-Sois un grupo en constante evolución. Siempre habéis ofrecido gran cantidad de elementos electrónicos en vuestra música, pero con el paso del tiempo habéis ido derivando hacia un universo electrónico más puro, plasmado en "Russula Gauma". Apenas quedan resquicios de ese sonido más pop rock de vuestros inicios. ¿Ya no hay vuelta atrás?
La electrónica ha supuesto en los últimos años una vía de experimentación sonora para abrir nuevos caminos creativos. De este modo, el estilo siempre es un resultado, no una meta prefigurada. “Russula Gauma” es el resultado de esa búsqueda por renovar el lenguaje que construye nuestras canciones y la electrónica ha supuesto la herramienta. Además, los sintetizadores ofrecen la posibilidad de que cada canción suponga un universo sonoro particular, aunque haya relación entre todas ellas.
En este sentido, una “vuelta atrás” es algo que no nos planteamos dado nuestro carácter “evolutivo”, aunque de momento tampoco sabemos hacia dónde se dirigirán las nuevas composiciones; toda búsqueda supone una gestión creativa de la incertidumbre.
De todos modos, y en relación a las herramientas electrónicas, creo que como grupo conservamos ese espíritu eléctrico, aunque en estos momentos se manifiesta de forma más evidente en la manera en la que adaptamos y tocamos en directo temas muy electrónicos.
-¿Qué artistas os influyen últimamente, qué referentes sonoros manejáis?
La cuestión de los referentes siempre es compleja. Creo que hay artistas que pueden ser una influencia pero quizá esta no se traduce o se percibe de forma directa en las canciones que hacemos. Siempre nos han sorprendido los referentes con los que nos identificaban porque en muchas ocasiones no nos reconocíamos en ellos.
De todos modos, artistas que han podido estar presentes de manera más evidente son HVOB, Jon Hopkins, Easter, HAAi, Saschienne, Oliver Schories, Rival Consoles... pero en el fondo todo lo que escuchamos nos influye, y la paleta es muy amplia, desde bandas “rock” como Low hasta la música experimental más ruidista.
-Resulta curioso el título del EP. ¿Qué significado tiene, de dónde proviene?
La mayoría de las canciones de este EP están cantadas en un lenguaje inventado y sin significado, aproximándolo al concepto de glosolalia. Históricamente la glosolalia ha estado relacionada con ciertas prácticas religiosas, pero el arte de vanguardia del siglo XX también hizo uso de ella, como en el caso del músico y escritor Hugo Ball, que creó el poema dadaísta Karawane con palabras inventadas que no remitían a ningún significado, resaltando así el potencial estrictamente sonoro de la voz. El título del EP está compuesto por dos palabras no consecutivas de este poema, escogidas y unidas entre sí únicamente por su relación sonora: “russula” y “gauma”.
Más allá de la vocación provocadora del dadaísmo, nuestra intención es abrir el campo del significado al margen de discursos convencionales que se empeñan en explicar(nos) las complejidades de nuestro tiempo.
-Escuchando las nuevas canciones se percibe una extraña quietud y luminosidad, en ocasiones rozando lo siniestro. ¿Intentáis transmitir parte de vuestra espiritualidad, vuestros propios fantasmas interiores?
Es interesante la manera en como lo defines, sobre todo porque parece aparentemente contradictoria, al usar términos como “luminosidad” y “siniestro”. La música puede llegar a conjugar al mismo tiempo sentimientos o aspectos aparentemente contradictorios. Aquí es donde se evidencia el límite del lenguaje, un límite que explica precisamente por qué existe el arte; y es aquí donde podría entrar esa idea de “espiritualidad” que mencionas, pero que yo sólo la entiendo de forma estética. En este sentido, lo “extraño” o “la quietud” también parecen pertenecer a los márgenes sobre cómo experimentamos cotidianamente el mundo, y la música, el arte, pueden llevarte a vivirlo de un modo distinto; un modo que, sin embargo, muchos pueden reconocerlo incluso como más “real”.
““Russula Gauma” es el resultado de esa búsqueda por renovar el lenguaje que construye nuestras canciones y la electrónica ha supuesto la herramienta”
Respecto a tu pregunta, creo que hay algo de lo propio que siempre se transmite, pero en nuestro caso la música no es una representación de vivencias personales, sino que éstas fundamentalmente suponen el motor creativo de un hacer en el que buscas crear un espacio lo suficientemente abierto para que los demás se sientan concitados. Es decir, a mí no me interesan las vivencias personales de otros músicos, sino cómo las usan para que yo pueda sentir una identificación que es estética, más allá de nuestras diferencias. Lo importante cuando compones no es qué te sucede, sino cómo haces con eso que te sucede para que otro encuentre el espacio necesario y poder “entrar”.
-Llama mucho la atención que, excepto la de “Vortex”, que es en castellano, las letras son cantadas en ese idioma abstracto, totalmente inventado. ¿Actualmente le dais más importancia a la música que al mensaje?
Le damos más importancia al mensaje que la música transmite en si misma. Esto se relaciona con las anteriores respuestas: la experiencia total de la música no se completa con un mensaje digamos “narrativo”. Por ejemplo, yo escuchaba de niño música en inglés y para mí era una experiencia total. De hecho, esas voces cuyo mensaje no “entendía” me transmitían muchas cosas sencillamente por cómo sonaban en sí mismas; cosas en ocasiones más interesantes que cuando de mayor las traduje para poder “entenderlas”.
-Habéis incluido varios samples de voces ajenas. ¿Qué creéis que aportan al resultado final?
