia. Quiero decir, estas canciones funcionan claramente como terapia. Y hasta creo que si en el pasado te pusiste en manos de un psicólogo esa experiencia puede haber tenido mucho que ver con la manera en que has afrontado este disco.
Desde hace años yo suelo escribir mis cosas y lo utilizo un poco a modo de terapia. Pero la verdad es que no ha sido hasta hace poco que he acudido a terapia profesional. No sesiones demasiado largas, sólo algunas visitas puntuales. Pero la verdad es que ahora pienso que debería haber ido antes, hace años.
¿Lo recomiendas?
Sí, para mí ha sido positivo. Como te digo no me he metido en profundidad en ello así que no sé hasta qué punto me va a ayudar y cuánto me voy a implicar con una terapia prolongada en el tiempo, pero conozco a gente a la que ha resultado muy positivo. En mi caso creo que me ha servido para ver las cosas de otra forma, para analizar mi propia conducta. Incluso ahora, al volver al disco, me doy cuenta de ciertas cosas... Escribí prácticamente todo el disco borracha…
Te quería preguntar sobre eso, sí, porque hay al menos cuatro o cinco canciones en las que de forma explícita haces referencia a ello, a estar totalmente borracha.
Sí, sí... El alcohol está presente a lo largo del disco... si no en todas las canciones al menos en la mitad de ellas. Y es así porque era lo que estaba ocurriendo en mi vida en ese momento. Yo no me daba cuenta de hasta qué punto estaba usándolo como forma de evasión. Y no fue hasta que grabé las canciones que... en realidad no, no fue hasta hace muy poco tiempo que me di cuenta de hasta qué punto estaba metida en esa dinámica. Eso es algo que tengo que agradecer a la terapia, que me ha permitido analizar mi comportamiento y también me ha enseñado a gestionar la autocrítica. Creo que eso también está muy presente de alguna forma en las letras: la manera en la que te hablas a ti mismo, te juzgas a ti mismo, y todos los efectos negativos que eso tiene sobre ti. La terapia me ha ayudado a cambiar a ese diminuto crítico conmigo misma que llevo dentro de mí.
En la nota de prensa dices: “Muchas de las canciones son largas y enrevesadas notas para mí misma. Como escribir cartas que nunca llegas a enviar”. Lo que es en sí mismo una contradicción, porque esas cartas, esas notas, ahora mismo han visto la luz y las has compartido con el mundo entero.
Para ser sincera estas diez canciones son sólo una pequeña parte de muchas otras canciones, cartas, notas o lo que sea... Y la primera de todas las que escribí está cerrada bajo llave y siempre va a permanecer ahí (risas). De todas formas yo miro a estas canciones y no pienso: “Ojalá nunca las hubiera publicado”. Y creo que eso es porque no me despiertan ninguna emoción. Ya no. Una vez que me metí en el estudio con Fabian estas canciones se convirtieron en otra cosa diferente. Todo lo que sentía, la autocompasión, las lágrimas... desapareció. La primera canción que hice para el disco... quiero decir la primera que hice y decidí que se podía mostrar, porque antes de esa hubo muchas que eran puro drama, en plan “¡Por dios, no me dejes!” (risas). Pues lo que te decía, esa primera canción tenía algo en la progresión de los acordes que iba mucho más allá de la típica melodía triste de piano y de alguna forma era un “¡Que te jodan!” (risas). La música que compuse con la ayuda de Fabian y Josephine de alguna forma desbloqueó todos esos corsés, y ahora escuchar el disco es un poco para mí como ver una película, no me siento parte de ello, es una abstracción.
Es curioso, porque yo tengo mis dudas de que cualquier persona que escuche en profundidad este disco y lo disfrute lo vea con esa distancia que pones tu, la autora. Un poco esa es la magia de la música pop ¿no?: hacer tuyos los pensamientos y sentimientos de un artista que ni siquiera sabe de tu existencia.
No lo sé, no lo sé… Supongo que quiero decir que no siento que haya abierto del todo mi diario y lo haya expuesto ante todo el mundo. Al menos no todo mi diario. He puesto mucho de mí y he dado mucha información en estas canciones, pero no lo he hecho sobre la otra persona. Y quiero pensar al menos que he sido muy respetuosa en ese sentido.
¿Y has pensado en el efecto que va a tener escuchar este disco en él?
Sí… hmmm. Sé que lo va a tener… (risas).
¿Tuviste la oportunidad de enseñarle las canciones en algún momento?
