Sobre el LP, Nacho (voz y guitarra) comenta que “pensábamos que iba a ser algo superdenso, que haría falta darle treinta y cinco escuchas antes de poder sacar alguna conclusión… pero al final no ha sido así”. Jesús (guitarra y teclados) opina que “tiene dos lecturas: una más fácil, más guitarrera, y luego una subtrama más compleja, que requiere más atención”.
Rechazan que se trate de un disco conceptual, pese a la apariencia que dan su sonido y su estructura, donde destacan los puentes entre canciones o los juegos de espejos entre los distintos cortes. “Había una idea general sobre la producción del disco, y está concebido para escucharlo del tirón; pero en realidad hemos seleccionado temas que habíamos compuesto por separado”.
De hecho, cuatro de los cortes ya aparecieron en el EP que publicaron en la primavera de 2014, aunque ahora las han regrabado en busca de un nuevo sonido. “Antes teníamos un sonido más oscuro, metalero. Pero queríamos apartarnos de eso. Buscábamos que todo sonase más garagero, con más grano y brillo”.
Y es que Nacho, Jesús, Pablo (batería) y Óscar (bajo y coros) se conocen desde niños, llevan bastante tiempo tocando juntos, y desde hace cuatro años lo hacen bajo el nombre de Memorandum. En todo este tiempo se han esforzado en perfilar su personalidad y su sonido. Recuerdan su evolución desde unos inicios centrados en el nu metal, seguidos de una temporada de devaneos estilísticos, hasta terminar en lo que han presentado en este disco. La lista de grupos de referencia que citan durante la entrevista es larga: desde Radiohead hasta Deftones, de Nine Inch Nails a Mars Volta, de Red Hot Chili Peppers a Tool…
Su gusto por la música escuchada con apertura de miras va de la mano de su afición por la experimentación, que en este disco practicaron con libertad de la mano del productor Javier G. Escudero. “En el estudio hemos perdido más tiempo en experimentar sonidos y texturas que en grabar. Hemos grabado carpetas con apuntes, cous cous, instrumentos que no sabes cómo se llaman… todo tipo de movidas que no reconoces lo que son, y que preguntas y te dicen “es marihuana raspada” (risas)”.
Por otro lado, ya el título del disco da pistas sobre la importancia que le dan al apartado lírico. Sobre este asunto, Jesús cuenta que “las letras con demasiado contenido nunca me han gustado. Prefiero que las letras y la voz sean un instrumento más, que impresionen de la misma manera que lo hace un riff de guitarra. No hay un tema concreto, se traba más bien de evocar un paisaje o un estado de ánimo”.
Como ya se ha dicho, otra de las claves de la banda es la complejidad instrumental. ¿Cuánto de rock progresivo hay en este disco? “Sí que tenemos un background de grupos de este estilo que nos gustan, pero hacemos música más en carne viva que de partes estructuradas. Hay desarrollos largos pero sobre todo son partes improvisadas”. ¿Quizás con esto han buscado una experiencia parecida a la que presentan en sus conciertos? “Más bien hemos intentado experimentar con sonidos y con elementos que no podremos emplear en directo. Nos han dicho “en disco no sois así”, pero no nos molesta; es un directo, si quieres escuchar un cd ya lo puedes hacer en casa. Además en directo nos gusta cuidar la escenografía, utilizar proyecciones… yo disfruto mucho de conciertos como los de Massive Attack o Chemical Brothers, con generar una experiencia más que dar un concierto standard”.
La presentación oficial del disco en directo tuvo lugar el 3 de julio en Santander, y pronto se les verá en una inesperada tesitura, compartiendo escenario con David Bustamante durante la Semana Grande de Santander. Y, después, ¿cuándo se podrá volver a ver su directo? “El verano es chungo para dar conciertos. La idea es coger el coche en septiembre, y cuanto más lejos mejor. Madrid, Galicia, Gijón, Zaragoza, Barcelona… Sobre todo nos gustaría compartir con otras bandas cartel. Y si es con Wayne, mejor (risas)”.
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