“La música nunca va a ser suficiente para mí”
EntrevistasLuis Fercán

“La música nunca va a ser suficiente para mí”

Daniel Pose — 05-03-2024
Fotografía — Alejandro Ramos

Pasión, pureza, amor por la música y por su familia y amigos. Así se podría definir a un Luis Fercán que está presentando “Postales Perdidas”, un nuevo disco que le llevará a girar por toda la geografía española. Hablamos con él para conocer todos los detalles del mismo, así como su visión de lo musical y lo humano.

Luis Fercán inició su carrera en solitario en 2016. Desde entonces han pasado ocho años, dos discos, un EP y decenas de canciones. Mucho tiempo, pero no tanto como para que el santiagués se olvide de esos primeros conciertos en los que la asistencia de público era mínima, como las ocasiones en las que era el mítico Narf de los pocos que iban a verle. “Ahora lo pienso y que estuviese él es más gordo que el que estén quince personas a las que no les importes”, confiesa. Unos inicios de los cuales saca como conclusión que lo importante no es la cantidad de público, si no quienes son los que van porque “cuando toqué para dos, para cuatro personas… esa gente después se lo dijo a otra gente y después vinieron cinco o diez. Que no son muchas, pero son más del doble”. Sin embargo, y a pesar de estas afirmaciones, el gallego se muestra completamente alejado de la necesidad de tocar ante aforos multitudinarios aun cuando se sintió “un privilegiado” después de haber tocado ante mil personas en la Sala But de Madrid. “Cada vez me raya más soltar el suelo de los bares que querer tocar en un sitio grande. Si algún día puedo tocar en un sitio grande cojonudo, si no…”, afirma mostrando una imagen completamente alejada de figuras actuales que buscan el gran éxito por encima de todo.

Tenemos esta charla en uno de los locales más míticos de Santiago de Compostela, uno que respira música por todos sus costados con sus paredes llenas de portadas de discos actuales e históricos. También uno más habitual de las cervezas con amigos por las tardes que de los cafés con leche grandes que nos tomamos en la fría mañana en la que esto tuvo lugar. “Me entran ganas de pedirme una cerveza solo con estar aquí”, confiesa entre risas. Y es que bastan apenas cinco minutos para comprobar que estamos ante una persona que es todo cercanía, que no olvida se olvida de sus orígenes y que, además, tiene una visión muy acertada y necesaria del mundo de la música. Es sobre sus amigos y familia de quienes dice que “son mi cable a tierra”, alguien a quienes les da mucho valor porque “tienes que tener algún colega que te pegue un guantazo y te diga que estás haciendo el subnormal”. A pesar de que estuvo seis años viviendo en Madrid, ahora “los pies me piden casa” y estar rodeado de esa gente que le apoya a pesar de no gustarles su música. “Yo voy a verte y me hace ilusión verte ahí, pero tu música me la pela”, confiesa entre risas que le dice uno de sus mejores amigos de forma recurrente.

“Tienes que tener algún colega que te pegue un guantazo y te diga que estás haciendo el subnormal”

Estamos asistiendo al lanzamiento de su nuevo disco “Postales Perdidas” y al comienzo de una gira con la que presentará estas canciones y seguirá tocando sus grandes éxitos. Es una nueva etapa que tiene a Luis Fercán “muy contento y orgulloso” en la cual ha sabido encontrar “el camino a la gente que tengo cerca”. Este nuevo camino que emprende tiene una particularidad principal, y es que se rodea de una banda con la cual ha grabado ese nuevo trabajo y que, además, irá con él en varios de los conciertos. “Es esa parte que me hacía falta”, comenta al respecto. Una novedad que le da “otro empaque” a su música y que hace que “respire un poco menos de pesadez”. También ayuda a que, posiblemente, estemos ante canciones que son lo más distinto de lo que ha hecho, a pesar de mantener completamente su esencia. En esto influyó donde y como fue grabado, puesto que estuvieron “siete personas en una casa, en el medio del monte, dando paseos por ahí... eso se tiene que traducir de alguna forma”. Lo que mantiene con respecto a sus últimas canciones es la figura de Nacho Mur como productor. Del también miembro de La M.O.D.A solo tiene palabras de elogio y admiración. Y es que, posiblemente, no tendríamos al Luis Fercán de ahora sin la aparición en su vida hace unos años del burgalés. “Hubo una temporada en la que estuve muy rayado mentalmente, que fue justo antes de empezar a trabajar con Nacho. En ese momento quería vivir de la música e iba a poner por delante unas cosas que ahora no pondría ni de broma”, afirma con rotundidad. Lo cierto es que uno se queda absolutamente embobado escuchándole hablar de lo que significa para él, así como de cómo le cambió su visión de cómo es la música. “Ahí fue cuando me di cuenta de que no iba así la movida”, añade, “grabé con Nacho la cosa más acústica y pura que había hecho nunca, y fue lo primero que funcionó así un poquito de mi música”.

