Un vistazo al catálogo actual de Warp ayuda a deshacernos de la idea de que la globalización es sólo cuestión de McDonald´s y H&M: Maxïmo Park y !!! son la leche y nos hacen bailar pero es innegable que la marca por excelencia del bleep, la intelligent dance music y el crujido digital ha hecho una excelente jugada comercial arrimándose a las guitarras que más queman (y también a las que no: ahí están Battles y un disco de Tortoise, “Standards”, aunque no logro imaginarme ninguno de sus temas sonando tan repetidamente como el apabullante “Apply Some Pressure”). Y es cierto que el prestigio de la casa permanece intocable cada vez que Aphex Twin y Autechre deciden conjurar aritmética y emoción, como también lo es que los alumnos más aventajados (Boards Of Canada, Squarepusher, Broadcast) tienen la lección bien aprendida. De los novísimos, es el loco de Jackson & His Computer Band el que últimamente nos ha hecho sonreír ante lo que queda del tecno triturado.
"Cuando entro a grabar no dejo que ningún aspecto exterior del mundo joda lo que estoy haciendo" |
Lo que acaba de confundir los colores del mapa genético del sello sería su apertura, por un lado, al hip hop, siempre según los parámetros warpianos (Prefuse 73, Beans, Anti Pop Consortium), y, por otro, a una suerte de búsqueda de raíces en lo más profundo de la música negra realizada por enciclopedistas como Jamie Lidell y George Evelyn, alias Nightmares On Wax. En común tienen, desde luego, una visión del asunto que pasa necesariamente por divertirse. “No te podría decir nada de esa época, del principio de Warp y de la escena electrónica. Sólo que no existía una escena como tal, como la que pudo tener alrededor un grupo como Blur. Era más bien ´estar en el sitio adecuado en el momento exacto´, cada uno haciendo diferentes cosas, que luego se han ido volviendo más y más viejas... Lo que si te confirmo es que el último disco editado por Warp que escuché a conciencia fue el de Jamie Lidell. Tiene un talento increíble y me fijo mucho en lo que está haciendo. Es normal que tengamos muchos puntos en común, hemos crecido con lo mismo. Todo es soul, funk y reggae añejo… Espero que algún día podamos hacer algo juntos”, dice desde el otro lado del teléfono. “In A Space Outta Sound” no es que sea muy diferente a lo que Evelyn viene haciendo desde hace la friolera de dieciséis años (su single “Dextrous” fue la segunda referencia de Warp, fechada en diciembre de 1989, aun en los huesos), y ya en temas como “Aftermath” o “Playtime”, de “A Word Of Science” (1991), se adivina el camino que tomaría en el futuro el entonces dúo (junto a Kevin Harper), hasta llegar a un presente que le aproxima sin temor al Café del Mar. Incluso físicamente, ya que Evelyn se acaba de mudar a Ibiza. La buena noticia es que “In A Space Outta Sound” está en las antípodas de querer actualizar viejas sonoridades ni sobrevivir a ninguna etiqueta, suena más orgánico que electrónico, “más profundo, más hondo”, como dice el propio Evelyn, aunque los ingredientes sean los mismos. Su libro de recetas pasa necesariamente por entender a De La Soul como el equivalente de John Coltrane en el rap. “El hip hop es la música contemporánea que más me influye. Una parte muy importante de mi música es hip hop porque así es como comencé a hacer música y como me he educado, haciendo breakdance, sampling… Pero en general estoy influido por muchos otros músicos, viejos y contemporáneos, por lo que no puedo separar a cada uno del todo. Se trata del conjunto. Mis primeros discos están compuestos por retales de diferentes géneros, y ahora, en 2006, he tenido tiempo de mirar hacia atrás y reflexionar. Es algo que hacen muchos músicos y que en mi caso me ha obligado a ir lo básico, a buscar el origen de mi música. Es… ¿cómo decirlo? Como si siempre aprendieras de la música que estás haciendo, lo que te puede llevar a miles de kilómetros de donde estabas antes o bien devolverte al principio, para aplicar todo lo aprendido durante el proceso”. Esta mayor “profundidad” en su sonido permite a Evelyn hacer otro tipo de cosas en directo “que antes no tenía en cuenta, cuando me limitaba a hacer de Dj”. En esto algo tienen que ver sus acompañantes, la Iration Steppas Sound System, un colectivo de Leeds que se sitúa en la vanguardia del dub y se define como guerreros espirituales, que ayudan a Evelyn a trasladar al directo el espíritu vitalista del disco. “El disco es positivo porque refleja el ambiente en el estudio. Cuando entro a grabar dejo toda la negatividad fuera, no dejo que ningún aspecto exterior del mundo joda lo que estoy haciendo. El mundo ya tiene demasiadas cosas malas y yo no tengo porque quedarme con ellas. No quiero que nada que no sea bueno entre en lo que estoy haciendo, y si eso ocurre, el flujo natural de mi música ya se encarga de hacer que salga hacia fuera”.
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