Una de las cosas que llama la atención es que el disco llega sin avisar, sin adelantos ¿Por qué? ¿Qué opinas de la estrategia de sacar varios adelantos de un disco?
No sé, a lo mejor soy un ansioso, pero en realidad nunca me ha gustado lo de ir sacando singles teniendo un álbum ya grabado... un single solitario y de verdad, ok, pero como adelanto, ¿qué es eso? ¿Te enseño la patita? Toma tres minutos y espera otros tres meses por otros tres minutos... eso sí me parece abusar de la atención de tus oyentes... y a mi nivel no tiene sentido copiar rituales de grandes lanzamientos. A mí me gusta descubrir un disco entero en una o dos tardes, no en seis o nueve meses.
¿No tienes miedo a que, de esta forma, tenga menos repercusión?
Fue algo instintivo. No tengo una agencia que me ayude con la promoción o una estrategia de lanzamiento, así que ni lo pensé. Todo está hecho a la caída, encontrando el momento y punto. Por ejemplo, hice la portada en dos minutos, vi esa bocina, le hice una foto... los vídeos yo solo con un foco ochentero que había por la Fábrica de Chocolate. Grabé muchas voces con micrófonos dinámicos porque no me apetecía ponerme los cascos, necesitaba inmediatez, a veces sin repasar ni la afinación de las guitarras. Ecualizo y comprimo poco, si no me suena ya cuando lo grabo no lo grabo. Tenía muy claro que no quería un disco técnicamente perfecto, hoy en día que todos los discos son técnicamente perfectos.
Es el primer disco que firmas en solitario, sin los Seres Queridos ¿Este disco cierra esa etapa o es algo paralelo?
Cuando voy a tocar con Los Seres Queridos tengo un repertorio detrás que tengo que tocar y defender... y que adoro. Pero para esto quería prescindir de ese bagaje. Si saco otro disco con los Seres, todas las novedades se diluyen un poco entre tantas otras canciones en directo. Hace un par de años sobrevoló la idea de disolver el grupo, pero no tenía sentido: nos queremos mucho, lo seguimos pasando muy bien y nos gusta tocar juntos. De hecho, creo que ahora sonamos mejor que nunca.
El disco ofrece tu lado más íntimo ¿Cómo nacieron estas canciones?
Es íntimo en la interpretación: creo que la mayor diferencia está en la voz, está más alta y cercana. Justo cuando empecé a grabarlo me compré una guitarra parlor, una guitarra acústica que se toca con los dedos, sin púa, y eso marcó el proceso seguramente. Cuando las toco en directo no hay batería detrás y la conciencia de que iban a ser tocadas así supongo que influyó en la grabación.
Canciones como "Solo de flauta" muestran nuevos caminos, más cercanos a la canción de autor.
Es una letra de Nicolás Guillén, para mí habla sobre el ejercicio de cantar y con ella empiezo los conciertos: "yo vengo a ofrecer mi corazón".
"Solo humo" es una maravilla ¿Podría ser como una especie de segunda parte de "Viviendo con miedo"?
Podría. La hice no mucho después. En realidad es una canción antigua, debe de tener unos diez años, siempre estaba ahí, este era su momento porque resume muy bien de qué va todo Estéreo Estrada. De cómo todo el bombardeo de scroll y publicidad está minando nuestra salud mental.
"Oigo mucha música antigua, y cuando digo antigua, quiero decir de hace siglos"
“Ritmos Folk”, igual es tu trabajo en el que más se nota la influencia dylaniana. En "Fuimos los ciudadanos" o "Falto e baleiro", por ejemplo.
Sí. Me reconforta mucho la humanidad de los ritmos y las formas folk. En directo me encanta la caña y la distorsión, pero en casa no oigo ni guitarras eléctricas. Oigo mucha música antigua, y cuando digo antigua, quiero decir de hace siglos.
Alguna vez te habíamos escuchado cantando en gallego, pero en este disco hay varias canciones en el idioma ¿Te gusta esa dualidad?
Por un lado, es muy espontáneo porque simplemente me gusta y siento algo especial cuando canto en gallego, la forma de poner la boca y las vocales abre algo al fondo de mi alma. Por otro lado, hablo mucho más en castellano en mi vida diaria y sueño en castellano, supongo que compongo más naturalmente en castellano. Cada idioma es una forma de ver y estar en el mundo. Ya veremos en qué acaba esto. Simplemente hay días que me siento a componer en gallego porque lo he estado hablando o leyendo.
¿Te veremos de gira con este disco o ha sido algo solo de estudio?
Lo tocaré en directo sí, pero mi punto de partida es tocarlo solo o con Andrés Cunha al bajo. De momento necesito esa austeridad para conservar el espíritu del disco. Me dejaré llevar, pero intentaré no perder nunca ese rollo minimalista y cercano.
"Espero que las salas resistan"
¿Qué opinas de la situación de los festivales y de las salas en la actualidad?
Cuando yo empecé no había festivales, luego en los 90 y primeros 2000 era todo chandal metal, todos imitando a Rage Against The Machine y rapeando sobre riffs funk y guitarras metal zone. Me aburría mortalmente, prefiero la variedad de estilos de los festivales de unos años para aquí. Lo de que son una burbuja o una mafia lo llevo oyendo desde que existen. La verdad es que prefiero mil veces ver un grupo en una sala, y mejor pequeña, me gusta oír la batería por sí misma y los amplis, me mata el rock sin amplificadores y con in ears, es como oír un radio cassete gigante, ese grillerío perfectamente comprimido y enjaulado. El sonido en grandes espacios pierde esa dinámica y obscenidad que para mí es fundamental. Espero que las salas resistan.
Con tu otro trabajo de técnico de sonido en La Fábrica de Chocolate tienes una visión privilegiada de lo que se mueve nuevo ¿Cómo ves la escena de Vigo? ¿Están pasando cosas interesantes?
He tomado conciencia de mi edad y mis gustos, pero a la vez trabajo con mucha gente muy joven. Hay toda esa tremenda ola trap, muchas mujeres, una mentalidad mucho más sana. Lo que me gusta de los músicos jóvenes de hoy es que son más abiertos, sin rivalidades, sin tantas envidias y tonterías. No se quedan en ejercicios de estilo ni se contentan con pertenecer a una tribu, se cultiva más la personalidad y el discurso propio. Creo que ya hay cosas cojonudas, pero saldrán pronto cosas aún mejores.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.