Entrevistamos a Amy Lee, frontgirl de la banda, sobre cómo ha sido el proceso creativo en pleno confinamiento y en qué consiste esta “verdad amarga” que se esconde tras los doce cortes del disco.
Lleváis muchos años en la industria y ahora además con disco nuevo. ¿En qué crees que se diferencia “The Bitter Truth” de los demás álbumes de Evanescence que llevamos tiempo escuchando?
Mmmm, creo que la gran diferencia es la perspectiva. Siento que han pasado muchas cosas desde el último álbum que hicimos. Mi perspectiva ha cambiado, soy una madre de treinta y nueve años que lidera una banda desde hace, qué se yo, ¿veinte años? Es algo muy distinto, estoy en un sitio muy diferente, pero es donde debo estar. Hemos pasado muchas cosas juntos como una familia, hemos experimentado pérdidas y como grupo, los cinco, hemos tenido que pasar mucho tiempo juntos para volver a ser una unidad.
¿Por qué “The Bitter Truth”?¿Cuál es esa “verdad amarga”?
La realidad. Ha habido muchas mentiras que han avanzado como el fuego en nuestro país, en Estados Unidos. Estamos sedientos de verdad. Sabemos que el suelo se derrumba bajo nuestros pies y hasta que no lo asumamos, no vamos a poder arreglarlo. Esa es mi verdad amarga.
Grabasteis el disco durante la primera ola del Covid-19, pero incluso así todo ha salido adelante. ¿Cómo te has sentido con respecto a la pandemia mundial y al hecho de procesar un álbum en un momento tan complicado?
Ha sido una experiencia muy extraña, de verdad. Este año ha sido diferente para todo el mundo. El haber podido encontrar una forma de seguir y hacer este álbum en un momento así es algo de lo que siempre me sentiré muy orgullosa. No ha sido fácil, con lo que hemos tenido que pensar de una forma diferente a la habitual.
¿Dirías que os ha afectado negativamente a ti o a la banda en el proceso creativo del nuevo disco?
Bien, hemos tenido que ser mucho más creativos. Me he sentido como en los inicios de tocar con la banda, no había mapa de ruta. Hemos tenido que reconstruir caminos para conseguir aquello que queríamos. Después de grabar las primeras cuatro canciones de manera normal, la pandemia nos pilló con las manos en la masa. Aunque también debo decirte que, durante el proceso creativo, yo siempre me aíslo, así que esta vez ha sido algo así como una manera de estar forzada en concentrarme. En ese sentido te diría que no se me ha hecho difícil crear.
"Me he sentido como en los inicios de tocar con la banda, no había mapa de ruta".
¿Así que, en cierta manera, te sientes agradecida aunque la situación no sea la más favorable?
Evidentemente. Estoy muy contenta de haber podido grabar esas cuatro canciones antes de que nos encerraran en Estados Unidos. Las pudimos compartir con nuestros fans en un momento en el que todo el mundo estaba mal. En muchos sentidos, este álbum nos ha dado una razón para vivir, para seguir adelante.
Entonces, la música fue una de las razones que más os ayudo a mirar hacia adelante con ilusión.
Claramente. Realmente la música llegó a ser nuestro chaleco salvavidas. Me dio la vida, literalmente.
¿Hubo muchos problemas por el camino?
Y tanto. Jen (guitarra) es de Alemania y cuando nos encerraron ya no la pudimos ver más, hasta el día de hoy. Ha sido duro y muy decepcionante para ella. Quería involucrarse en todo y de forma total, pero no pudo ser. Trabajando a distancia, grabándose a si misma desde lejos, enviándonos archivos, etcétera. Fue duro y triste para ella.
¿Y para los demás?
Al principio creíamos que si no estábamos juntos, no podríamos seguir adelante. Pero decidimos que debíamos avanzar y lograrlo fuera como fuera. Así que, en plena cuarentena, nos hicimos tests, alquilamos buses para traer a los demás desde las dos “Costas” y nos confinamos juntos unas seis semanas aquí, en Nashville.
¿Por qué Nashville?
Nuestro productor, Nick Raskulinecz, es de aquí. Y él siempre saca lo mejor de todos nosotros, así que yo también me mudé aquí. Nick estaba muy emocionado con el proyecto y se sentía a gusto trabajando con horarios extraños en este momento extraño (risas). No hubiera podido hacer todo esto desde Nueva York, con lo que Nick lo hizo posible en gran medida.
Tras tantos años de carrera, ¿crees que el “sonido Evanescence” ha cambiado?
Lo ha hecho, sí… Pero no diría que “The Bitter Truth” es un disco de Evanescence si no sonara como talEvanescence. Es decir, parte de la perspectiva que todo este tiempo me ha dado pasa por la oportunidad de saber cuál es nuestro sonido y qué nos une con los fans. Todos queríamos llegar a este punto y, a partir de ahí, aportar novedades. Y creo que, después de todo este tiempo en activo, grabando y girando, lo hemos conseguido. ¡Y seguimos dando caña! ¡Más que nunca! (risas). Es decir, que hemos cambiado, pero sin predecirlo y sobre todo manteniendo nuestra identidad.
"La música une a las personas y a los sentimientos. Es un motor de cambio, definitivamente".
¿Qué tema del álbum dirías que representa mejor a los Evanescence de estos momentos?
¡Whoah! ¡Qué difícil! Hoy mismo… Si has escuchado el disco completo me gustaría saber cuál es tu favorita.
Sí, la mía es “Wasted On You”.
Bien, porque esa también es una de mis favoritas. Pero déjame un minuto... Vale, ahora mismo creo que la canción sería “Broken Pieces Shine”. Es un tema que habla de ser quién tu quieras, de ser genuino y de no avergonzarte por mostrarte tal y como eres. Es una canción que llevamos en nuestro corazón.
Me ha parecido que varias canciones del disco están dedicadas al amor. ¿Hay muchos mensajes románticos en las letras del disco?¿Van por ahí los tiros de “Wasted On You”?
Simplemente son mis sentimientos, pero sí, hay bastante romance (risas). En cuanto a “Wasted On You”, es una canción que vino a nosotros. Sigo creyendo en la magia. Cuando escribo puedo controlar algunas cosas, pero otras no. Y sí, veo amor en “Wasted On You”, pero también veo lo que ha sido 2020 y la pandemia, y la opresión.
Hablando de opresión, ¿cómo has vivido la situación política Biden-Trump en Estados Unidos?
Como te imaginarás, muchos americanos están realmente asustados. Se están dando cuenta de que tenemos un problema, de que el mundo tiene un problema, pero ahora además se han dado cuenta de que nuestro país está roto. Se han expuesto las cosas feas y creo que es nuestra responsabilidad dar voz a las personas que quieren cambiar las cosas como Biden. El nuevo presidente ha aceptado que tenemos problemas y quiere solucionarlos.
En el caso de la política, ¿crees que los músicos tenéis un compromiso en este sentido?
Yo voy a seguir sintiéndome fiel a mi misma. No quiero ser política, la verdad, pero este año me he visto involucrada por primera vez en lo que sucedía en el país. Creo que es importante levantarnos por lo que creemos.
¿No crees que sois un altavoz para las ideas y el cambio?
Bueno, es cierto que la música tiene un poder increíble. Más que nada, la música une a las personas y a los sentimientos. Es un motor de cambio, definitivamente.
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