No, no, él no sabe…
Antes al describir las canciones del disco hablabas de rabia, y casi se podía entrever que de venganza. ¿Crees que es la forma en la que se va a interpretar el disco? Como un ejercicio de venganza…
No lo sé, la verdad. Espero que él no lo interprete así. Él entiende que yo ya no me siento así, que son solo un puñado de viejas canciones que vienen de otro tiempo. Hubo también un periodo largo de tiempo durante el que no volvimos a vernos, y la mayor parte de estas canciones se escribieron en ese momento. Después he tenido la oportunidad de volver a hablar con él alguna vez, brevemente y de forma íntima en los últimos tiempos, y siempre ha estado bien porque… me gusta, me gusta la persona que es, así que no me querría por nada del mundo que esto se interpretara como un ataque a su persona, porque no lo es. Yo espero que entienda que este disco es sólo la forma de superar el hecho de que lo echo de menos, y necesitaba hacerlo. Veremos. Espero que no suponga nada negativo para él. Pero al mismo tiempo él está fuera del disco en muchos momentos, su presencia sólo es evidente en unas pocas canciones y el resto del tiempo la otra persona es un extraño con el que yo desearía estar. Los protagonistas de estas canciones en realidad soy yo y gente que cuando la veo me recuerdan a él y me hacen desear estar con él. No lo sé, no sé cómo va a recibirlo (risas).
Estas canciones son tu verdad, la forma en que tú has percibido que han ocurrido las cosas. Pero a partir del momento en que el disco se hace público, ese punto de vista se convierte en “la verdad” para todo el que lo escuche. Me gustaría preguntarte si te has parado a pensar en el poder que tienes como artista en ese sentido.
Sí, entiendo lo que dices, la otra otra persona no tiene la oportunidad de dar su punto de vista y entiendo que enfrentarse a eso puede ser… doloroso. Pero en este caso concreto creo que ha habido un espacio, un par de años sin ver a esa persona, y la única verdad que reflejan las canciones soy yo dando tumbos por diferentes ciudades. Básicamente en eso consiste el disco. Yo realmente tengo la esperanza de que él no se vaya a sentir afectado por el punto de vista que muestro de mi vida después de él: él no tenía ningún control sobre eso, no sabía donde estaba ni lo que yo hacía (risas).
Pero al mismo tiempo, sí, es importante tener en cuenta el punto de vista que ofreces en tus canciones. ¿Es justo? ¿Es cruel? En cualquier caso aunque este es obviamente un disco de ruptura habla sobre mí (risas), y creo que lo que muestra es, básicamente, mi personalidad. Pero sí, creo que yo me sentiría un poco nerviosa o incómoda si supiera que alguien cercano va a escribir algo sobre mí y que no tengo ningún control sobre ello.
"No me querría por nada del mundo que este disco se interpretara como un ataque a mi ex, porque no lo es"
Echando la vista atrás ¿alguna vez una canción que hayas escrito te ha afectado de alguna forma a ti o a alguien cercano?
Creo que sí, pero de forma inesperada. Cuando Daughter publicamos el primer disco y mi madre escuchó Smother se disgustó mucho, no podía creer que hubiera dicho esas cosas en la canción. Era un momento en el que yo me encontraba muy baja y escribí esa canción que era un poco un reproche, una forma de decirle que ojalá nunca me hubiera traído al mundo. Eso le puso muy triste, le hizo llorar... Y pensar en ello la verdad que me pone muy triste también y me da ganas de llorar, y no quiero llorar ahora... (risa nerviosa). Venga, ya está, ya pasó, ya pasó. (Un silencio de unos segundos).
Es difícil ¿sabes? Porque hubo un tiempo en el que escribía sobre personas y ellos tal vez podían sospecharlo, pero no era tan obvio que las canciones se dirigían a ellos. Daughter era y todavía es una extraña “bestia”: el primer disco lo hice con Igor y nosotros habíamos roto como pareja, así que salimos a girar por el mundo y cantar esas canciones cuando justo acabábamos de romper. Estábamos ahí los dos sobre el escenario con eso flotando en el ambiente (risas). Al final todo estuvo bien, pero creo que Igor tuvo que cargar con eso, con verme ahí en el escenario cantando esas canciones y hablando sobre ellas en las entrevistas. Al final supongo que él siempre se ha preguntado qué parte de él hay en las canciones de los discos de Daughter. Pero bueno, el disco en esta ocasión te aseguro que no tiene nada que ver con Igor, va sobre otra persona (risas).
¿Tienes en la cabeza publicar más discos de Ex:Re?
No creo. Supongo que este disco va a ser el único de Ex:Re. Creo que si se volviesen a dar las mismas circunstancias, si yo volviera a sentir que esta es la única forma de comunicarme, tal vez reaccionaría haciendo otro disco como este. Pero no sé si volveré a vivir una experiencia similar en mi vida, otra ruptura como esta. Por favor, noooo (risas). En realidad en todos los discos que he hecho, como Daughter, la banda sonora… en todos ellos hubo algo que me llevó hasta ahí. Y en este caso es un álbum que nació de la soledad más absoluta, hasta que me encontré con Fabian y Josephine y todo se convirtió en algo divertido que me sacó de aquella oscuridad. No sé, lo único que espero es que no me vuelvan a romper el corazón de aquella manera otra vez (risas).
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