“Estamos muy entusiasmados por llegar, poner nuestros pies allí y hacer ¡cinco! shows. La última vez que fuimos hicimos tres y además tenemos el bonus track de que vamos a Sevilla a la celebración de los Latin Grammy, ya que estamos nominados. Con muchas ganas de que sea un hermoso desembarco en ciudades que iremos por primera vez”, dice sin disimular la emoción la cantante y guitarrista Lula Bertoldi.
“Somos como un robot de cocina en el que entran las influencias y salen con el sonido Eruca"
La banda recorrerá su vasta discografía, al tiempo que presentará “Dopelganga”, su último disco de versiones de artistas dispares (Caifanes, Silvio Rodríguez, Soda Stereo, Hilda Lizarazu, Luis Alberto Spinetta) pero todos con fuerte influencia en el trío. Comenta Bertoldi que “somos como un robot de cocina en el que entran las influencias y salen con el sonido Eruca. Nos gusta plasmar nuestro ADN en canciones de otros. Es algo que traigo desde el pasado, en mi adolescencia tenía una banda en la que estábamos obsesionados con Héroes del Silencio, tocábamos entero “Avalancha””.
Gracias a este enfoque de convertir canciones ajenas en propias es que “Dopelganga” tiene una coherencia sonora muy lograda, incluso es destacable su producción cruda, una vuelta al sonido rústico del grupo, diferenciándose de otros discos como el último “Seremos Primavera”. “Aquel fue un disco más experimental, más de laboratorio y ahora sentimos que esto debía ser diferente: necesitábamos encontrarnos así, en caliente, en crudo, tocando en vivo en el estudio, de hecho, así fue grabado. Lo que se escucha son las tomas completas de cada uno. Eso genera otro tipo de emoción, como de una zapada grabada en buenas condiciones”. Este regreso al sonido básico de la banda y los inspirados pasajes de “Dopelganga” –interpretados con admirable solvencia rockera– ponen la duda una vez más sobre el eterno latiguillo que pregunta si el rock está muerto. Bertoldi tiene un interesante punto de vista al respecto. “Bueno, siempre, todas las décadas el rock está muerto. Yo siento que el rock no es lo que está de moda y eso es algo positivo, puede sonar raro esto que digo, pero el rock cuando no está en el mainstream es porque está diciendo cosas muy crudas, muy reales, muy honestas. Está siendo revolucionario de alguna forma. Me parece importante que el rock se mantenga con esa filosofía, con ese corazón de rebeldía. Que no esté en las primeras líneas de los medios o en los charts no significa que no esté vivo, totalmente lo contrario”.
Aún abrazando ese sonido a los márgenes del éxito, el crecimiento del grupo sigue siendo exponencial, de hecho, al margen de nominaciones a premios y de las giras internacionales, en Buenos Aires darán en diciembre su show más grande en el Arena de Buenos Aires, con capacidad para quince mil personas. “No sentimos ninguna responsabilidad extra por nuestro crecimiento. Solo tenemos la responsabilidad de hacer lo que nos gusta. Debemos simplemente ser fieles a lo que sentimos, lo cual es increíble porque no depende de ninguna moda ni nada. La gente le pone un valor a lo que hacemos porque siente que es honesto”.
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