Compusiste el disco en Viana do Castelo ¿estabas allí establecido o fuiste ex profeso?
Una parte está compuesta en Viana, otra en Taboadela (Ourense), en la Galicia profunda, y otra está compuesta en mi casa en momentos raros… Hacer un disco también es un proceso largo, extraño. En mi caso, luego cuando lo materializas es un proceso más corto. Es decir, cuando lo grabas. Esto… ya lo había hecho otras veces. Para mí la música es una búsqueda interior que tiene que ver bastante… es un proceso solitario. Me ayuda. He visto en estos años que me gusta tener citas conmigo. De algún modo. De amor al arte. Muchas veces me he encontrado pensando por qué lo hago. El proceso es lo que más me gusta. Que la música me lleve. Ir en busca de algo o que algo te encuentre es algo que me gusta mucho. Muchas veces en viajes me siento diferente a como me sentiría en mi casa o mi barrio. Hay cosas que te encuentras o cosas de ti con las que vuelves a conectar, que descubres. Salir de mi rutina, alejarme de las personas, me hace encontrarme con ellas. Así que sí, una parte está compuesta en Viana, donde estuve una semana. Alquilé una casa en una zona preciosa y fue una experiencia brutal. Es guay.
¿De qué habla este disco?
No tengo ni idea. Cuando estoy componiendo hay un baile que me gusta mucho. El consciente con el inconsciente. Como bailan. De esto quiero hablar. Está el racional, pero hay como un caballo que tratas domar que es indomable. El inconsciente ahí luego me sorprendo al ver… me sorprendo yo en las letras también. Digo “¡ostras, yo hablé de esto!” Creo que siempre estoy cantando de lo mismo. Y es algo con lo que voy a estar tranquilo. Creo que estoy cantando la misma canción. Vistiéndola de diferentes maneras. A veces desenfadada. Hoy necesita mimos, está triste. Más elegante… Me doy cuenta cuando la veo desde lejos. Me doy cuenta “¡ostrás, esto estaba aquí!” Es un baile un poco extraño. No sé si estoy sacando una fotografía o cantándome lo que necesito oír. Hay una mezcla rara.
En este disco hay un canto al desenfado. Se nota. En todo el disco. Desenfado en la melancolía, en la búsqueda. Se nota en las letras y en lo musical.
Me interesa mucho la visión poética de todo y la parte terapéutica tampoco la puedo evitar. A veces digo “¡qué ególatra y qué pesado estar cantando siempre tu propia canción!” Pero yo hago música para mí. Creo que la música me utiliza a mí. Me atrapa. Me gusta, me encuentra y entonces puede ser una discapacidad y no tengo la capacidad de hacer letras sobre un cajero de El Corte Inglés… Me gusta analizar el mundo que me rodea, pero creó que esta es una búsqueda espiritual. Yo luego me entrego, pero me parece que está buscándome a mí.
Tocas casi todos los instrumentos en este disco...
Lo grabé en Barcelona, un estudio en analógico. Ellos me buscaron a mí y yo pensé que era spam cuando me llegó el mail. Tuve la suerte porque fue un regalo lo que me hicieron. Una de las premisas fue “queremos que seas lo más tú”. Tengo problemas de autoestima y me da como vergüenza decirlo, pero me dijeron “Queremos que toques el máximo de instrumentos”. Batería y pianos no. Las guitarras las hago todas, las percusiones, los pianos la mayoría… Pero los bajos no los había grabado. Fue recuperar de alguna manera, encontrar la parte divertida, salvaje, de la música. Decir “Hostia, en mis discos anteriores tuve la gran suerte de tener una producción, unos estudios y músicos que son una pasada, pero está todo controlado. ¡Aquí hay algo que no tengo ni idea de lo que va a pasar!”. A mí me interesa más ver mi receta. Esto va en la dirección de seguir explorando. Ir ganando autonomía, autoestima. Mis propios registros. Ver qué bloqueos tenía y a dónde me lleva. Encontrar mi camino musical.
Usas un sampler y metes saxo de Emilio José y la batería de Jaime Mateo (OADM).
Me gustaba esta idea. Todos mis discos tienen un puntito conceptual y esto me gusta me gustaba que fuera como un circulo. Empieza con el río del olvido y acaba con el agua y vuelve a cerrarse el círculo. Sentía que quería algo musical y podíamos haberlo hecho nosotros. Hay saxos. No sé cómo fue que caí en una grabación de un festival en el que está haciendo barrabasadas Emilio José y estaba Jaime Mateo, al que tenía gran cariño y nos teníamos admiración mutua. En una ocasión nos dijimos “ya nos encontraremos” y cuando se murió me dio un dolor de corazón grande. Teníamos una cuenta pendiente. Encontré ese video y escribí a Emilio José y le dije “me haría mucha ilusión utilizar esto como intro”. Y al final. Este disco también tiene algo de meta. Sobre mi relación con la música. Es una especie de homenaje. La última canción es como una exploración sobre lo que es hacer música en 2024. En esa canción hay una especie de mantra. Está Narf y más gente que es parte de mi vida. La música me apasiona tanto que por eso hago canciones. Es una manera de agradecer tantos años de alegría. De hecho, acabo con una frase de Narf que encapsula todo eso. Puede parecer narcisista, pero quería salir de ahí y hacer un homenaje.
"Cuando estoy componiendo me gusta mucho el baile entre lo consciente y lo inconsciente"
¿Cómo va a ser la presentación de este disco en directo?
La respuesta real: va a ser de varias formas. Es un momento raro para la música. Por la festivalización. Hay circuitos en que encaja un tipo de música muy concreto. Un tipo de propuestas muy característico… Hoy en día parece el único lugar, este centro comercial. El disco pasado me ocurrió y ahora lo voy a llevar más allá. A mí me gustan los sitios íntimos. Donde hay silencio. Es muy importante. Es más importante que mi música. Me va a interesar mucho recuperar esto. Tocar más en salas, donde encaja esto. Donde hay ese silencio.
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