No es nada agradable para un compositor no poder ni agarrar el instrumento con el que compone…pero eso fue precisamente lo que le sucedió a Jenn Wasner -mitad del grupo que completa Andy Stack-, con la guitarra, tras la agotadora gira de su celebrado “Civilian”. Tras un tiempo de absoluto bloqueo y mucha reflexión, Jenn enfocó el problema como una oportunidad para buscar nuevos caminos. ¿Resultado? Una celebración del misterioso proceso creativo y pilas bien cargadas. Ella misma nos lo explica por correo electrónico.
Acabáis de iniciar vuestra gira europea. ¿Qué tal marcha?
¡Las cosas están yendo bien! Los nuevos temas han sido un verdadero reto, pero hemos llegado a un punto en el que estamos cómodos con ellos y todavía emocionados por tocarlos en directo cada noche.
¿Es más complicado tocar en directo las nuevas canciones?
Tocamos la mayor parte del nuevo álbum, pero una gran parte del set todavía se compone de material más viejo. Y sí, interpretar las nuevas canciones en directo es un reto, pero están funcionando mucho mejor de lo que había pensado. Yo estoy alternando bajo, teclados y guitarra según lo requiera cada canción, lo que para mí es muy divertido.
El disco ha recibido buenas críticas, pese a ser muy diferente de los anteriores, en cuanto a los arreglos y las texturas. Muchos de vuestros fans lo han recibido con entusiasmo y habéis ganado nuevo público. ¿Por qué creéis que ha sucedido esto?
No podría estar más orgullosa del álbum. Siempre me alegra oír que la gente lo está disfrutando. No estaba tan nerviosa ante las reacciones como podrías pensar…Tenía mucha fe en que si nos limitábamos a hacer lo que sentíamos que había que hacer, el resultado sería el mejor disco posible. Por encima de todo, pienso que la gente que ha conectado con nuestra música en el pasado ha conectado con las nuevas canciones por sí mismas, así que estaba menos preocupada sobre posibles reacciones a cualquier cambio estético superficial. Tenía confianza plena porque sabía que, en lo esencial, estábamos haciendo lo mismo de siempre.
Cambiasteis la manera de componer y trabajar después de una gira muy larga. Hay quien ve estas canciones como una evolución, y quien piensa que son una ruptura. ¿Buscabais un cambio deliberado?
Necesitábamos un cambio por muchísimas razones. Por encima de todo, me apetecía la idea de retarme a mí misma a escribir, arreglar y grabar de una manera completamente distinta a como lo había hecho. Pero también pienso que había acumulado un montón de energía negativa asociada a la guitarra -los años que pasamos de gira con “Civilian” fueron muy difíciles por bastantes razones-. La guitarra se había convertido en un “obstáculo”, así que ni siquiera habría sido posible escribir canciones de la manera en que lo había hecho. En ese sentido, no fue tanto una elección, como la necesidad de redescubrir mi capacidad para escribir canciones de nuevo.
¿Cuál ha sido el papel del productor e ingeniero de sonido Nicolas Vernhes (Animal Collective, Deerhunter) en el resultado final?
Siendo una banda de dos personas, no hay manera de sobreestimar la importancia de tener a alguien cuya opinión sobre las decisiones creativas respetas. Es muy complicado tener perspectiva sobre cómo suena algo si has estado mucho tiempo con ello. Pero por difícil que sea, trabajar en el estudio dando vida a las canciones es mi parte favorita de todo el proceso.
Musicalmente, ¿habéis buscado inspiración en los años 80? Lo digo porque hay bastantes bandas que están haciendo esto, en cuanto al uso de sintetizadores o determinados arreglos.
Escribir canciones es un proceso tan extraño e intuitivo que es difícil que te concentres en cosas específicas cuando estás dentro. Yo tiendo a gravitar hacia sonidos que me digan cosas y no preocuparme demasiado sobre con qué se pueden asociar.
Siendo un trabajo fundamentalmente luminoso, ¿cuál es el hilo conductor de las letras?
Este disco se hizo realidad tras un largo proceso de sequía creativa. Así que en gran medida es sobre el proceso interno, profundamente personal, de averiguar cómo volver a crear de nuevo. Componer es una acción de intensa vulnerabilidad y requiere una tremenda cantidad de amor propio, confianza y valentía. Ser capaz de encontrar las canciones de nuevo ha sido un gran alivio y me ha traído mucha alegría. Así que pienso que el sonido del disco refleja mucha de esa celebración y esa paz.
La portada de “Shriek” (“Chillido”) es simple pero bastante extraña, inquietante. ¿De dónde sacasteis la idea?
Es un dibujo inspirado por una fotografía de Andy (Stack) cuando era niño. Me encanta porque a primera vista parece horrible y extraño, pero si lo examinas con un poco de detenimiento, te das cuenta de que es simplemente una expresión infantil tonta. La ambigüedad de la imagen me encajaba muy bien con el título y el tono del disco.
Vuestra popularidad aumentó mucho con la inclusión de una canción de “Civilian” en un tráiler de la serie “The Walking Dead”: ¿Creéis que, en un momento en que se venden pocos discos, es una buena salida para grupos como el vuestro?
Son tiempos duros para intentar vivir de la música grabada. La industria está muy volcada en las giras excesivas y constantes. Para alguna gente -aquellos para los que actuar en directo es una parte vital de su proceso creativo-, esto funciona. Para los demás, no tanto. Sinceramente, preferiría pasar la mayoría del tiempo componiendo y haciendo discos, y menos “entreteniendo”. Creo que, finalmente, así es cómo serán las cosas para nosotros, incluso si esto significa que tenemos que buscar otras maneras de ganar dinero. Estoy segura de que no soy la única artista que piensa así, y es una pena, pero así es la vida, ¿no?
He disfrutado mucho de los vídeos que habéis hecho para los singles “Glory” y “The Tower”. Me da toda la impresión de que los vídeos son importantes para vosotros.
Mis experiencias predilectas haciendo vídeos han venido cuando hemos tenido la oportunidad, el lujo, de encontrar gente con mucho talento y les hemos dejado hacer lo que han querido. Esto ciertamente se puede aplicar a estos dos casos. No soy una persona muy inclinada hacia lo visual -al menos, no es uno de mis puntos fuertes-, así que me siento muy afortunada de haber trabajado con estos increíbles artistas (¡y amigos!) haciendo realidad estos vídeos.
Tocasteis en El Sol (Madrid) hace tres años y volvéis ahora en septiembre. ¿Qué recuerdas de aquel concierto?
¡Lo pasamos en grande! Tengo muchas ganas de volver. Con un poco de suerte, podremos quedarnos un poco más de tiempo esta vez.
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