Una mano negra que parecía dispuesta a hacerles torcer el rumbo a toda costa, pero que contra todo pronóstico no ha impedido que la música del conjunto de Las Vegas prevalezca frente a los más angostos obstáculos, logrando así que, cual ave fénix, el punk pesado y emotivo pueda resurgir de sus propias cenizas.
Hace escasos meses la banda nos entregaba una versión 2.0 de su “Out Of The Shadows” (23), el disco con el que el quinteto se presentaba en sociedad tras la pandemia y con refuerzos en su alineación. El elepé, además de incluir en su contenido nuevas piezas con las que expandir el aura de su regreso, también nos demuestra el ilusionante tono con el que la formación abraza su nueva etapa. Una que deberíamos haber disfrutado en directo, pero que por desgracia no haremos porque sus conciertos en Madrid y Barcelona han sido cancelados. Eso no ha impedido que hayamos podido charlar con su bajista, Erik Jensen.
Hace poco habéis expandido el contenido de vuestro último disco, “Out Of The Shadows”, con material adicional en una versión 2.0 del mismo. ¿Estas canciones nuevas se originaron en las mismas sesiones que los temas del álbum original?
Sí y no. Hay muchas canciones que surgieron de la primera sesión de escritura y composición, pero que por diversas razones no pasaron el corte de la primera criba y tuvimos que desecharlas. Las considerábamos muy buenas canciones, como la homónima “Out Of The Shadows” o “Weight Of The World”, que llevaban escritas desde hacía muchísimo tiempo, pero simplemente no las veíamos listas del todo para terminar perteneciendo al disco y creímos conveniente que se merecían un lugar más adecuado y digno en un trabajo futuro.
"Nos salieron tantos temas nuevos que el sello nos dijo que los guardásemos para un nuevo disco, pero les dijimos que no"
O sea, que las hicisteis ya con la intención de incluirlas en una expansión futura del disco original, ¿no?
No, no teníamos en absoluto en mente terminar haciendo esto, simplemente las pusimos en barbecho. Fueron las gentes de Big Noise quienes meses después de la publicación de “Out Of The Shadows” nos propusieron hacer una versión extendida del disco. Volvimos a llamar a nuestro productor, John Feldmann, para terminar de grabar esas canciones que te mencionaba y disponerlas en una versión deluxe del disco. Pero lo que en un principio iba a ser una simple sesión de grabación en el estudio terminó convirtiéndose en una nueva sesión de composición de temas nuevos. Acabamos todos juntos escribiendo canciones como “Feral”, “Unsatisfied” o “Bloodline” y yo contribuí individualmente con las letras de “Half Bleed” y “Dearly Departed”. Nos salieron tantos temas nuevos que el sello nos dijo que los guardásemos para un nuevo disco, pero les dijimos que no, que estas canciones pertenecían a esta etapa artística en la que nos encontrábamos y que debían de publicarse bajo la etiqueta de “Out Of The Shadows”. Para nosotros no tenía sentido insertarlas en un futuro disco.
Ahora que mencionas “Dearly Departed”, vuestra canción con Bert McCracken, es obvio que la banda ha experimentado un aperturismo claro en los últimos años. Desde hará un par de álbumes vemos que las colaboraciones son ya una parte habitual en vuestros trabajos.
La verdad es que no hemos encontrado más que satisfacción y disfrute en comenzar a trabajar de la manera que mencionas. A fin de cuentas, hagamos la música que hagamos, ante todo somos mentes creativas que buscan alimentarse de nuevos y excitantes puntos de vista, y eso desde luego solo lo puedes conseguir abriendo la mente y acercándote a otras figuras creativas que tienen mucho que aportar. Especialmente si la gente con la que colaboras, como ha sido nuestro caso, es tan talentosa. Como Lindsey Stirling, ¿no? Quién iba a imaginarse que esta fantástica violinista iba a terminar accediendo a hacer una canción metalera con nosotros, es de locos. Este tipo de cosas sin duda hacen que tu trabajo trascienda.
¿Incluso en canciones donde directamente la voz cantante la llevan otros?
Lo dices por “Cheers To Goodbye”, ¿no? Desde luego aquello fue bastante chocante al principio. Fue la primera vez que la banda depuso todo el protagonismo de una canción en un artista externo, como fue el caso de Spencer Charnas, pero francamente, quedamos tan maravillados con lo que había conseguido que no pudimos ponerle ningún pero al resultado. Al principio Craig se mostró algo reticente de sacar un tema completo en el que su voz no estuviera casi presente, pero rápidamente nos dimos cuenta todos de que, aun así, la canción tenía el ADN de Escape The Fate.
Hablando de terceras personas, repetís en la producción con John Feldmann, quien a lo tonto ha estado involucrado casi en todos los discos más trascendentales para la banda.
Desde luego, lo nuestro con él ya viene de largo. Todo empezó con su participación en “This War Is Ours”, que de algún modo supuso el pistoletazo de salida hacia el verdadero sonido de Escape The Fate y el comienzo de su etapa más consolidada. Ha estado presente en algunos de nuestros mejores golpes, como “One For The Money”, que hasta ahora es uno de nuestros temas más queridos. Repetimos con él en “Chemical Warfare” y hemos querido tenerle presente en todo el proceso de “Out Of The Shadows” porque, definitivamente, sus ideas juegan un papel destacado en quiénes somos como banda. Nos ayuda a mantener ciertos estándares y a que todo lo que hagamos garantice un nivel de calidad concreto. Craig y él, además, tienen muy buen rollo, son ya muchos años trabajando juntos, y claro, eso en el estudio siempre marca la diferencia.
