"Hacemos pop sin demasiadas pretensiones"
EntrevistasKiwis

"Hacemos pop sin demasiadas pretensiones"

Xavi Sánchez Pons — 20-06-2018
Fotografía — Lucía Boned

Kiwis es una de las bandas más en forma del pop independiente catalán. Corredores de fondo del underground barcelonés, acaban de “Kiwis” (Snap! Clap! Club!, 18), una cinta de casete con cinco canciones que rezuma encanto, frescura y pop de guitarras de muchos quilates. La presentarán en directo el viernes 22 de junio (BeGood, Barcelona) junto a Jonston, que también tiene nuevo disco, como invitado especial.

La alineación de Kiwis está formada por cuatro veteranos de la escena indie-pop barcelonesa. ¿En qué más bandas habéis estado tocando y cómo acabasteis juntos en los Kiwis?
Los cuatro nos conocemos desde hace mucho tiempo. Nos unimos como banda en un momento en el que todos teníamos muchas ganas de componer y tocar y los grupos en los que estábamos no acababan de funcionar. Hemos estado relacionados con la música desde la adolescencia, ya sea organizando y asistiendo a conciertos, tocando en grupos, publicando fanzines o escuchando discos. Hemos tocado en diversas bandas, algunas muy alejadas de la escena indie-pop barcelonesa y otras que quizás responden a esa etiqueta. Por nombrarte algunas, Veracruz, Las Dolores, La Célula Durmiente, Senderos, Las Perras del Infierno, Matojo o Cocodrilo.

En las canciones de vuestra primera cinta se puede rastrear la huella de Comet Gain, The Go-Betweens, Los Zombies de “Groenlandia” o el lado más pop de Flying Nun Records. Contadme, ¿cuáles son vuestros grupos y discos favoritos (y la razones también de que os gusten)? ¿Y qué tiene el indie-pop clásico que, si se hace bien, como es vuestro caso, sigue siendo algo fresco?
Hay cosas que nos gustan mucho a todos, y es allí donde nos encontramos. The Beach Boys, la Tamla, el pop yé yé... y luego cada uno va aportando lo suyo. Muchos de ellos no tienen nada que ver con el indie-pop. Si nos ponemos a decir grupos no terminamos, de Silver Jews a Alton Ellis, de Comet Gain a The Clean o de Ennio Morricone a J Balvin. Hay mil. El indie-pop tiene la capacidad de transmitir todos los sentimientos que puedas imaginar con una bonita melodía. Que suene fresco ya es cosa de cada uno, en nuestro caso supongo que es cosa de la espontaneidad y la urgencia. Como más urgente, más fresco.

El trabajo de las guitarras en Kiwis es chulísimo y muy impresionista. ¿Cómo trabajáis ese aspecto y quienes son vuestros héroes a las seis cuerdas?
¡Es genial que te gusten! Sobre todo es cosa de Marc y la ayuda de Joan en el estudio, tampoco está especialmente trabajado, simplemente lo ensayamos y si suena guay, pues perfecto. No nos fijamos en guitarristas especialmente virtuosos, con que sepan hacer cuatro acordes pero los hagan bien y transmitan, por ejemplo Stephen Pastel por decirte uno, ya compramos. Es más, los guitarristas especialmente virtuosos no suelen estar en nuestra lista de favoritos.

Otro aspecto destacado del grupo es la parte vocal, con armonías vocales cuidadas y alternancia chico y chica en algunas de ellas. Parece mentira, pero eso de los coros cuidados es algo en peligro de extinción. ¿Hasta qué punto es para vosotros importante cuidar esas armonías y que aportan a las canciones?
Muchas gracias por fijarte, para nosotros es una parte muy importante y que además nos divierte mucho. A veces un coro y una buena armonía le dan un plus a un verso o un estribillo. Muchas veces te llevan las canciones a sitios que no podías ni imaginar, estética aparte. Si consigues no sobrecargar la cosa, puede quedar bien bonito.

Detrás de “El far”, canción que incluye un guiño a Michel Polnareff, se esconde una historia bonita. ¿Nos podéis contar el origen de la canción?
Es un doble homenaje a la amistad y al mirar atrás sin demasiada nostalgia. Cuenta una noche que pasamos en el festival Vida en la que estábamos Esther (Me And The Bees), Quique Ramos, Marc y Jordi. Cuando la música terminó y el sol empezaba a saludar conducimos hasta la Platja del Far, donde habíamos bailado muchas veces juntos cuando se hacía el Faraday. Esther y Marc se bañaron mientras Quique y Jordi escuchaban Teenage Fanclub en el coche, fue bastante mágico.

Estáis en un sello, Snap! Clap!, especializado en grupos pequeños con encanto, bandas que tratan con cariño y que mueven con pasión. ¿Qué significa para vosotros estar con ellos y cómo es la relación?
Snap! Clap! es el sitio donde queríamos estar, la primera y casi única posibilidad que nos planteamos. Prácticamente era sacarlo con ellos o hacerlo nosotros solos. Por el catálogo y por el entusiasmo que Dani le pone a todo lo que hace. La relación es de amistad y confianza total.

¿Qué podemos esperar de vuestro concierto de presentación de la cinta de casete en la barcelonesa sala Be Good?
Pensamos que será una bonita previa de la noche de Sant Joan. Antes de nosotras estará Jonston, de Madrid, presentando su nuevo disco que es una maravilla. Luego tocaremos las canciones de nuestro primer casete y algunos temillas más. Pop sin demasiadas pretensiones. Nos encantan los temas y esperamos que todos y todas las que se acerquen al Be Good tengan la misma sensación.

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