A pesar de la ola de frío que amenaza con paralizar el corazón de Francia, Warren Ellis, desde su casa a pocos kilómetros de París, irradia calor al otro lado del teléfono. Devora unas palabras que sólo pierden velocidad cuando intercala a traición alguna que otra melodía al piano, convertida en extensión de sus pensamientos.
"Si a un cowboy le quitas su traje y le pones uno de astronauta se convierte en ciencia ficción" |
Y es evidente que se encuentra entusiasmado por la publicación de la banda sonora de “The Assassination Of Jesse James By The Coward Robert Ford”. “¿Si me gusta el filme? Sí, claro… ¿Y a ti?”. Le digo que se trata de un extraño western, en parte por su tempo narcótico, y nos enfrascamos en una discusión sobre los límites del género. El entrevistador entrevistado. “¿Qué es para ti un western?”. El espacio que cabe entre Sergio Leone y John Ford, supongo… “Bueno, Sergio Leone era una especie de broma hasta que a alguien le dio por reivindicarle como referencia. John Ford sí que encaja más dentro de lo que yo puedo entender como un estándar. Pero si te paras a pensar los westerns de Ford y John Wayne no tenían ninguna temática específica. Ahí dentro cabían los dramas, romances, aventuras… Al emplazar ‘Los siete samuráis’ de Kurosawa en el Oeste, tenías ‘Los siete magníficos’. Si a un cowboy le quitas su traje y le pones uno de astronauta se convierte en ciencia ficción. Por eso yo creo que en el western cabe todo. Y también en sus bandas sonoras”. Eso es algo que queda claro en la segunda colaboración entre Ellis y Nick Cave para la gran pantalla. Muy al contrario de lo que ocurría con la banda sonora de “The Proposition”, en esta ocasión apenas encontraremos rastros del blues y el country que palpitaba en aquellas piezas. Sorprendentemente, Cave y Ellis han vestido de romántico europeísmo las imágenes de “The Assassination Of Jesse James…”, tanto en las piezas más desnudas y descarnadas como en aquellas otras que han sido orquestadas a posteriori por Matt Dukley. “La influencia del blues y el country en la carrera de Nick es evidente, pero en mi caso siempre me han interesado más Igor Stravinsky, Alice Contraine y Miles Davis, y eso se nota en los discos de Dirty Three. En este caso Andrew (Dominik, el director del filme) nos dio unas referencias muy claras de por dónde quería que tirásemos. Andrew siempre ha tenido la última palabra”. No puedo evitar esbozar una media sonrisa cuando pienso en Cave y Ellis frente a los trajeados de Hollywood echando por tierra su trabajo. “Una y otra vez repetían ‘esto no es bueno. Seguid trabajando’. Y nosotros pensábamos ‘¡Qué cojones! Si esto ya está acabado…’. Fue un shock para nosotros, acostumbrados a hacer siempre lo que nos viene en gana. Pero, ¿sabes?, tenían razón. Y al final las canciones terminaron siendo mejores”.
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