Sobre el disco, y más concretamente su título, se ha dicho que su temática emana directamente de la pandemia, o mejor dicho, de cómo os sentisteis tras el fin de la misma.
Así es. Es un disco absolutamente pandémico, no hay duda. Realmente no hacemos alusión directa a nada de lo que sucedió durante aquellos días, no al menos de forma literal, pero es evidente que es un trabajo que se apoya en los pensamientos que se nos cruzaron durante los días más duros del COVID y que también reflexiona sobre cómo nos sentimos cuando todo acabó. Más allá de lo que en sí supuso el encierro y los cambios en nuestra vida social que todos experimentamos, fue una época en la que algunos de nosotros luchamos contra nuestros demonios más internos y personales. Como ya sabéis, fue la época en la que Craig decidió dejar el alcohol, al igual que yo. La banda, además, experimentó cambios muy grandes en la formación, lo cual, hasta que todo se hubo asentado, fue también un periodo de inestabilidad muy duro para nosotros. Pero la moraleja de todo esto, y que el disco recoge tan bien, es que al final de las sombras siempre hay luz y por eso ahora nos sentimos fuera de ellas. Estamos más felices que nunca y este disco es la prueba de ello.
Mencionabas el cambio en vuestra formación, que es sin duda uno de los principales diferenciadores con respecto a la banda original. Junto con Matti [Hoffman] eres el miembro más reciente en entrar a formar parte de Escape The Fate, ¿cómo has vivido esta transición?
Lo cierto es que llevo tocando con la banda desde 2017, aunque no de forma oficial. Conocía a los chicos desde hacía mucho tiempo. De hecho, antes de empezar a tocar aquí tenía otro proyecto con Craig llamado The Dead Rabbits. La cosa con esta banda no tiraba demasiado bien, apenas nos salían bolos y no girábamos mucho, así que cuando el anterior bajista de Escape The Fate no pudo irse con ellos de gira en un momento dado, me lo propusieron a mí y ahí comenzó todo. En ese sentido, siento un gran orgullo de lo que he podido aportar al proyecto. Este es el primer trabajo en larga duración en el que contribuyo de forma activa y, sinceramente, creo que el hecho de haber sido fan de la banda desde hace tanto tiempo me ha permitido conectar de forma inmediata con su tónica.
"Sin duda estamos en el camino de lograr nuestra mejor versión y la clave para ello reside en lo que ha aportado esta nueva formación"
Y en concreto, ¿qué sientes que has podido aportar sumándote al proyecto?
Lo más significativo que mi participación en la banda ha traído es la actualización en sonidos que el proyecto ha experimentado en los últimos años. La primera vez que comencé a tocar con ellos traje conmigo toda clase de cachivaches tecnológicos y, teniendo en cuenta que antes de eso la banda era mucho más analógica, me gusta pensar que este cambio de sentido en el sonido es cosa mía. Desde el principio sabía que podía aportar algo para lograr hacer que esta banda fuera incluso aún más grande y Robert, TJ y Craig me recibieron a mí y a mis ideas con los brazos bien abiertos desde el mismísimo primer día.
No sé si será casual, pero desde que Escape The Fate cuenta con miembros nuevos también os vemos sonando mucho más guitarreros.
Bueno, no me gusta colgarme galones de más, pero creo que mi humilde contribución también ha tenido que ver en eso. Nunca quise focalizarme en exceso en que la banda sonara estrictamente metalera, pero sí quise que comenzara a virar más hacia ciertos derroteros enfocados en la música de guitarra. No quería que las partes de guitarra fuesen un simple acompañamiento de las voces o que únicamente gozasen de un papel relevante en un determinado solo para después volver a estar escondidas detrás de las letras. Quería que las guitarras fuesen un elemento presente y relevante en todos los temas, no porque no me gusten las partes cantadas, sino porque quería volver a poner a la banda en el espectro musical al que para mí siempre había pertenecido. Escape The Fate no es una banda de pop cuya relevancia reside únicamente en su front-man, como sucede en tantos otros proyectos. Lo que nos hace grandes son las guitarras rasgadas y los dobles bombos salvajes, así que estos elementos tenían que volver a ponerse al frente.
¿Dirías que la banda ha alcanzado así su versión definitiva?
Sin duda estamos en el camino de lograr nuestra mejor versión y la clave para ello reside en lo que ha aportado esta nueva formación. Creo que el proyecto ahora ha logrado entender que lo que debemos hacer para sonar bien es no quedarnos quietos ni ponerle límites a nuestras ideas. No buscamos sonar de una determinada manera o con un único género en mente, y eso es lo que hace que sonemos tan bien. Respecto a eso, no tenemos reglas ni la necesidad de empezar a tenerlas.
Escape The Fate cumplirán veinte años juntos en 2024. Sin embargo, muchas cosas han cambiado en la formación desde entonces. ¿Qué elementos crees que todavía quedan vivos de aquellos días?
Lo que nos queda de aquellos días no es otra cosa que la pureza de querer dedicarnos a esto y compartir nuestro arte con la gente. La banda sigue disfrutando del calor del público y de la pasión de tocar en directo como el primer día. Adoramos la música por encima de todo. Pero sin duda lo que nos mantiene en sintonía y nos convence de que la banda es única es el hecho de tener con nosotros un vocalista tan especial como Craig. Craig es puro rock y una voz como la suya no se puede escuchar en ninguna otra banda así como así. A pesar de todos los cambios que ha habido en la formación a lo largo de estos años, él es Escape The Fate y mientras esté con nosotros, la banda seguirá manteniendo su espíritu.
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