Además del uso de la glosolalia, mi voz ha sido muy procesada para resaltar aún más el carácter sonoro y no “informativo” de la misma. Es una estrategia que se añade a lo anteriormente explicado, y el uso de los samples de otras voces va en una misma dirección: en ocasiones funcionan como arreglos instrumentales, otras veces su funcionamiento es más conceptual, y en otras se superponen voces diferentes para formar lo que podría ser la “voz principal” de la canción. La voz siempre ha sido un elemento fundamental de reconocimiento de algunos grupos, pero me gusta esta especie de disolución musical del “yo” que se puede conseguir mediante estas técnicas.
-La imagen del grupo es un aspecto que cuidáis mucho. Eso incluye las fotografías promocionales y los videoclips que realiza Ainara Ipiña. Precisamente, viendo el vídeo de NEUMA, también se aprecia un cambio de dirección. Vídeos anteriores como el de “Rising” o el de “Battleground” quizás contaban historias más concretas o de interpretación más directa, mientras que el de NEUMA bebe más de lo abstracto y surreal. Imagino que será algo deliberado y que forma parte de la evolución que señalaba anteriormente.
Ainara ha trabajado con nosotros desde el principio y resulta interesante ver cómo hemos evolucionado en paralelo a lo largo de estos años, de forma independiente pero entrecruzada por el grupo. Como creadora siempre ha tenido una sensibilidad especial ante el mundo, pero la ha desarrollado formalmente de maneras distintas, descubriendo que la investigación sonora y visual en ocasiones coincidían. Quizá con “Russula Gauma” hemos llegado a un punto de gran entendimiento precisamente en esta apertura a la abstracción y a un alejamiento de formas más convencionales; en lo referente al vídeo, un guión sólo está como punto de partida para tomar grabaciones o seleccionar imágenes. Después, la construcción del lenguaje fílmico está abierto a sucesos que maravillosa e inesperadamente ocurren durante el montaje, como ha pasado durante la realización de “Reverie”, el último videoclip que ha hecho para nosotros.
-“Russula Gauma” sólo podrá ser escuchado en formato digital, nada de vinilo ni CD. ¿Pensáis que el formato físico se encuentra obsoleto y al borde de la desaparición, o la decisión obedece a otros motivos?
En nuestro primer EP, Runaways (2016), le dimos especial importancia al aspecto material del diseño, precisamente por revalorizarlo frente a la digitalización progresiva de la música. Ainara llevó a cabo un diseño manufacturado y todas las copias tuvimos que montarlas una por una.
Efectivamente la pandemia ha generado en este momento una saturación del mercado del vinilo, con tiempos de espera inabordables, y aunque se habla sobre la vuelta del CD sobre todo en algunos sellos underground de hardcore, para “Russula Gauma” hemos aprovechado las ventajas de las redes y el mundo digital de manera que el artwork realizado por Estudio Ainara Ipiña no está sólo conformado por la portada del disco, sino por varias piezas, incluso audiovisuales, que tienen como motivo principal la portada, pero que se despliegan a través de los distintos soportes digitales. Por eso nos gusta pensar en la idea de un “soporte expandido”.
-Recuerdo con agrado la actuación que ofrecisteis en el BIME hace unos años, mezclando con elegancia electricidad y electrónica. Supongo que vuestro actual directo, con ciertas similitudes, tendrá un enfoque distinto al de aquella ocasión. Creo que José Lastra se mantiene como técnico de directo, pero se me presentan varias incógnitas. ¿Seréis un dúo, un trío...? ¿Usaréis instrumentos analógicos? ¿Qué nos podéis adelantar?
Sí, José Lastra ha sido nuestro técnico de sonido desde el comienzo, pero además nos ayuda mucho junto a Txufo Wilson (que nos acompaña en directo como instrumentista) en una parte fundamental que es trasladar o adaptar las canciones del disco a directo. Aunque las bases de los nuevos temas sean electrónicas Deibol seguirá tocando batería natural en directo, lo que hace que el carácter de las canciones sea diferente a como suenan en el disco, a veces incluso alterando la estructura original de las mismas, o incluyendo nuevos arreglos e incluso instrumentos que no figuran en el disco. En este sentido, preparar el directo ha sido un proceso muy interesante, es como si nos versionáramos a nosotros mismos. Lo que sí pretendemos con la adaptación de los nuevos temas a directo es tener una experiencia más directa y gestual con los arreglos electrónicos al tocarlos nosotros mismos, y no mediante tantas secuencias programadas. De este modo llegas a lo esencial de cada canción, por un lado, y por otro, le das cierta organicidad a la electrónica.
-La presentación oficial del nuevo trabajo será el próximo 5 de Abril en el Kafe Antzokia de Bilbao ¿Tenéis previstas más fechas, tal vez una gira?
Cada vez hay más grupos y tocar se vuelve más complicado. Como sabemos, la pandemia ha complicado más el asunto, y no es que seamos un fenómeno de masas precisamente... Además, en ocasiones las instituciones que ofrecen ayudas para poder girar tienen más interés en su propia reputación que en los artistas que, por no tener un lenguaje totalmente inserto en las lógicas de mercado y sus modas, más lo necesitan. De este modo, vemos bandas que ya disponen de medios y reconocimiento suficiente como para para realizar giras postulando y ganando concursos para tocar aún más conciertos... De todos modos, no podemos quejarnos de las plazas en las que hemos tocado, recientemente en el Mad Cool por ejemplo; también es cierto que evaluamos mucho los pros y los contras a la hora de tocar. En cualquier caso, tenemos un par de fechas más apalabradas pero son fuera de Euskadi, e iremos anunciándolas a su debido tiempo en nuestras redes.
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