"Hubo un momento en el que iba a poner por delante cosas que ahora no pondría ni de broma"

Al ser cuestionado sobre que significa Nacho para él, Luis explica que “es pureza” para él. Su relación va más allá de lo profesional ya que son “muy colegas, por eso es muy fácil currar con alguien así”. Cuando se le pregunta como es el productor no tarda ni un segundo en explicar que “es una persona que sabe leerme, no lo que estoy pensando, pero sí lo que estoy sintiendo”, y es que la figura de quien produce tiene, además, “una parte de psicología muy heavy”. De hecho, “él defiende que además de ser buen productor tienes que ser medio psicólogo, porque un artista te está dando algo muy íntimo y tú tienes que hacer cosas manteniendo esa esencia”. Además, tiene claro que “los discos que he hecho con Nacho son de él y míos”, a pesar de que en anteriores producciones “no es que de repente haya ahí unos arreglos de la virgen y aun así no habrían existido”. Algo que, sin embargo, sí que pasa en este “Postales Perdidas”, en donde “hizo arreglos a tomar por culo, pero manteniendo todo el rato la referencia y los pilares de la canción”.

Sí por algo se caracteriza su discografía es, sin lugar a duda, por ofrecer una imagen que dista mucho de la habitual en los cantautores. Su música, aunque ofrezca un punto de pena y tristeza por las historias que cuenta, está sustentada sobre una melancolía fruto de “hablar más de mí que de la otra persona, de la sensación que tengo yo de lo que he vivido en la relación”. Algo que provoca que “esas cosas bonitas” se vean más tristes “porque yo ya no estoy ahí”, otorgando de esta forma ese punto melancólico del cual se enorgullece cada vez que habla de sus creaciones. Un ejemplo claro de esa autocrítica de la que habla de poner su figura antes que la de la otra parte de la relación, se encuentra en la canción “Frío al Verte”, un tema en el cual hace “una introspección a los celos” basado en la experiencia de alguien como Luis que no es celoso pero que, al terminar una relación, notó “algo raro” al fijarse en la situación de la otra persona. “La frase “ahora que me gusta verte bien, a mi es cuando más me duele” es un poco eso, quiero verte bien, pero, de repente, me acaba de entrar un pinchazo que duele”, explica al respecto. Y es que el músico santiagués incide mucho en esa necesidad de la autocrítica, ya no como base para hacer música sino también en la vida cotidiana. “Si no tienes una opinión de ti de verdad y crítica, pocas relaciones buenas vas a tener con los demás”, comenta añadiendo que “igual que sí alguien cambia hay que darle una oportunidad también”, dejando claro que tampoco hay que ser tan radical con los demás porque “a lo mejor se ha dado cuenta de cosas” y han cambiado.

Más allá de esto, Luis Fercán es una persona que ama lo que hace, alguien para quien la música “nunca va a ser suficiente”, algo que se refleja en “Busca”, el tema que abre el disco y en el que habla de lo que quiere en su vida. Pase lo que pase, tiene claro que “siempre” tendrá cosas que contar, incluso cuando se quede “encerrado en una habitación a oscuras”, puesto que “hablaré de eso”. También se muestra como una persona abierta a muchos estilos musicales, a pesar de que dice no gustarle “la mayoría de los cantautores” por carecer de esa mirada autocrítica que comentaba anteriormente. “Llevo unos días escuchando boleros, que me parece la movida más maravillosa del mundo. Mañana estaré escuchando Viva Belgrado”. En estos momentos la gira tiene en torno a 25 fechas confirmadas, faltando por anunciarse “70 o más”. Y es que uno de los objetivos que se marca es el de superar la anterior gira en la cual hizo 117 conciertos. Esto viene motivado, sobre todo, porque le “encanta tocar por ahí, es como soy feliz”. De hecho, se sincera afirmando sin esconderse que “estuve con mogollón de ansiedad, y era por no estar ni cerca del mar ni tocando. De repente hice las dos cosas y fue como… buff, esto es lo que necesito en mi vida”. Una gira que le llevará a pisar grandes escenarios como el del Atlantic Fest, pero también a pisar esas salas y bares de ciudades como Málaga, Zaragoza, Barcelona, Zamora, Santander o A Coruña. Unos locales que están sufriendo mucho en una época en la que grandes buques insignia y muchos otros menos conocidos están cerrando o pasando grandes dificultades. Una situación de la cual no es ajeno, ya que entiende “lo jodido” que es esto para el que dirige el negocio. “Nadie lleva un sitio de conciertos pequeños por dinero. Todos los que funcionan son porque después venden copas. Hay que valorarlo”, afirma con claridad.

"Nadie lleva un sitio de conciertos pequeños por dinero. Hay que valorarlo"

Sobre este tema cree necesaria una cierta reflexión por parte de los músicos porque hay “peña que no da conciertos”, compañeros de profesión con los cuales habla y que le dicen “joder, es que para ir a Sevilla y meter cuarenta personas…”, algo que le causa cierto mosqueo y sobre lo que reflexiona expresando que “¿sabes lo que me costó meter a mí cuarenta personas y cuantas veces tuve que ir antes?”. Con todo, entiende “perfectamente” que muchos no lo quieran hacer, aunque quiere dejar claro que “como si es para quince, ¿qué más da? Si con quince te pagas el viaje, vas y tocas”. Al ser cuestionado sobre si esa visión solo viajar a dar conciertos puede venir provocado por una industria que ofrece la imagen de que hay que vivir de la música de un día sin tener la paciencia que podría ser necesaria, él se muestra contrario. Considera que lo suyo “es menos paciencia” porque “si quieres vivir de ello la manera más rápida es saliendo a tocar, aunque sea en la calle o en el metro. Bien o mal ya es otra movida”. La conversación tiene lugar en época del Benidorm Fest, el evento mediante el cual RTVE selecciona a su candidato para representar a España en el festival de Eurovisión. Una cita que tiene a Yoly Saa, una vieja conocida suya, como participante, algo sobre lo que se “alegra”. Resulta casi inevitable realizar una pregunta demasiado típica en estas situaciones, como es la de sí él se ve o sí le gustaría participar en un evento de estas característicos. Sin titubear ni un segundo, y con total rotundidad, afirma que “no, no me atrae nada la verdad”. Tanto por la parte de competir, como por el agobio que le produce una reflexión que vuelve a dejar claro que el foco de su proyecto no está en la fama ni en los números, si no en vivir de su afición de la forma más honesta posible”.

Es consciente de que una exposición tan mediática como esa, o el hecho de que un tema se pueda hacer viral en redes como TikTok, pueden provocar que le escuche “gente que no quiera” hacerlo realmente. Ese “miedo” se entiende mucho más cuando comenta algo que da mucho valor a su trabajo y, sobre todo, a la gente que va a cada uno de sus conciertos. Y es que cuenta, con una sonrisa enorme en la cara, que “nunca” tuvo que “mandar callar a nadie. Y eso es la hostia”. No quiere “destruir” todo lo construido hasta ahora por lo que lleva “tanto tiempo currando”, tanto él como ese público que muestra tanta “educación”. Esta larga conversación termina con Luis Fercán respondiendo a la pregunta de que le pide a la vida, ante lo cual vuelve a demostrar esa cercanía que ha mostrado desde el comienzo. Tras una pequeña broma con una respuesta que sería la más típica y habitual, el gallego responde que únicamente quiere que la vida le “permita hacer lo que me guste, sea lo que sea”. Es el fin de una conversación que podría haber durado mucho más y que, sin duda, deja con ganas de conocer mucho más y, sobre todo, de asistir a sus próximos conciertos. Al respecto, aprovechar para decir que en su página web luisfercan.es se pueden encontrar las fechas, así como el acceso a las plataformas digitales para escuchar su música.

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